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George había cargado mi cuerpo sujetándome para que no pudiera caer debido a mi estado. Corrió hacia una de las aulas desocupadas lanzando un hechizo y así nadie pudiera entrar mucho menos escuchar el ruido que estaríamos por ocasionar. Acariciaba su torso desnudó una vez que quitaba su ramera, george era delgado y alto, pero se mantenía en forma aunque aquello no era necesario, de igual manera resultaba ser atractivo.

No estaba segura en lo que hacía, no tenía experiencia y mi primera vez no fue del todo exquisita y acertada, puesto a que cedric se había encargado de todo. Pero mi estado de borrachera me había sacado de mi trance, sintiéndome más sensual, e introvertida. Desabrocho su cremallera para tocar su entrepierna, el jadeo salió de sus labios, aquello que resultaba ser un sonido encantador.

Jane no tienes por qué hacerlo—suplico nuevamente george pero me negué a escucharlo. Con mis manos tomó suavemente el miembro de george, mi lengua pasó por su cabeza para realizar lamidas de abajo hacia arriba con mayor rapidez. No sabía si lo hacía correctamente, pero george me hacía saber que al menos parecía agradarle, puesto a sus jadeos incrementaban. Tomó mi cabellera para jalarla con suavidad, aquello solo intensificó que mi boca se abriera al paso de su pene dentro de mi boca.

Unos minutos fueron suficientes, george se había desesperado. Él necesitaba aún más, pero todo se mantenía en calma, la calma que los dos queríamos arrebatar. Me posiciono encima de él, para besar mi cuello bajando lentamente hacia mis pechos, en sus ojos podría ver aquella mirada ; lujuria. Comenzó a acariciarlos para dejar marcas, como si aquello fuera parte de marcar territorio, dejó de marcarlos para comenzar a chuparlos. Mis piernas temblaban, las enrollé en sus caderas para hacer presión y mantenerlas quietas.

Estoy demasiado excitada, george—jadeó temblorosa

George pareció sonreír. Bajo sus labios hasta mi vientre, dando pequeños masajes con sus manos, un cosquilleo comenzó a hacerse presente una vez que una de sus manos acariciaban mi vagina. George, sabía lo que hacía. Comenzó a meter un dedo, para seguida meter otro, al principio aquello me molestó pero a los cuantos segundos había sido una sensación cómoda, me agradaba, me gustaba y quería más.
—Estas muy mojada—susurro con voz ronca george bajando mis bragas quedando desnuda, una vez que bajo sus bóxers.—Me encanta, había soñado con este momento, sintiéndote tan mojada para mi... y aún sigues siendo la mujer más hermosa que he visto en este maldito mundo

Una risa salió de mis labios, pero se vio interrumpida en el momento que george colocó su miembro en la entrada de mi vagina llenado hacia ella, los jadeos parecieron no acabarse. Los gemidos de Jane solo incrementaban las embestidas de george, el sudor caía de sus frentes, el cosquilleo estaba presente en ellos. George se encontraba fascinado, esto realmente estaba pasando. Jane, estaba disfrutando el sexo, y lo estaba disfrutando con George.
—Vamos george..—susurro temblorosa del placer Jane tomando su rostro con sus suaves manos
—Dilo, di mi nombre y lo mojada que te pongo Jane—musitó, dando aquellas embestidas que solo me brindaban placer mucho placer
—George, más quiero más. Me pones muy caliente.... y mojada

Las embestidas parecieron parar Justo en el momento que los dos habían caído rendidos en la mesa que utilizaron para su encuentro, george observó el rostro de jane antes de que esta tratara de quedarse dormida. Ayudó a vestir a Jane, para que él terminara. Tomó su cuerpo para comenzar a cargarlo, y llevarlo hacia su habitación. Jane se encontraba dormida y no pensaba despertarla

El camino no había sido difícil, los profesores seguramente se encontraban en sus habitaciones, george entró a la sala común de Gryffindor esperando no encontrarse con nadie. Aunque a esta hora lo dudaba demasiado, camino lo más rápido que sus piernas le permitían hacia las habitaciones de las chicas. Aunque aquello había empeorado, no está seguro cual puerca tocar, nunca lo había preguntado.

—No puede ser—exclamó tomando con mayor fuerza el cuerpo de jane. Unos pasos llamaron la atención de george, ocasionando que este se escondiera.

Katie parecía extremadamente borracha, sus pasos lo confirmaban, tambaleaba de forma escandalosa. Mientras reía al observarse ella misma en ese estado, george salió de su escondite puesto que de alguna manera katie lo ayudaría viendo el estado de Jane, llegó hacia ella para tomar de su brazo y hacerla girar.
Secuestras a Jane, se que gustas de ella ¿pero secuestrarla? Eso si que no me la sabía...
Katie no secuestrare a jane, guarda silencio podemos despertar a las demás chicas.—pidió George observando a su alrededor—He traído a jane, está suficientemente borracha para andar por si sola, se ha quedado dormida pero no sé qué habitación es la suya.

Katie comenzó a reír, dirigiéndose a una de las puertas y comenzar a abrirla. Entrando en ella, george entendió que esa habitación era, así que se adentró esperando a que katie le susurrara cual de las dos camas era la de Jane, pero el solo obtuvo la respuesta. Katie se abalanzó a una, dejándome una cama vacía Justo la de Jane. Miro el rostro de Jane para acercarse a su frente y besar de ella. La tapo para que esta no pudiera tener frío, y retirarse de la habitación.

El secreto de los PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora