... La puerta se abrió de golpe y Jinyoung no dejaba de gritar el nombre de Jisoo, la simple idea de que algo malo le hubiera pasado le carcomía el alma.
—¡Jisoo! —Gritó pero no obtuvo respuesta—. ¡Jisoo! —No había señales de ella. Preocupado, corrió hasta su estudio —¿Dónde...
Sus ojos viajaron por las gotas de sangre en el suelo y en las paredes y una inmensas ganas de llorar se hicieron presentes. La preocupación superó cualquier otra cosa que jamás había sentido.
Negó rehusándose a creer que algo malo le hubiera pasado.
—¡Jisoo! —Gritó nuevamente su nombre. Necesita salir a buscarla, no iba a detenerse hasta encontrarla.
—¿Jinyoung?
Su voz lo obligó a detenerse justo antes de cruzar la puerta. Se giró y observó a Jisoo bajando las escaleras, usando aún el vestido negro de esa tarde, su cabello se encontraba en perfecto estado y la seriedad en su rostro nunca la abandonó.
Pero el alivio llegó casi de inmediato. Parecía que por fin pudo respirar y un peso enorme en sus hombros se liberaba.
Y sin pensarlo, corrió hasta ella subiendo las escaleras en grandes zancadas y sin darle la oportunidad de reaccionar, la abrazó.
La abrazó con tanta fuerza que Jisoo se sorprendió. Nuevamente su corazón se estrujó y todo su cuerpo se dejó llevar por el cálido abrazo de Jinyoung.
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—Gracias al cielo estas bien —Susurró aliviado mientras ejercía más fuerza en su abrazo. No podía con la idea de que algo le pasara. Se separó de ella y la miró directamente a los ojos encontrándose con una mirada llena de confusión y sorpresa —¿Estas herida? —Tomó su mano notando una herida en la palma de esta.
Esa simple herida había sido suficiente para hacerlo sentir mal. Si tan solo hubiera llegado antes...
—Esa mujer...
—¿Dónde está? ¿Dónde está esa mujer?
—Se fue
—¿A qué hora? ¿Cuándo? —Jisoo se llenó de desilusión, la forma en como preguntaba por ella, furioso, ¿preocupado? No lo sabía, lo único que sentía era un hueco en su pecho que comenzó a crear un vacío en su interior. Jinyoung desesperado por su respuesta, la agitó—. ¡Vamos Jisoo responde!
—Recién...
Tenía que encontrarla. Eso fue lo siguiente que cruzó en su cabeza. Estaba tan furioso que no notaba la tristeza y decepción en el rostro de la pelinegra.
Se giró dispuesto a salir en su búsqueda, pero Jisoo lo detuvo.
—¿Viniste a buscar a la paciente que escapó? ¿No viniste por mí? ¿No por qué me extrañabas? —Susurró con tanto dolor en su voz que Jinyoung lo notó. El brillo que sus ojos solían reflejar cuando estaban juntos, se extinguió tan rápido como sus palabras salieron de su boca. Jisoo presionó sus dientes y el hueco en su pecho comenzó a doler—. Siempre pusiste a tu hermano antes que a mí... —Jinyoung la miraba sin palabras que pudiera salir de su boca—. Y hasta un paciente es más importante que yo para ti
