Capítulo 19

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Yo sola no puedo contestar a esas preguntas, ni siquiera sé que pensar sobre si en un futuro eso llegara a pasar. Trato de sacar mis propias resoluciones para esto. Anne que tenía hijos tuvo que pensar doble, por ella y por sus hijos. Si no tienes hijos, pues solo lo mandas a la mierda, pero si los tienes... Tienes que aguantar todo para que a él o a ella no le falte la figura paterna.

Necesito hablar con Harry, necesitamos hablar de lo que paso. Me levanto del sofá, mis piernas se han dormido y mi trasero duele de tanto tiempo estar sentada. Subo las escaleras hacia su cuarto, una vez que abro la puerta, el sigue tirando en la cama, solo que ahora se ha rodado a mi lado. Sonrió y me acerco despacio y sin hacer ruido, me tiro en la cama, cerca de su cuerpo y admiro su belleza.

Sus labios, esos labios que me vuelven loca, sus cejas, sus naturales y perfectamente delineadas cejas, su nariz puntiaguda, sus anormales pestañas largas, el revoltijo que tiene por cabello. Su cabello es más largo ahora, no se lo ha cortado en un buen tiempo, así que ahora las puntas llegan casi a sus hombros.

Recuerdo aquel loco tiempo en el que se le ocurrió dejárselo largo, su pelo casi le llegaba debajo del hombro. Él decía que quería hacerme una competencia de a quien le crecía mas. Obviamente yo gané, solo por ser mujer. Dejó pasar un tiempo considerable hasta cortárselo como antes lo tenía. No juzgue el que él se lo dejara largo, pero se veía diferente y raro.

Su mano descansa al lado de su cadera, la tomo entre mis manos y aprieto suavemente. Un sonido gutural, un quejido sale de sus labios entreabiertos. Abre un ojo y de inmediato lo cierra por la luz.

-Grace... -Su voz extremadamente ronca ahora que se despertó, corre por mi cuerpo haciendo que la piel de gallina aparezca.

-Hola, no quería despertare, pero tenemos que hablar. -Yo me excuso y me muevo más cerca de el para que me abrase.

Él se levanta sacando su brazo debajo de él y lo mueve a mi espalda atrayéndome más hacia su pecho. Oh mi lugar favorito.

-Hay que hablar. -El asiente. -Primero que nada quiero disculparme por lo estúpido, egoísta, idiota... -Antes de que siga lo beso por la mandíbula haciéndolo callar. -Bueno, quiero pedirte perdón por dejarte así... No tengo excusa por mi comportamiento, pero estaba en shock por ver a una de mis antiguas compañeras de la secundaria, Amanda... -Con el simple hecho de su nombre saliendo de sus labios me pongo tensa, él lo nota y me abraza más fuerte.

Yo sola no puedo contestar a esas preguntas, ni siquiera sé que pensar sobre si en un futuro eso llegara a pasar. Trato de sacar mis propias resoluciones para esto. Anne que tenía hijos tuvo que pensar doble, por ella y por sus hijos. Si no tienes hijos, pues solo lo mandas a la mierda, pero si los tienes... Tienes que aguantar todo para que a él o a ella no le falte la figura paterna.

Necesito hablar con Harry, necesitamos hablar de lo que paso. Me levanto del sofá, mis piernas se han dormido y mi trasero duele de tanto tiempo estar sentada. Subo las escaleras hacia su cuarto, una vez que abro la puerta, el sigue tirando en la cama, solo que ahora se ha rodado a mi lado. Sonrió y me acerco despacio y sin hacer ruido, me tiro en la cama, cerca de su cuerpo y admiro su belleza.

Sus labios, esos labios que me vuelven loca, sus cejas, sus naturales y perfectamente delineadas cejas, su nariz puntiaguda, sus anormales pestañas largas, el revoltijo que tiene por cabello. Su cabello es más largo ahora, no se lo ha cortado en un buen tiempo, así que ahora las puntas llegan casi a sus hombros.

Recuerdo aquel loco tiempo en el que se le ocurrió dejárselo largo, su pelo casi le llegaba debajo del hombro. Él decía que quería hacerme una competencia de a quien le crecía más. Obviamente yo gané, solo por ser mujer. Dejó pasar un tiempo considerable hasta cortárselo como antes lo tenía. No juzgue el que él se lo dejara largo, pero se veía diferente y raro.

Su mano descansa al lado de su cadera, la tomo entre mis manos y aprieto suavemente. Un sonido gutural, un quejido sale de sus labios entreabiertos. Abre un ojo y de inmediato lo cierra por la luz.

-Grace... -Su voz extremadamente ronca ahora que se despertó, corre por mi cuerpo haciendo que la piel de gallina aparezca.

-Hola, no quería despertare, pero tenemos que hablar. -Yo me excuso y me muevo más cerca de el para que me abrase.

Él se levanta sacando su brazo debajo de él y lo mueve a mi espalda atrayéndome más hacia su pecho. Oh mi lugar favorito.

-Hay que hablar. -El asiente. -Primero que nada quiero disculparme por lo estúpido, egoísta, idiota... -Antes de que siga lo beso por la mandíbula haciéndolo callar. -Bueno, quiero pedirte perdón por dejarte así... No tengo excusa por mi comportamiento, pero estaba en shock por ver a una de mis antiguas compañeras de la secundaria, Amanda... -Con el simple hecho de su nombre saliendo de sus labios me pongo tensa, él lo nota y me abraza más fuerte.

-Perdón por actuar así, soy idiota. -Yo asiento y el ríe. -Me temo que tienes que escuchar la historia completa, para que me entiendas.

-Te entiendo. -Yo me acerco aún más a él enterrando mi rostro en su pecho duro. Mi lugar favorito. -Pero me gustaría escucharla...

-Está bien... -Él toma un respiro profundo antes de empezar. -Después de que Gemm y tú se fueran a casa, ella me dijo que quería ir a un lugar más tranquilo para platicar... Ella conoce al dueño del bar donde fuimos a tomar una cerveza. Te juro por mi vida que solo tome una. -Él me dice y un pequeño peso se levanta de mi pecho. -Hablamos demasiado, ella me conto de cómo llegó a ser una de las mejores fisioterapeutas en su universidad, me hablo de tu madre... -Él dice y en automático levanto mi rostro hacia él. -Me dijo que en su tiempo fue muy buena, recibió muchas ofertas de buenas universidades, pero ahí es cuando aparece tu padre. Luego te tendré que contar esa historia, ahora déjame pedirte disculpas. Como te decía, hablamos de muchas cosas, te juro que saco el tema de lo bueno que era comer en Scott's y diablos... ella tiene razón. Tengo que llevarte a comer ahí algún día. Después de que hablamos de ello, algo estuvo fuera de lugar, ella empezó a preguntar de cómo me había enamorado de ti. -El besa mi frente. -De cómo te conocí, incluso pregunto so yo te amaba... Esa fue mi señal para salir de ahí.

-¿Enserio pregunto eso? -Yo rio por la falta de indiscreción de la tipa.

Obviamente estoy celosa de ella, de su cuerpo, de cómo llamo tanto la atención de mi Harry, pero ahora que mi novio me explica las cosas... Mi perspectiva de ella cambia totalmente.

-Sí, eso dijo ¿puedes creerlo? -Él dice con una risita encantadora.

-Soy un idiota, me siento como basura, perdón por tratarte así... -Él dice por casi décima vez.

-Harry, no hiciste nada malo, es cierto que me sentí mal de que me dejaste ahí... Pero siento que estas sobreactuando, no te disculpes, hay que hacer como que no paso nada...

-Por eso me siento mal, no sé qué hacer para hacerte sentir mejor. -El dice sin escucharme, pero corta su comentario y me mira ceñudo.

Una sucia y pervertida idea viene a mi mente, pero rápidamente la descarto, no podemos arreglar las cosas con sexo, bueno, almenas esta no.

-Tal vez... Puedas comprarme un libro que me ha llamado la atencion ... -Yo ofrezco.

-Dalo por hecho -El saca el brazo de mi espalda y hace un puño su mano. Yo lo imito y uno ambos. Harry saca un respiro que talvez tenia retenido y me aprieta mas contra su pecho aliviado.

-Esta Navidad será la mejor que tendré en mucho tiempo... -Él dice.

-Eso espero. -Yo asiento.

Siento mis parpados pesados nuevamente, así que me acomodo en sus brazos y el me cubre con la manta verde de su cama.

-Ambos estamos aún cansados, así que opino que durmamos hasta mañana. -El ofrece y en estos momentos suena tentador.

Cierro mis ojos y me dejo ir en los brazos de Harry.

Eighteen H. SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora