El secreto de los Potter

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8 de agosto de 1996

—George! Fred!— exclamó hecha una furia al no recibir respuesta por parte de los gemelos, había tocado la campana más de diez veces sin recibir una respuesta de su parte.—Los voy a matar, steve muerde los pies de george ¡los quiero aquí ya! Jules va a nacer ya!

Steve era un gato inteligente, salió de la habitación escabulléndose por las escaleras. No me era un buen momento para enviar una carta a los padres de george mucho menos a las chicas las cuales se encontraban disfrutando de sus vacaciones inclusive harry; el cual la última vez que había conversado con el no se encontraba del todo bien. Había intentado charlar con el, explicarle todo lo que había sucedido con Sirius sin embargo el no me lo había permitido; se limito a ignorarme.Su comportamiento me había dolido, incluso había charlado con ron pero el estaba peor que yo.

Harry había cambiado, harry trataba de distanciarse.

El regreso de Voldemort lo había afectado, había regresado el temor no solo en el si no en todo el mundo mágico.

Los gemelos no me habían permitido salir de la tienda en ningún momento debido a los ataques que mantenían los mortifagos, tenían temor que una vez revelado mi don tal y como les había explicado remus, Voldemort quisiera reclutarme. No podría arriesgarme, no podría escabullirme por las calles embarazada, no podría correr el riesgo de ser lastimada.

La desesperación en mi había incrementado, tomó un pliego de papel para comenzar a escribir una carta a la madre de alicia, me había apresurado tanto que no me había importado lo mal educada que se notaba en aquella carta, tomó la lechuza de fred dándole la carta para que pudiera llevarla lo antes posible con la madre de alicia, por suerte no era para nada lejos. Suelto un grito de dolor al sentir las contracciones cada vez más fuertes, me siento en la silla ignorando el agua que comenzaba a salir de mis piernas.Pisadas en las escaleras comenzaron a escucharse, dos cabelleras pelirrojas se asomaron observándome inquietos; fred tomó en brazos a steve el cual lucia cansado. Mientras george se acercó a mi quitando el poco cabello que se mantenía en mi frente pegado al sudor.

—Necesito a la madre de alicia aquí, jules está ansiosa de salir y no creo poder aguantar más tiempo.—exclamó furiosa— También necesito a molly, un chocolate también ¿escuchaste Fred?

—Chocolate, mamá.. si lo he captado—susurro con palidez en su rostro sin dejar de cargar a steve corrió escaleras abajo

George por otra parte cargo de mi cuerpo llevándome hacia la habitación me resultaba impresionante que con semejante vientre pudiera cargar mi cuerpo como si este se tratase de una hoja; me dejo en la cama para comenzar a quitar de mi ropa rápidamente sin lastimarme. Tomó una de sus playeras para acomodármela y pudiera sentirme más cómoda aunque en estos momentos tenía un mayor sentimiento el cual se trataba de dolor.

—Inhala, Exhala ¿de acuerdo? Debemos repetirnos por unos minutos—explicó tiernamente george atando mi cabellera en una coleta muy alta

—George no estoy para un estupido juego, ¡estoy a punto de parir!—exclamó furiosa mordiendo un poco de la almohada de george

—Lo se cariño, pero debes hacerlo podrá relajarte aunque sea solo un poco.—volvió a explicar george tiernamente, aunque en estos momentos solo molestaba. Comienzo a inhalar lentamente soltando el aire cuando george me daba una de sus señas, había pasado más de diez minutos repitiendo aquella acción la cual george me ayudaba a mejorar puesto a que algunas las realizaba demasiado rápido u otras muy lentas que no era para nada bueno.