82. Tendrás que Escoger

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 **La foto del multimedia es la preciosa Celeste**. 


GoV PoV

Finndé le indicó a Celeste que se sentara en el suelo junto a mi.

—Tienes suerte de que no pueda controlar a más de tres personas a la vez —le dijo.— Pero, no entiendo, ¿desde cuanto te importan tanto estos sujetos como para entregarte y salvar sus vidas?

Celeste solo bajó la mirada.

—Vamos, Celeste, sabes que odio no saber como los demás piensan. Me pone ansioso no entender.

— Aun que te lo explicara, no lo entenderías, Finndé —afirmó ella.

Finndé puso los ojos en blanco.

— Y, dime, ¿Cuál era exactamente tu plan para sacarlos de aquí? Sabías que no podrías salir, pero entraste de todos modos. ¿Hay una forma de atravesar las auras de la que no se?

—No. No tenia un plan para sacarlos...

—Entonces ¿por qué viniste?

—No lo se...

—No mientas —se molestó él— no puedo leer tu mente, pero se distinguir cuando alguien miente.

Celeste, que continuamente dirigía su vista hacia el oeste reposó sus ojos en él fijamente.

—Son mis amigos, Finndé. Ellos se han arriesgado por mi, me han cuidado, harían lo mismo si fuera yo la atrapada.

—Pero solo son un par de cucarachas prisioneras... —Finndé frunció el ceño.

—Creo que olvidas que una vez fui esclava, y tu también.

—¡No te atrevas a compararme con la escoria! —él se puso de pie molesto y dio un golpe seco con la mano en la mesa— Mi hermano y yo fuimos escogidos y pulidos por el jefe. El nos eligió.

Celeste negó con la cabeza, no tenia caso discutir con Finndé. Me observó preocupada, luego a Kurapika y a Leorio.

Finndé se acercó a la ventana, desde donde se podía ver el coliseo a la distancia. Las espesas nubes de lluvia cubrían el cielo, y descargaban con ira todo su contenido sobre la isla.

Las luces del Coliseo se encendieron. Pronto se reanudaría el torneo. Recordé lleno de pánico que Killua estaba en peligro. Sin importar su contrincante de hoy, era posible que lo mataran al poner un pie en la arena. Debia haber una manera de evitarlo...

Me fijé entonces en como Finndé miraba fijamente hacia el coliseo, extrañado.

—Pero, ¡¿Qué-?!

Los vidrios de todas las ventanas de la habitación explotaron saliendo despedidos en todas direcciones con un estruendo descomunal. Una onda expansiva sacudió la habitación, derribándonos; y despidió a Finndé hacia atrás varios metros. Él se golpeó en la cabeza con uno de los pilares y sangrando, calló a tierra inconciente.

Yo no lograba oir nada más que un fuerte pitido en el oído izquierdo y con esfuerzo logré apoyarme en mi brazo. Había recuperado el control de mi cuerpo, pero lo que fuera que había explotado nos habia golpeado tan fuerte que aun me sentía mareado.

Celeste se acercó a mi con dificultad y movió la boca, pero a penas y pude oírla.

—Estoy bien —dije respondiendo a la que imaginé, fue su pregunta. Ella entonces se dirigió hacia Kurapika y Leorio, y yo me arrastré hasta ellos.

El pitido se disipó.

—¿Leorio? —lo moví temeroso.

Abrió los ojos.

El Rescate (Killua Y Tu) HxH Fanfic Donde viven las historias. Descúbrelo ahora