—Joohyun te amo pero esto es demasiado, querida. Son las seis de la mañana
—No te quejes, a esta hora llegas de tus fiestas
—Discúlpame pero hay una considerable media hora de diferencia.
Los eventos deportivos siempre habían sido sus favoritos excepción de aquellos que te obligaban a salir de la cama antes de la siete, pero aquel evento era mucho más importante que otros, el hijo del presidente iba a competir junto a su equipo en remo. Joohyun tomaba las fotos para las notas periodísticas del blog, le escogía, las editaba y las mandaba, ese era su trabajo, pero lo que más le gustaba de asistir a los eventos deportivos y que el presidente y su hijo estuviesen presentes, era por una sola razón.
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Joohyun tomó su cámara y no pudo evitar fotografiar al jefe de guardaespaldas del presidente, Woo Dohwan. Sonrió inconscientemente cuando vio su foto, su mandíbula marcada, sus lentes negros, su cabello perfectamente peinado y su seriedad. Era un hombre que sin duda consideraba encantador.
—Lo sé, tan cercano pero al mismo tiempo inalcanzable. —Solo pudo rodear los ojos ante el comentario de su amiga.
—No digas estupideces "Gi"
Comenzó a tomar fotos del evento, de los competidores, del presidente, de su hijo y de todo lo que podía, muchas veces se acaba la capacidad de su cámara por la cantidad de fotos que tomaba y siempre se consideraba afortunada por tener el permiso de asistir a dichos eventos, no muchos periodistas acreditaban para hacerlo.
—Querida, iré a comprar una botella de agua que me estoy deshidratando. —Joohyun asintió sin despegar la cámara de su rostro y al ser una chica tan observadora pudo notar como Dohwan comenzaba a comportarse extraño, como si estuviese inquiero por algo o por alguien.
Joohyun sin darle mucha importancia siguió fotografiando a los competidores, incluso al público que gritaba eufórico, pero todo cambio cuando muy cerca de ella alguien disparó un arma. El estallido provocó un zumbido en sus oídos e inmediatamente los gritos se hicieron presentes y el escándalo, Joohyun se agachó para protegerse de alguna bala perdida.
Dohwan cubrió al presidente y a su hijo mientras buscaban de donde provenían los disparos, sus ojos comenzaron a viajar por cada rincón del lugar sin tener éxito, sus manos se aferraban al arma con tanta fuerza que estas se pusieron blancas.
Joohyun, sin soltar su cámara y por el instinto de periodismo, comenzó a tomar fotos sin moverse de su lugar, el zumbido poco a poco fue sustituido por los gritos de los espectadores quienes corrían a su alrededor aterrados. Corrió tras una banca cerca del río para que nadie la pudiera pisar o empujar mientras tomaba las fotografías.
Con el corazón casi en la garganta y las manos temblorosas, Joohyun terminó por cubrir su rostro con la cámara al escuchar otro disparo. Y lo último que vio fue a un hombre con un arma huyendo de la escena, su rostro estaba cubierto mientras corría y los dedos resbaladizos de la pelinegra presionaron el botón para tomar una foto.
