69. Va a pagar por esto

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___(t/n) PoV.

Era un lugar oscuro y húmedo. Podíamos escuchar las goteras del techo formando charcos en el interior de los pasillos. Ningún otro ruido surcaba el ambiente. Intentamos que nuestros pasos no quebraran el silencio.

Kurapika se adelantó por el pasillo hasta el final y dobló a la izquierda; Touma lo siguió y yo cerraba la marcha. Celeste nos había dejado en el interior de los calabozos, evitando la cabina de los guardias. Cerró el agujero tras nosotros repitiendo que en exactamente 5 minutos lo volvería a abrir, asi que debíamos ser rapidos.

En toda la isla había 6 grandes calabozos. Hoy revisaríamos dos de ellos. Kurapika, Touma y yo en el A, Akira, Gon y Leorio en el B. A pesar del escandalo que había armado, no dejamos venir a Killua. Todos concordábamos en que él debía descansar y prepararse para lo que venía, así que se quedó con Celeste en la habitación, durmiendo.

Avancé impaciente por el pasillo hasta que llegamos a las celdas.

- ¿Meiko? -Touma susurró el nombre de su hermanita en la oscuridad.

Escuchamos murmullos de chicas, pero nadie respondió. Kurapika encendió su linterna y apuntó hacia adentro.

Lo que vi me rompió el corazón. Unas 10 chicas se apiñaban en una esquina de la celda, las podíamos ver por entre los barrotes; sucias y encadenadas, se cubrían de la luz de la linterna con las manos. Nadie, jamás debería vivir en una condición como esa. Pero Meiko no estaba ahí.

Por la expresión de los muchachos pude darme cuenta de que a ellos también les indignaba. Kurapika apretó los puños y Touma apartó la mirada.

Me acerqué llena de enojo a la puerta de la celda, intentando abrirla. Por supuesto, era inútil si no usaba mi fuerza. El sonido del metal hizo eco en el pasillo.

­-Basta, solo harás que nos descubran -me detuvo Kurapika, que debía estarse odiando por decir eso.

-No puedo dejarlas aquí -le rogué. Me pregunté en que iluso momento creí que solo encontraríamos a nuestras familias y nos largaríamos. Si me iba sin toda esta gente... sin siquiera intentar salvarlas, nunca podría volver a dormir en paz.

Tauma apretó la mandíbula seguramente reprimiendo un grito de angustia. Meiko probablemente estaba en las mismas condiciones. Pensé en mi madre y en mi hermana. Touma volvió a llamar a Meiko avanzando por el pasillo hacia las siguientes celdas.

-Yo... voy a volver, intentaré sacarlas -prometí antes de alejarme siguiendo a los muchachos.

Llamé a Yuki y a mamá. Pero no estaban ahí, ni Meiko tampoco.

-Nos quedan 30 segundos, debemos volver ahora -Kurapika nos miró impaciente. Habíamos registrado todo y a cada segundo mi horror aumentaba ante las condiciones de aquellos prisioneros. Delgados hasta los huesos, sus ropas hechas girones, algunos tenían marcas de azotes en las piernas y la espalda. En algunas de las celdas habían niños. Era inhumano.

Sintiendo como el remordimiento me carcomía el alma, regresé junto a los muchachos al punto donde el portal de Celeste se abriría. Touma parecía deshecho.

-Los encontraremos ­­-Kurapika nos alentó- y de paso destruiremos este horrible lugar.

Saltamos por el portal de regreso a la habitación solo para encontrarnos con el rostro afectado de los demás. Simplemente negaron con la cabeza; tampoco las habían encontrado. Nadie se atrevia a decir nada, lo que habíamos visto era espantoso, ninguno de nosotros estaba listo para afrontar algo así ni lo habría estado jamás.

-Ellos... ni siquiera pidieron ayuda al vernos...-Akira calló de rodillas, con los brazos sobre el estomago. Gon se arrodilló junto a ella y la abrazó.

El Rescate (Killua Y Tu) HxH Fanfic Donde viven las historias. Descúbrelo ahora