El Rescate (Killua Y Tu) HxH Fanfic

75. Similares

____(t/n) PoV.

Celeste me llevó a una especie de cueva rocosa, donde Kurapica esperaba. Cuando llegamos se sentó en el suelo y cerró los ojos para dormir mientras nosotros entrenabamos. Mi amigo se me acercó.

—¿Cómo estas?

—Estoy bien —, mentí— no te preocupes.

El solo me observó sin decir nada. No me creía y era obvio porqué. Él habia visto como el pánico me consumía en el pasillo de la prisión al punto de dejarme inmovil. Pero no iba a insistir, así que cambió de tema.

—¿Crees que puedes mostrarme una de las flores? —me pidió. Yo suspiré asintiendo. Entrenar me ayudaría a no pensar en cosas terribles.

—Lo intentaré, aunque hasta ahora no soy capaz de controlarlas...

Cerré los ojos y me concentré. Recordé lo agradable que se sentía el sol sobre mi piel, y lo débil que me encontraba ahora que no me iluminaba.

—¡Ahí, lo hiciste! —celebró Kurapika. Yo me sorprendí de que fuera tan simple. Quizas tenia que ver con mi estado de ánimo.

Kurapika se acercó a la flor y cuando estuvo lo suficientemente cerca, esta brilló. Él dio un salto hacia atrás.

—Estaba absorbiendo mi nen...— dijo impactado.

—Lo siento, no puedo controlarla —me disculpé. La flor desapareció al tiempo en que sentía como el nen de Kurapika entraba en mi cuerpo.

—¿Puedes hacer más? —pidió él. Yo asentí y me concentré. Otras 5 flores aparecieron.

Me di cuenta de que varias flores se giraron de repente hacia un muro de roca y brillaron. Sentí calidez en el cuerpo.

—¿Qué hay ahí? —le pregunté a Celeste.

—¿No les dije? Estamos en una cueva de la falda del volcán.

Eso explicaba la dirección de las flores. De repente, comencé a brillar sin quererlo. Las flores estaban absorviendo energía en exceso.

—Necesito liberar esto —me puse nerviosa— o quitar esas flores de ahí.

Pero no podía desvanecerlas, las flores parecían sedientas de energía. Recordé como había perdido el control de mis poderes el día en que se llevaron a Yuki y a mamá.

—No puedo, no funciona! —me afligí después de volver a intentar. No podía borrar los gritos de pánico de mi hermanita de mi mente, y la imagen de la cabeza de mi madre sangrando... Me estaba desesperando. Sentí como mi cuerpo comenzaba a sobrecargarse. Tenia que acabar con esto ahora— ¡las cortaré!

Pero al arrancar una de ellas, explotó en mi mano. Las otras también explotaron como en cadena. Solté un alarido de dolor y la energía salió despedida de mi cuerpo hacia el muro de roca, haciendo un gran agujero.

La mano me ardía y estaba sangrando. De no ser capaz de absorber energía probablemente ya no tendría mano. La acerqué a mi cuerpo llena de frustación. Habia perdido a mi familia y todos mis esfuerzos por salvarlas en ese entonces habían sido inútiles. Y ahora a pesar de todo lo que había hecho, seguía siendo una inútil. Ya no aguantaba todo esto. Era demasiado. Sentí lagrimas de impotencia caer por mis mejillas.

Caí de rodillas y grité de nuevo ya no siendo capaz de soportar. El dolor de mi mano y el dolor de mi alma eran demasiado. No podía seguir pretendiendo que las cosas estaban bien. Me sostuve la cabeza con la mano sana. La tristeza y la frustación se apoderaron de mi. Seguramente nunca las encontraría, sin importar cuando me esforzara o a cuanta más gente pusiera en peligro... Yo solo era un iman de problemas.