Déjame hablar con el.

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Harry cierra la puerta tras de sí y toma mi mano. Sonrío con la sensación.

-Dudo que nos encontremos a alguien por aquí, a esta hora. -Me informa refiriéndose a los chicos. -¿Quieres desayunar y vemos que hacemos después?

Todo un día con Harry. Suena tentador, y mi estómago ruge a causa de la falta de alimento.

-Me parece perfecto. Estoy muriendo de hambre. -Le digo y el se acerca a darme un beso en el cabello, en un gesto extremadamente tierno.

Bajamos en silencio por el elevador hacia el lobby. Entregamos las llaves de mi cuarto y salimos del hotel.

-¡Maldición! -Digo entre dientes y Harry me voltea a ver extrañado. -Kylie y yo compartíamos cuarto. ¿Dónde demonios durmió ella? -Le pregunto asustada.

-Si lo que te preocupaba era, que nos viera ahí en la cama desnudos, durmiendo... -Empieza.

Y en ese momento una señora que va pasando junto a nosotros, con su hija; le tapa los oídos para que no escuche el vocabulario de Harry.

Me pongo roja como un tomate y miro atónita a la pequeña niña.

Harry sigue el trayecto de mi mirada, se tapa la boca cuando ve a la mujer y me mira con sorprendente diversión. Le doy un golpe en el hombro.

-¡Auch! –Dice sobándose el brazo. -Te juro por mi vida que no las había visto venir. -Me dice riéndose, haciéndolo menos creíble.

-Harry... -Le reprendo seria. -La niña no tiene ni 15 años.

Y es verdad. Aquella pobre niña que lleva un vestido floreado rosa, lleva las mejillas rojas de la incomodidad que le ha de causar escuchar la lengua atrevida de Harry.

-Estoy seguro que en su colegio le han de dar algún tipo de temas sobre la sexualidad. No creo que se crea el cuento que le explican a todos los niños cuando preguntan sobre: "¿Cómo nacen los bebes?". Además... no dije nada malo. -Se encoge de hombros. -Creo que la única palabra fuera de lugar que dije fue: desnudos.

Aprieto el puente de mi nariz y niego exasperada.

-Y... -Empieza. -Volviendo a hacer la pregunta... Realmente te incomoda el hecho de que Kylie, tú sabes..., ¿nos viera juntos?.

-No es eso, Harry. -Miento.

Claro que me incomoda. Se supone que me encuentro "mal" por lo que su hermano me hizo. ¿Y que?. ¿Un par de horas después me estoy acostando con mi ex novio?. Coherencia Meredith. Coherencia.

-Mientes. -Harry me escanea con la mirada rápidamente y para después un taxi.

Abre mi puerta y yo trepo dentro de la forma más femenina posible; el me sigue sentándose a mi lado.

-Es obvio que te incomoda. Pero como te dije esta mañana. Vive, disfruta el momento, eres joven. No te estreses. ¿Cómo dicen los jóvenes de ahora? ¿Hashtag Yolo? -Me dice en voz baja y una sonrisa se me escapa.

El taxi se incorpora a la avenida principal. Harry le da una dirección y el chofer solo asiente.

-El Hashtag Yolo quedó atrás hace mucho tiempo, Harry. -Le digo riéndome.

-Como sea, es lo mismo. Haz lo que te digo. -Me pide. -Manda a Jhon al carajo. Y vive tu vida en paz. -Aprieta mi mano.

-Ya lo hice.

-¿Qué cosa? -Mira por la ventana. -¡Wow! ¡En esa tienda venden pasteles muy buenos! Pensé que ya la habían quitado. Tengo que traerte ahí, definitivamente. -Me dice y le regalo una sonrisa embobada.

Eighteen H. SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora