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𝕱𝖆𝖎𝖗𝖞 𝖙𝖆𝖑𝖊
En el pequeño festival de las luciérnagas se encontraba una joven, hermosa de pies a cabeza, su belleza era considerada irreal, muchos de ellos juraba que aquella chiquilla era la hija del diablo, pues creían que nadie podía nacer y ser tan hermoso al menos de que algo oscuro este dentro de ella.
Su nombre es Chungha, la hija de un feliz matrimonio de pescadores.
Trabajadora, humilde y siempre sonreía pese a los malos tratos que recibía.
Una mañana, Chungha despertó y cayó en cuenta que se encontraba sola, sus padres no la habían llevado consigo a trabajar. Esperó tres días y tres noches a que volvieran, pero no lo hicieron. Ellos habían sido tragados por el leviatán y ahora su espíritu yace en corriendo entre las olas del mar.
Eso hizo que el pueblo entero la considerara maldita.
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Esa noche, en el festival Chungha fue tratada de la peor forma, nadie la quería cerca, la humillaron, le gritaron y la corrieron del pueblo. Nadie quería a la hija del Diablo en su festival.
Esa noche, Chungha vagó por el camino rocoso rumbo a un acantilado, las lágrimas cubrían sus preciosos ojos, Chungha no sabía qué hacer ahora que ya no tenía un lugar donde vivir.
Su precioso vestido se llenó de lodo y hierbas mientras se sentaba en una roca y escuchaba el mar golpear las rocas del acantilado.
—Es una pena que alguien tan lindo llore bajo esta luna tan hermosa
Su voz la obligó alzar la cabeza en busca de su dueño. Y un hombre vestido de negro apareció frente a ella.
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