Capítulo 29

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-¡¿Pero qué rayos es lo que acabas de hacer con tu cabello Meredith?!-Mi madre me grita con los ojos bien abiertos.

Yo me encojo de hombros indiferente y una gota de agua acumulada en mi flequillo, cae en mi nariz.

-Ahora me gusta así, dijiste que tengo que salir adelante y que mejor forma de empezar que con un look nuevo ¿No mama?

-Si Meredith, pero lo pudiste haber consultado conmigo antes. No te estoy diciendo que te ves mal, es solo que...

-Me veo rara. -Yo asiento.

-Exacto. -Ella concuerda y yo me rio. -¿Eso es maquillaje, hija? -Ella pregunta escaneando mi rostro.

Me ruborizo por un momento y asiento. No me maquillé mucho, solo ricé mis pestañas y aplique un poco de mascara en ellas.

-Si mama... -Yo murmuro apenada.

-Se te ve bien, tus ojos se ven más grandes. -Ella me alaba y yo rápidamente cambio de tema.

-Estoy lista para hablar con Sean hoy. -Yo la corto.

-Excelente, entonces tenemos que llamarlo y acordar un lugar para que pueden hablar. -Yo asiento y ella sale de la cocina rumbo al comedor.

Marie llama a Sean y ambos acuerdan que nos veremos en el antiguo gimnasio donde yo solía entrenar, ya que él tiene practicas con las categorías menores que se quedaron cuando yo me fui a la universidad.

Tomo las llaves del carro de mama y salimos juntas. Me siento en el lado de copiloto y mi madre al volante. Mama enciende el motor y salimos del patio de la gran casa blanca. Mi madre toma la avenida principal hacia el gimnasio.

Estoy muy emocionada por ver a mi antiguo entrenador, espero que esté orgulloso de mí por haber entrado a Yale becada por el voleibol. Sera emocionante.

Mama aparca en el lugar mas cerca de la entrada y yo soy la primera en salir del coche.

-Tranquila hija. -Ella me reprende desde adentro del coche.

-¿O me apuro o me tranquilizo? Decídete. -Yo me rio y ella me voltea los ojos.

-Cuídate y no te olvides de llamarme cuando termines. -Ella me ordena y yo asiento.

-Mama, tengo dieciocho años, ya se me cuidar sola.

-Aunque tengas veinte o treinta, nunca vas a impedir que me preocupe por ti. -Marie murmura y mi corazón se calienta.

-Que linda madre, gracias. Te veo más tarde. -Yo le digo y cierro la puerta antes de empezar a caminar hacia a la entrada del edificio azul.

Camino y pago el boleto de derecho para entrar.

-¿Meredith Fallas? -El guardia de la entrada del gimnasio me reconoce. Yo asiento y le doy una moneda para pagar mi entrada. -Dios mío ¿Cuánto tiempo? Solo mira cómo has crecido...

Yo recordaba más joven a Joe, pero ahora que han pasado unos buenos años, ha cambiado totalmente, hablando en lo físico.

-Hola Joe ¿Cómo has estado? -Yo le extiendo la mano y el la estrecha fuertemente.

-Muy bien, todo está genial por aquí. Veo que te has cortado el pelo, se te ve muy bien. -El rastrea mi rostro con sus ojos marrones.

-Sí, un nuevo cambio de look. -Yo asiento y me rio.

-Es lindo verte por aquí, Sean estará muy feliz de verte.

-Sí, yo también estoy feliz por venir a ver mis viejos entrenadores. -Yo le sonrió y el me despide con una mano.

-Oye... -El me llama y trota hacia mí. -Por ahí escuche que eres novia de Harry Styles. ¿Es cierto? -El me mira en busca de una respuesta.

Por supuesto que escucho que era novia de Harry, pero por lo que veo, él no tiene idea de lo que paso. Bajo la mirada a mis manos y me muerdo el labio para no romperme. Es el primer día en el que salgo de la cama y es así como está empezando.

-No, son solo rumores. -Forzó una sonrisa fracasando totalmente. -Es mejor que entre.

Doy media vuelta y empiezo a caminar al gimnasio. Muevo mis dedos a mi boca y empiezo a morderme las cutículas de las uñas.

Cuando entro al gran gimnasio, rápidamente ubico a los auxiliares de Sean y a él. Todos están entrenando a niñas que en un futuro serán jugadoras ya formadas.

Varias niñas me ven y empiezan a cuchichear entre ellas, algunas me ven con los ojos bien abiertos y otras con suspicacia. En estos momentos quisiera tener mi cabello largo para ocultar mi rostro de todos aquellos que me miran.

Camino aún más, pasando al grupo de chicas que están en las gradas a nivel del piso y me acomodo en las de la tercera hilera.

Aun me sigo mordiendo las uñas, así que paso de un dedo a otro con rapidez. Estoy muy nerviosa, todos y todas ellas me ponen nerviosa. Me pongo a observar cada detalle de las construcciones, siguen totalmente como estaban, sus pisos bien limpios, las canchas bien marcadas...

Una cabellera roja me llama la atención desde la entrada. Al principio no reconozco esos ojos, pero cuando ellos se conectan con los míos, siento ese calor por dentro. Es Kylie, mi mejor amiga.

Cuando ella me ve, su rostro se ilumina como árbol de navidad. Dios mío, hace mucho que no he visto a esta mujer. Oh mi... Su pelo. ¡Se lo pinto de rojo! ¿Qué diablos? Ella empieza a caminar con rapidez hacia mí, seguida de un joven alto y guapo de pelo negro. Jhon.

-¡Meredith Grace Fallas! ¿Pero qué diablos le hiciste a esa melena? -Ella me grita y me levanto de mi asiento antes de que ella se abalanze a mí.

Sus brazos se cierran alrededor mío y aprieta fuertemente, yo hago lo mismo y sonrió con nostalgia. No puedo creer que ella este aquí, conmigo después de tanto tiempo.

-Lo mismo digo de ti mujer ¿Rojo, es enserio? -Yo arqueo una ceja. No me estoy burlando ni nada por el estilo, pero nunca me imaginé a una Kylie con pelo rojo.

-Déjame ¿quieres? ¿Qué con tu estilo de cabello? ¿Piensas amedrentar a las demás jugadoras? -Ella ríe con su mal chiste y yo le niego con la cabeza divertida.

-Te extrañe mucho Mere, ¿Por qué te desapareces tanto tiempo? ¿Qué tal te va en la Universidad? Solo supe que lograste entrar a Yale... -Ella murmura y yo asiento.

Miro detrás de ella y mi corazón salta cuando los ojos de Jhon se conectan con los míos, calor recorre mi cuerpo y rápidamente alejo la vista de él. Su mirada es tan penetrante y tan electrizante que no logro verlo a los ojos del todo. El flequillo cubre su frente y es mucho más musculoso y alto de lo que era antes.

-¿Jhon? -Yo hago como si no lo reconociera.

-Mery -Él me dice y sonríe con una sonrisa cálida. Oh mi...

Kylie nos mira a ambos, ella tiene una sonrisa juguetona en la cara. Dirijo nuevamente mi atención a Jhon y el me está mirando con esa mirada...

-¿Qué? -Yo susurro apenada, siento el calor en mis mejillas.

-¿No me vas a abrazar? -El arquea una ceja hacia mí y se burla.

Corro como niña pequeña hacia él y el envuelve sus brazos alrededor de mi cintura y yo alrededor de su cuello. He smell so well...

Eighteen H. SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora