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Ir y venir de las tiendas había sido un trabajo agotador, pero lo suficiente divertido para no aburrirme mientras ayudaba a George a cargar de las bolsas mientras buscábamos algún material preciso que george eligiera. En ocasiones había pagado algunos materiales que resultaban estar elevados, pero que realmente los ocupaban, a pesar de las quejas de George el me había agradecido después de todo.

El frío comenzaba a helarme por completo, mi sudadera no había sido suficiente para cubrirme del frío y él lo había notado, tomó mi mano para acercarme a su pecho, mis mejillas se sonrojaron, su dulce aroma entró a mis fosas nasales, comenzó a quitarse rápidamente su sudadera para entregármela y así pueda cubrirme un poco más.
—El frío no es lo mío—sentenció una vez que llegamos hacia las afueras de hogsmeade tomando asiento en unos troncos que se mantenían cerca
—Me he dado cuenta, vamos ven, acércate. Tratare de darte un poco de calor—acercó mi cuerpo hacia el, lo cual con sus brazos toma de los míos para sujetarme.—¿Quieres ir por algunas golosinas? Aún me quedan un poco de..

—Está vez lo invitaré yo, vamos—los dos salieron disparados hacia la tienda que parecía estallar puesto a los niños que entraban y salían llenos de golosinas. Jane tomó bolsas de gomitas, junto a sus ranas de chocolates, george tomó algunos debido a la insistencia de Jane, una vez que salieron de ahí a lo lejos divisaron a harry, Jane se limitó a pasar a su lado dejando un beso en su frente y despedirse de sus amigos, mientras george los saludaba para seguir los pasos de Jane.

Habia tomado el camino un poco lejos y deshabitado de hogsmeade, unas rocas lo suficientemente grandes para que los dos pudieran tomar asiento. George, no había comenzado a comer de sus gomitas, no sabía exactamente qué decir o que debía hacer después de aquella noche, o si debería sacar en tema aquello.
Me gustas—la voz de Jane retumbo por toda la cabeza de George, había tomado la iniciativa de comer unas gomitas, pero no la había podido pasar, comenzó a toser con brusquedad. Jane palmeó su espalda un tanto preocupada, George intentó calmarse para voltear rápidamente hacia el rostro de la chica.

—¿Jane? De que hablas, no entiendo—suplico
—George, siempre has sido tú.—aclaró su garganta—Me gustas, me gustas más de lo que te imaginas.

George no había contestado ante aquellas palabras, estaba asombrado tenía sensaciones en todo su cuerpo ¿pero como podría tomarse aquello? Él sabía que le gustaba de igual manera, pero ¿que pasaría después? el había aclarado sus sentimientos aún más aquella noche, que los dos se unieron. Pero aún no entendí que podría suceder, o si aquello no funcionaba realmente se iban a separar volviéndolo aún más incómodo. George no lo pensó mas tomando el rostro de Jane decidido para acercarla hacia él y poder fundirse en un beso. Jane había esperado aquel beso, había querido aclarar aún más sus sentimientos hacia george, estaba segura que sentía algo por él, pero comprobarlo aún más no hacia algún daño.

George tomaba de la mano de jane una vez que llegaron al castillo, aún no tenían algo oficial pero después de aquella tarde ambos sabían que pasaría en algún momento. Angelina miraba contenta la escena mientras fred murmuraba con lee jordan, al final ellos habían tenido razón desde un principio.
He leído de todo en la biblioteca, pero él me ha pedido que me quede fuera de esto.—le explico a George una vez que el tema de conversación ha sido sobre harry

—Jane, debes confiar en el. Tal vez el solo quiera hacer las cosas por si mismo, y que todo Hogwarts deje de burlarse de el, ya sabes...
—Por obtener mi ayuda, como un niño pequeño—termine de hablar siguiendo los pasos de George hacia el gran comedor

—Vamos miremos el lado bueno, pasarás más tiempo conmigo, y no en la biblioteca o detrás de harry—soltó en tono burlesco besando mi mejilla
—Ese es el problema, que no sé si pueda soportarte más tiempo—respondo tomando un poco de agua para comenzarla a beber. Alumnos entraban y salían del gran comedor, mientras nosotros continuábamos cenando y charlando sin parar, algunos nos observaban incrédulos aunque otros al parecer aquello no era nada raro para ellos.

No me sorprendería que la mañana siguiente todos confirmaran una relación entre nosotros o la misma rita lo haría. La cual en estos momentos odiaba aún más, George me había mostrado un escrito en el profeta donde se hablaba de lo irresponsable que era por parte de Dumbledore permitir que un semigigante pudiera dar clases, aún sabiendo qué clase de cosas eran.
—Esto es repugnante, ella lo es—musitó dejando la hoja aún lado levantándome de mi lugar una vez que finalizamos
La mayoría de Slytherin no ha dado muy buena reseña sobre el, aumentando su despido. Han asignado a otra profesora a dar sus clases, lo cual le ha encantado a la mayoría de las chicas...
—Esto es injusto, hagrid es bueno. Ha cuidado a harry mucho más que yo, estupida rita—mencionó bruscamente caminando hacia las escaleras

—Vamos Lilith, todo volverá a ser como antes. No te enojes, aunque te vez muy linda de esa manera—susurro George llegando hacia mi para besar mis labios lentamente
—Charlatán—musitó tomando su mano para seguir nuestro camino hacia la sala común.

El secreto de los PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora