Permanecí en silencio, enternecido de su historia y de la razón por la que no exponía su nombre.
De repente la puerta se abrió, sacándome de mi ensoñación. Uno de los guardias de seguridad asomó su cabeza pelona.
—Le voy a pedir de manera amable que se retire de aquí, no puede estar en este lugar —el hombre solo me miraba fijamente a mí.
«¿Y qué hay de ella?» pensé en su momento.
—Disculpa, salí a fumar, pero ya ingresaré.
—Vamos —dice la chica poniéndose de pie.
Fui detrás de ella y el hombre cierra con llave la puerta a mi salida.
—Gracias por comprender, ¿quiere que le ayude en algo?
Negué con la cabeza.
—Vamos a la barra y después busquemos un lugar libre —le dije a la desconocida y fue su turno de seguirme.
Pedí una botella de agua para ella y sólo tragos para mí.
Justo en una esquina, la mesa era solo nuestra.
—No entiendo, como perdiste a Rayco.
Pone sobre la mesa su mano y observa su muñeca, cuando me lo cuenta, me da más tristeza su historia.
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Días nublados
Cerita PendekHay momentos en la vida que nunca entenderemos por qué nos ocurren, como: ¿por qué perdí mi suéter favorito? ¿por qué se cayó mi comida al suelo? ¿por qué el semáforo tardó tanto en cambiar? ¿por qué el chofer del autobús no me esperó si estaba apre...