El.

97 10 5
                                    

Harry.

No quise causar un arrebato contra Louis en público, porque estoy al cien por ciento convencido de que el hecho de que Meredith, extrañamente este aquí, en Londres, en el Earls Court, jugando con la Selección Mayor de Gran Bretaña, y yo esté aquí, sentado como un tonto, viéndola jugar, y agradeciéndome internamente de haber venido; sea una grandísima coincidencia. Así que mejor decido reservarle el par de gritos que le tengo preparados, para más tarde.

Ella jugó bastante bien, diría yo. No es como si nunca lo hiciera, pero normalmente Meredith juega de una forma en particular, más concentrada. Pero sin embargo, no la culpo, porque ¿Quién diablos está totalmente cómodo con la presencia de un ex?

En el momento en el que resonó por las bocinas del estadio, el himno nacional, no pude evitar el reírme de Kylie y de Meredith, porque ellas solo veían a la multitud mientras guardaban silencio. Les tomara tiempo aprendérselo.

Y ahora que el partido acabó, y que ganaron, lo único que deseo es que ella se aparezca por aquí y me vuelva a mirar como hace apenas unas horas.

De un momento a otro Jhon se levanta de su asiento, con el celular en mano y se dirige hacia las escaleras de Acceso a canchas.

Grace.

-¿Sigue ahí? –Pregunto ansiosa.

Muerdo nerviosamente mis uñas.

-Sí, sigue ahí. –Jhon asiente mientras me rueda los ojos.

-¿Qué diablos voy a hacer? No quiero verlo otra vez. –Le digo.

Jhon mueve una de sus manos a la que tengo entre los dientes y la aleja de mala gana de mi boca.

-Deja de morderte las uñas. –Me pide enojado.

Está enojado, realmente enojado por su presencia de él.

-¿Qué más da si te ve, Meredith? ¿Huh? –Se encoge de hombros. –El está con esa Taylor Swift y tú estás conmigo. –Dice cortantemente.

Sí, estoy con él.

-No te portes como una niña pequeña, por dios, tienes casi diecinueve años. Actúa como tal.

¿Qué?

-¿Dónde está el Jhon que era mi mejor amigo? –Pregunto casi en un susurro.

Jhon bufa y se da media vuelta para subir a zancadas las escaleras.

Aprieto mi dentadura con fuerza y gruño en silencio, antes de dar vuelta otra vez e irme al vestidor.

Todas las chicas, hablan de lo bueno que estuvo el partido. No hacen otra cosa que reírse y hacer bromas tontas. En cambio, Kylie y yo nos vestimos en absoluto silencio. Ambas sabemos lo que va a pasar si subimos por esas escaleras.

Cuelgo finalmente mi mochila a mis hombros y subo el zipper de mi sudadera hasta mi barbilla.

-¿Lista? –Ella me pregunta, una vez que tomamos lugar frente a las escaleras.

Paso mi mano por mi cabello y lo acomodo de lado, así el flequillo no me impedirá ver.

-No. –Frunzo los labios.

-¿Niall está arriba? –Su pregunta me golpea con brutalidad.

-No tengo idea. –Le digo con sinceridad.

Y nuevamente se hace el silencio mientras subimos las escaleras hacia el área de gradas.

Mi manos me tiemblan, mis piernas me tiemblan, y ese deseo de volver a llevar mis dedos a mis labios, solo para morderme las uñas, vuelve.

Mi campo de visión se centra solamente en verle los zapatos a la gente, mientras que Kylie nos abre paso entre las demás personas.

No quiero verlo a los ojos sin derrumbarme. No quiero verlo a los ojos sin derrumbarme. No quiero verlo a los ojos sin derrumbarme. No quiero verlo a los ojos sin derrumbarme.

-¡Kylie! –La voz de Liam es lo primero que escucho. -¡Qué partido chicas!

Y subo la mirada.

Lo primero en lo que me fijo es en el orden en el que están sentados:

Zayn, Louis, Jhon, Liam, Harry y Taylor.

Me quedo parada donde estoy, con la esperanza de que alguien haga lo mismo y se levante para irnos de aquí.

Jhon es el que lee mis pensamientos y se sitúa junto a mí, para después tomarme de la mano y apretarla suavemente.

-No tenía idea de que se trataba todo esto, pero ahora que realmente las veo jugar... -Zayn me comenta y yo me rio tímidamente.

-¿Vamos a comer? –Louis pregunta. –Me estoy muriendo de hambre aquí.

Y es así como todos se levantan de su lugar y nos dirigimos como todas las demás personas hacia la salida.

Harry.

Quiero evitarlo, y de verdad que trato, pero los celos inminentes vienen con fuerza cuando Jhon le toma la mano a ella y juntos se dirigen a la salida.

Ellos están juntos. Son pareja. Ellos se besan. El la toca. Ella lo toca. Él puede tocarla. Yo no. Él puede disfrutar estar a su lado. Yo no. Él puede abrazarla. Yo no. El escucha su risa. Yo ya no. El la hace feliz. Yo no. Ellos... ellos... fo...

No, no puedo ni siquiera pensarlo. No puedo siquiera pensar en Meredith siendo tocada por otro hombre.

Es masivamente imposible no dejar de verla, y más ahora que cuido cada movimiento que él tiene con ella.

Su forma de caminar, su forma de actuar, lo insegura que puede llegar a ser a veces, su forma de sonrojarse sin explicación alguna...

-¿Me estas escuchando? –Taylor me jala por la camisa.

-Si, por supuesto. –Me disculpo.

-Te estaba diciendo que la de pelo corto juega muy bien. ¿Cómo me dijiste que se llama?

-¿Te acuerdas hace un par de semanas, que te conté sobre...

-¿Ella es esa tal Meredith? –El desprecio en su tono es evidente.

-En persona. –Le digo y la veo a los ojos.

No tengo idea si está realmente incomoda ahora, o solo finge estarlo para llamar mi atención.

-Oh... -Se limita a decir.

Miro nuevamente delante de mí. Un par de personas adelante son las que nos separan de Jhon y de Meredith, así que aprieto el paso. Taylor me mira con el ceño fruncido. Y una vez que estamos tras ellos, logro escuchar su plática.

-¿Estas cansada? –Él le pregunta a ella y pasa su brazo por sus hombros. Juro que lo hace a propósito.

-Sí, algo así. –Ella casi le susurra.

-¿Quieres que le diga a Louis que nos lleve a un lugar para que tomes una siesta? –Ahora le frota el hombro con sus dedos.

-No, seria descortés de mi parte, Jhon. Ellos vinieron a verme. –Ella le dice a él.

Y ahí esta... Siempre pensando en los demás en vez de ella.

-Como gustes entonces. –Asiente.

-¿Es necesario que hablemos en inglés? –De pronto ella pregunta y yo palidezco. Si ellos empiezan a hablar en español, no voy a entender ni un demonio. –Me refiero a que no veo el porqué de hablar en inglés si no necesito hacerlo contigo.

Y desde ahí, su conversación se hace ajena a mí.

Una vez afuera, todos subimos a ambas camionetas, y por más que son mis ganas de subir a la de Zayn, que es en la que van las chicas, Taylor me arrastra a la de Louis.

-Taylor. –Zayn la llama. –Hay espacio para ti aquí, en ese auto solo van chicos.

La volteo a ver y ella se encoge de hombros antes de depositar un beso casto sobre mis labios.

9

Eighteen H. SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora