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Es increíble, le supliqué que este año tuviera más cuidado. Pudo haber muerto, peor aún pudieron correrlo de Hogwarts.—bramó molesta después de ser llamada a la dirección junto harry, el cual por lo visto había recibido un buen regaño debido a que había llegado a Hogwarts con el auto encantado de los weasley, y no solo eso había causado un desastre en el sauce boxeador, lo cual logró que mi desesperación incrementara.

—No lo culpo, ese sauce boxeador no me brinda confianza.—interpuso alicia , una mirada expectante de mi parte fue suficiente para que se remordiera incómoda ante sus palabras.—Harry debe tener más cuidado

—Jane, no pasarás otro año así.—la voz de súplica de angelina no tardo en escucharse. Pociones era nuestra siguiente clase, y no pensaba llegar de mal humor; no pensaba salir baja en ninguna materia en especial en pociones, no me lo permitiría. Guardo silencio una vez que entramos, angelina pareció dejar el tema aún lado saludando a los chicos que estaban dentro en sus respectivos lugares.

Resultaban ser aún más sociales que yo, que al contrario prefería esconderme en algún rincón y prestar atención. No había sido mi fuerte charlar animadamente con otras personas, no si se tratase de algún proyecto. Alicia llegó alado de angelina, su afán de seguir con los cotilleos en Hogwarts no pensaba marcharse, si no incrementarse.
Iré a tomar asiento con Stuart, ¿no te molesta?.—preguntó katie
Niego rápidamente
disfruta de su compañía, aunque soy mejor compañera de pociones que el.—expresó entre risas recibiendo un beso en la mejilla por su parte.

El romanticismo en nuestra edad resultaba ser un tema que no pensaba marcharse, angelina había superado la decepción que había obtenido con fred hace un año, aunque aún seguía observándolo discretamente cosa que nadie podría reclamar, alicia parecía estar más interesada en la vida personal de todos en Hogwarts, que en la suya pero no podría quejarse resultaba ser interesante ser la primera en enterarse de todo los acontecimientos del lugar. Katie había estado conversando en vacaciones con un chico de Ravenclaw llamado Stuart, mantenían cosas en común, algo que le había alegrado a katie y no tardo en sentir cariño hacia el. No la culpaba, el amor resultaba ser inesperado.

Estaba tan concentrada en los libros que ojeaba sin parar, que no había notado como una bola de papel caía en mi cabeza haciéndome gruñir. Observó en dirección a mis amigas, pero todas parecían estar sumidas en sus conversaciones como para siquiera aventarme una bola de papel, una risa provocó que mi mirada se cruzase con ciertos pelirrojos y dos chicos que podía reconocerlos nuevamente.
Podrían dejar de utilizar mi cabeza como su diversión.—murmuro molesta volviendo mi vista hacia la pequeña libreta que mantenía en mi lugar
Es solo una broma, Jane. Nada personal.—soltó con entusiasmo fred

Las palabras de fred habían sido un susurro para mi, al cual ignoré rotundamente. Los pasos provenientes en la entrada aseguró la llegada del profesor snape, toda habían guardado silencio una vez que el profesor llegó a su mesa y observó a todos los presentes.
—Gryffindor diez puntos menos, weasleys deberían dejar de utilizar bolas de papel para lanzarlas a su compañera y comenzar a utilizarlas en los apuntes que harán extras esta tarde.—exclamó observando a los pelirrojos gruñir en voz baja. A lo cual sonreí, no me agradaba el hecho que mi casa perdiera puntos por el mal comportamiento de algunos, pero había sido un buen castigo para ellos.—Abran sus libros en la página número setenta y dos

—Profesor, la poción del olvido la hemos visto en primer año fue nuestra prueba final.—sentenció un chico de Ravenclaw llamando la atención del profesor el cual arrugó la cara antes de contestar su pregunta
—Dígame joven Crouch, ¿que materiales se necesitan para esta poción?.—preguntó sin dejar de mirarlo a los ojos. El chico parecía dudar, miro a su compañero esperando que este pudiera ayudarlo, al parecer no era el único en no recordarlo.
Veo que tiene una buena memoria.—espetó con frialdad.—Volverán a repetir la poción, hasta que el señor Crouch pueda aprenderse los materiales que necesitan

El chico terminó recibiendo burlas de sus compañeros, y un par de comentarios negativos respecto a su ineptitud. Aunque yo era la única que lo agradecía, tenía información acerca de la poción del olvido, había leído libro tras libro de pociones; lo cual resultaba más interesante debido a que podría aprender pociones de años anteriores, y realizarlas sin problema.

Tomó el pequeño caldero que mantenía en mi mesa, observó el libro unos segundos para asegurarme que materiales debería llevar a la mesa. Con cuidado tomó agua de rio Leteo, intentando no salpicar nada. Tomó un poco de bayas de muérdago, terminó con unas ramitas de valeriana. Me acerco a mi respectiva mesa sin observar a mi alrededor, el caldero se encontraba listo para comenzar a realizar aquella poción.
—dos gotas de agua de rio leteo, son suficientes.—susurro introduciendo dos gotas hacia el caldero.—Solo veinte segundos

No había querido distraerme comenzando con otro material, había preferido esperar a que los veinte minutos pasaran y quitar el caldero para continuar. Añado dos ramitas de valeriana a mi caldero, mezclando tres veces a la derecha sin ocasionar ni un error. Ondeó mi varita, dejando preparar por un tiempo aproximado de unos minutos. Colocó dos ingredientes estándar del mortero, junto a cuatro bayas de muérdago.
Jane, podrías darme un poco.—la voz inquieta de george sonó, asiento rápidamente entregando un poco de bayas que me había sobrado, al final estaba a punto de terminar la poción y no las necesitaría, por lo cual se las entregó.—Fred, se está volviendo loco. Ha echado a perder dos pociones

Río incrédula observando de reojo a george que miraba curioso mi poción
Resulta ser una de las pociones más sencillas, incluso ya la ha realizado antes ¿porque ahora le resulta complicado?.—expresó justo cuando comienzo a machacar un polvo fino.
—Tiene una mala memoria, como la mayoría de los que nos encontramos aquí.—recalcó con diversión.—en fin, gracias iré a revisar que no eche a perder otra más

La cabellera pelirroja de george se había perdido de mi campo de visión, ahora solo me concentre en mi caldero, agregó dos pizcas de la mezcla que acababa de triturar revolviendo cinco veces a la izquierda, ondeó mi varita completando mi poción. Había resultado ser aún más sencillo de lo que imaginaba, sonrió en vista de mi resultado esperando impaciente al profesor snape que inspeccionaba las pociones de mis compañeros.
—Señorita Johnson, esto no se acerca siquiera a una poción. Ha revuelto todo menos los materiales indicados.—exclamó con desinterés observando su poción una última vez. Se inclinó hasta la poción de alicia la cual observaba su rostro con suma preocupación.—Señorita Spinnet, me ahorrare mis comentarios para no hacerla sentir mal, aunque lo único que podría es que es algo desagradable

Me encontraba relajada incluso cuando el rostro del profesor snape parecía mirarme, sabía que había hecho un buen trabajo. Por lo cual no tenía porque sentir nervios ante su presencia o lo que pudiera llegar a decir. El profesor snape inspeccionó mi caldero, tomó su varita para rectificar si aquella era una poción adecuada, dejó de mover su varita para observarme con ilusión.
—Señorita potter, ha llegado a Hogwarts apenas hace un año y ha resultado ser más inteligente que sus compañeros los cuales han llegado desde Los once años. 30 puntos para gryffindor.—exclamó volviendo a dirigir su vista a los demás alumnos.— No necesitaré inspeccionar su poción jóvenes weasley, sus rostros me hacen saber que no han siquiera terminado de juntar sus materiales. Ahora salgan de aquí todos

Observaba como todos se marchaban dejando los utensilios aún en las mesas, sabía perfectamente que el profesor snape podía asegurarse de mantener todo en orden. Pero no era algo que fuera correcto, estaba segura que estaba por dar otra clase y no pensaba dejar mi trabajo al profesor puesto a que yo misma había desacomodado. Tomó los materiales sobrantes regresándolos a su lugar, posteriormente limpio mi caldero para poder llevármelo junto a mis libros, limpio con cuidado con ayuda de magia la mesa donde había estado hace unos momentos para finalmente observar todo con satisfacción.

—Esto no hará que de más puntos para gryffindor, señorita potter.—dijo el profesor snape murándome despreocupado en su lugar

—Lo se, no lo he hecho por eso.—respondo sin más preámbulo observando el rostro de sorpresa de snape.— Hasta luego profesor

Las palabras de jane junto a su pequeño acto habían sorprendido al profesor snape, observó a la señorita potter marcharse no sin antes sonreírle en despedida, aquella sonrisa que no había olvidado. La viva imagen de Lily Evans se encontraba presente en Jane.

El secreto de los PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora