66. Confianza

714 83 21
                                    

Killua PoV

Cuando el rayo me golpeó, caí a cubierta. Sentí como la vida volvía a recorrerme cada fibra del cuerpo.

Dirigí la vista hacia adelante solo para distinguir en el horizonte una mancha oscura, emergiendo como de las profundidades del mar embravecido. Isla Tormenta se hallaba al fin a mi alcance.

Corrí hasta ___(t/n) al ver que una gran ola golpeaba al barco, haciendo que el mar arrasara furioso con todo a su paso. Todo lo que no estaba atado o atornillado al suelo de la cubierta salío disparado hacia afuera. Ella habia sido golpeada de frente por la ola, y ahora intentaba ponerse de pie. La ayudé rapidamente; habia vuelto a ser brillante.

Me miró con miedo en los ojos.

- Killua, ¿estás seguro de que esto funcionará?

- Lo hará, no temas - le respondí. No habia espacio para dudas o reconsideraciones, ese barco había zarpado hace mucho.

La misma noche en que habíamos abordado el barco, y luego de que todos los piratas fueron encerrados en la bodega; trajimos a Nakamura y a Celeste a la cubierta para que respondieran directamente a nuestras preguntas. Él debia darnos una verdadera razón para mantenerlo con vida.

- ¿Y bien? ¿Como sacamos de ahí a mi madre y a mi hermana? - le había preguntado ___(t/n).

- Eso depende. Si ellas siguen ahí yo los llevaré lo más cerca de las bodegas que pueda. Pero si ya fueron vendidas, entonces necesitaremos a Celeste.

- Si claro, solo entramos caminando a la isla y te seguimos, pan comido - Kurapika rodó los ojos - entrar ahí sin ser detenidos será practicamente imposible...

- De hecho no lo es - lo contradijo Nakamura - lo dificil no es entrar a la isla, es salir.

- Explicate - espeté impaciente.

- Cada vez que hay marea alta, este y muchos otros barcos con prisioneros salen de la costa y se encaminan hasta Isla Tormenta. La meta es que lleguen todos, vendedores y compradores, antes de la noche de media luna, cada 14 días; ese día se realiza la subasta. Isla Tormenta es solo una de cinco islas de contrabando ilegales del continente, y la más occidental. Junto con Isla Margarita, Isla Cabo, Isla Tritón e Isla Esmeralda forman lo que los traficantes llaman-

- La Estrella Negra... - dijo sorprendido Kurapika - he oído muchas veces de ese sombrio lugar. Allí se trafica de todo: drogas, órganos, hay lavado de dinero y casinos ilegales... Es un lugar nefasto...

- Cualquiera que llega a Isla Tormenta puede entrar a vender y a comprar. Pero para salir necesitas un código. El código que se da a todos los que hacen negocios en la isla; ese cambia cada 14 días. Por eso me necesitan.

- Bien - Leorio se acercó a Nakamura que permanecía atado de manos - supongamos que te creo. Vamos directo hacia el este por 5 días, llegamos a la isla y logramos entrar. ¿Qué harás si las familias de nuestros amigos ya no están ahí?

- Celeste les ayudará a encontrarlos, aun que para eso necesitaríamos los registros del edificio de contraloria.

- ¿Y ella no puede simplemente traerlos aquí ahora? - preguntó Gon.

- No es tan simple - respondió ella, que habia permanecido en silencio hasta ese momento - mis poderes solo funcionan para transportar personas hasta cierta distancia. Un radio de 7- 10 km a lo mucho. Ademas, aun que puedo localizar a todos a quienes he marcado, es muy difícil recordarlos si no los he visto hace mucho tiempo.

- Y estos... registros de contraloría ¿te ayudarían a encontrarlos?

Ella asintió.

El agua me caló hasta los huesos, haciendo que se me congela la carne y trayéndome de vuelta al presente. El viento nos daba ahora de frente como cortándonos la piel. Con razón la condenada Isla se llamaba Tormenta.

___(t/n) temblaba entre mis brazos, congelada de frio.

Un ultimo rayo brilló en el cielo, como dándole fin a la tempestad, y el viento recio comenzó a calmarse, al igual que las olas. Ayude a ___(t/n) a ponerse de pie y la llevé conmigo a la la cabina del capitán, donde habia encerrado al idiota de Nakamura.

- Espero que tu maldito plan funcione, y que no estes inventando nada de esto - lo amenacé agarrándolo de la ropa. Vi como palidecía de miedo.

- Ju-juro que todo lo que dije era cierto, los ayudaré a entrar y salir - contestó aterrado.

Leorio se lo llevó hasta el timón, y el resto nos reunimos en la ahora empapada cubierta. Nos acercábamos a la isla y vimos otros barcos surcando el mar hasta la costa. Estábamos a punto de adentrarnos en la boca del lobo. Una guarida de rufianes, y si se enteraban de que nuestros planes eran asaltar su preciosa isla de trafico, en instantes todos estarían tras nosotros.

- ¿Te estas echando para atrás ahora, Albino? - Touma vió mi cara de preocupación.

- Por supuesto que no, Fósforo encendido - apreté los puños - tengo ganas de dar unos buenos golpes a todos estos desgraciados.

- Te entiendo - me dijo Gon - todos ellos vienen a vender y a comprar personas... ¿Hay algo más repugnante que eso?

Vi en sus ojos arder una ira que hace tiempo no aparecía.

- Como me gustaría desbaratar toda esta maldita isla - los ojos de Kurapika se volvieron rojos como el carmín, y recordé de pronto lo que le habia ocurrido a su pueblo.

- Con gusto te ayudaría - le dijo Touma - por mi hermanita; no me molestaría ver a Ishida morder el polvo y tras las rejas... o muerto si se puede...

- Deshaganse de Ishida y les ayudaré a cumplir sus deseos - escuchamos a Celeste tras nosotros. Estaba observándonos con los brazos cruzados.

- ¿Qué? - Kurapika se giró hacia ella, incrédulo. ¿A caso la pirata estaba dispuesta a traicionar a Ishida y ayudarnos?

- Perdí mi libertad por su culpa y ahora estoy obligada a trabajar para él de por vida; mientras el comercio en esta Isla perdure... Si lo matan a él o destruyen la isla, entonces cuenten conmigo.

- ¿De verdad esperas que te creamos?

- Escuchen grupo de flaquitos - dio un paso hacia nosotros - jamás se los habría ofrecido si no creyera que pueden hacerlo. Pero ahora que ví de lo que son capaces, comienzo a pensar que tienen oportunidad. Despues de todo, no cualquier barco atraviesa la tormenta, y ustedes aun sin saber el atajo seguro lograron mantener este navío a flote. Tienen merito...

- ¿Estas diciendo que crees que podemos detener a Ishida?

- Estoy diciendo que son los primeros que conozco que podrían tener una oportunidad. Y como dije; ya estoy harta de trabajar para él, todo este ir y venir entregando almas al infierno me tiene enferma...

Nos miramos sin saber que responder. A pesar que de la ayuda de Celeste nos hacia mucha falta; todo podía ser un simple plan para entregarnos a Ishida y salvar su vida y la de Nakamura a cambio de nosotros...

- Yo te creo - le dijo de pronto ___(t/n) - si quieres ayudarnos te libraremos de lo que sea que te ate a Ishida, o a esta isla.

- Tambien yo te creo - agregó Gon - porque sabes muy bien de lo que somos capaces y sería muy estupido de tu parte si nos mintieras. Creo que entiendes que tendríamos que acabar con tu vida y hallar otra forma de encontrar a la familia de ___(t/n).

- Se muy bien que ante la primera duda sería el Albino el que me arrancaría la cabeza - dijo ella levantando las manos - si deciden confiar en mi yo confiaré en ustedes.

Kurapika me miró y yo asentí. Si ___(t/n) y Gon confiaban en ella, entonces lo dejaría estar.

No pasó mucho más tiempo cuando escuchamos a Leorio pidiendo que bajáramos las anclas.

Habíamos llegado.

_____________________________________
Lamento el retraso en este capítulo!
Gracias por sus comentarios y votos y lecturas y todo el cariño que está recibiendo la historia ❤️

Pregunta:
¿Ustedes confiarían en Celeste?

El Rescate (Killua Y Tu) HxH Fanfic Donde viven las historias. Descúbrelo ahora