El secreto de los Potter

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Dos semanas habían pasado, y el rumor del truene de la pareja más aclamada en Hogwarts había sido un escándalo. Cedric parecía no hablar al respecto se limitaba a sonreír y seguir con su camino para encontrarse con su ahora novia cho. Mientras Jane, había estado oculta todos estos días, solo asistía a sus clases para volver a su habitación, había sido una rutina lo bastante complicada para ella pero no podría si quiera salir y encarar a todos mucho menos ver la silueta de cedric acompañada de Cho.

Las chicas se encargaban de llevar comida a la habitación, aunque Jane parecía no dar ni un solo bocado y su figura lo confirmaba. Había estado adelgazando, y eso tenía preocupados a todos. Inclusive al propio cedric que la miraba al final de sus clases, pero no había podido acercarse a ella. No estaba preparado, en realidad ni siquiera sabría cuando lo estaría.

Había caído la noche, el momento que más ansiaba jane en estos últimos días. Bajo con rapidez, corriendo por los pasillos para no ser descubierta. Había tomado prestada la capa de invisibilidad de harry, aunque este le preguntó varias veces para que la ocupaba si no mal recordaba jane parecía odiarla. Había llegado al bosque prohibido, una vez que llegó a Hogwarts le había parecido interesante acercarse y escabullirse en el, lo cual había logrado. El bosque prohibido por las noches lucia aterrador, pero aquello no era suficiente para que jane corriera del temor, a decir verdad solo la hizo interesarse más.

Había estado observando por las noches los dragones que se encontraban encadenados, rugiendo y resoplando. Cuatro dragones adultos, enormes, de aspecto fiero, se alzaban sobre las patas posteriores dentro de un cercado de gruesas tablas de madera. Uno de ellos de color azul plateado con cuernos largos y afilados gruñía. Jane comenzaba a alejarse pero una mano encima de ella la hizo parar
—No deberías estar aquí, o resultarías herida—jane volteo de manera rápida, sus latidos parecieron incrementarle y estaba apunto de soltar un grito. De no ser por Charlie weasley que había tapado con su mano la boca de Jane, para que esta no pudiera gritar.—Tranquila, no soy una amenaza

—No quise molestar, me he perdido—intento excusarme pero una suave risa salió de sus labios
—Te has perdido—soltó burlesco—cinco días son los que te has perdido—las palabras que dirigió charlie hacia jane habían causado un sonrojo de su parte, había estado de curiosa aquellos días observando entre los arbustos los dragones

—soy un poco curiosa—intento explicar
—Tranquila, no te delataré. A tu edad también era muy curioso por ello terminé siendo un cuidador de dragones
—Espero no terminar siéndolo, terminaría siendo devorada por ellos—intento bromar recibiendo una sonrisa por su parte
—Charles Weasley, pero todos suelen llamarme charlie—elevó su mano para que pudiera tomarla lo cual lo hice amablemente
—Lo se, tú cabellera pelirroja me lo afirma—expresó sonriendo—Jane Potter

Charlie al pasar los días se había encargado mientras sus compañeros dormían a explicarle a Jane todo sobre dragones, explicó el nombre de cada dragón que se encontraban cerca de ella, más no la razón del porqué estaban aquí debido a que harry estaba concursando y no quería ser castigado por ello, y Jane pensaba guardar el secreto.

También se había encargado de hacerle saber a Jane, lo descontenta que había estado su madre al que jane no pasara este verano con ellos. Sin olvidar el tema de harry en el torneo, Charlie imitaba el tono de voz de su madre "¡Como lo dejan participar en el torneo, con lo pequeño que es! ¡Creí que abría un poco de seguridad, crei que iban a poner una edad mínima. Se puso a llorar a lágrima viva con el artículo de el profeta; ¡Todavía llora cuando piensa en sus padres! ¡Nunca me lo hubiera imaginado! ¡Pobrecillo!" Al final Molly siempre se preocuparía por el bienestar de los potter.

Ninguna de las chicas se había enterado de mis salidas por las noches, y esperaba que así se mantuviera no necesitaba más dramas en mi vida y que el tener una amistad implicara más rumores.
—He hablado com Sirius, por la chimenea—susurró harry llegando hacia mi una vez que entra a mi habitación sin que nadie pudiera darse cuenta
—¿Que ha pasado?—
—El sabe todo. Sabe que no he sido yo en poner mi nombre en el cáliz, las mentiras de Rita y al parecer no soy el único en desterrarla. De cómo no puedo pasar por los corredores del colegio sin recibir muestras de desprecio, sobre ron.. de su desconfianza y celos y sobre cómo me he enterado por hagrid que mi primera prueba será con dragones

El semblante de Jane palideció, Charlie se encontraba aquí por esa razón. Los dragones eran peligrosos cada uno de ello lo era, no se imaginaba como harry podría combatir si quiera a uno de ellos.
—Harry—jadeó del pánico
—Eso no es lo importante Jane, Sirius me ha contado algo que podría no resultar ser bueno para mi, o para todos. Karkarov, fue un Mortífago. Lo pillaron y estuvo en Azkaban, con Sirius; Pero lo dejaron salir.—explicó rápidamente pero Jane había entendido todo perfectamente—Por eso Dumbledore ha querido tener un auror en Hogwarts este curso...para que lo vigilaran. Moody fue el que atrapó a Karkarov y lo metió en Azkaban.
—Como pueden permitir que él esté aquí—las palabras habían salido de manera rápida de los labios de jane

—Hizo un trato con el ministerio de magia, aseguró que estaba arrepentido, y empezó a cantar.. Muchos entraron a Azkaban para ocupar su puesto, así que allí no lo quieren mucho; Sirius me ha pedido que tenga cuidado con el Víctor, al parecer Karkarov desde que salió no ha dejado de enseñar artes obscuras a todos los estudiantes de Durmstrang—explicó tratando de guardar la calma, después de todo esta situación estaba siendo muy tensa para el.
—Tal vez, él pudo haber puesto tu nombre en el cáliz de fuego. Ese idiota pudo hacerlo—afirmó molesta
—Es lo mismo que le dije a Sirius, pero débela admitir que es un actor francamente bueno. Estaba furioso cuando salí elegido. Él ha querido impedirme a toda costa que participará.—suspiro cansado—Todo es muy confuso Jane, pero no volveré a esconderte nada. Él me ha informado sobre los Mortífagos, él piensa aunque realmente yo lo hago también, ellos parecen más activos; Se desinhibieron en los mundiales de Quidditch, alguno conjuró la marca tenebrosa y eso te lo puedo afirmar he estado ahí y lo he escuchado. Además, el padre de ron nos ha hecho saber que una bruja del ministerio ha desaparecido
—Bertha Jokins, oí sobre aquello. El padre de cedric pareció convencido en que algo malo había ocurrido—

—Sirius ha dicho que ella desapareció en Albania, que es donde situaban a Voldemort según los últimos rumores. Él ha coincidido con ella, en Hogwarts. Por lo tanto sería muy fácil de atraer a una trampa.—
—Eso quiere decir, que Voldemort podría haber averiguado algo sobre el torneo. ¿Eso es lo que ha querido decir Sirius?—preguntó levantándome de la cama acariciando a steve que se había mantenido fijo en la esquina de esta.
—Karkarov podría haber venido obedeciendo las órdenes de Voldemort. No lo sabemos, él cree que la persona que metió mi nombre en el cáliz tenía algún motivo para hacerlo, y no solo eso.. el torneo parece ser una excelente oportunidad para atacarme haciéndole creer a todo el mundo que es un accidente.—
—Visto así parece un buen plan—comentó Jane en tono lúgubre—Esto se torna cada vez peor

—Sobre los dragones...—intento explicar harry pero el grito de Jane lo hizo parar
—Esto es demasiado, harry. No puedo ayudar en absolutamente nada, no quiero saber cómo podrías ser devorado por una de esas criaturas solo por que alguien ha creído que sería divertido poner tu nombre en ese maldigo cáliz—
—Si te parece mejor he discutido con ron nuevamente.—las palabras habían sido aún peor para ella, estaba estresada en aquel tema, ron le agradaba. Y a su hermano loa doraba, y verlos comportándose de aquella manera no era algo agradable de escuchar, y muchos menos cuando harry le había contado todo lo sucedido aquella noche
—El se ha preocupado, y tú le has arrojado una estupida insignia en la frente. Harry no eres más un crío, debes arreglar esto. Ese no es el comportamiento que nuestra madre no permitiria—exclamó molesta
—Ahora solo debo de enfocarme en la primera prueba, no en ron.—