Eighteen H. S

Infinitamente

Grace

Maldita sea...

Se atrevió a engañarme.

Y yo, por mi parte, por más que este aturdida y absorta en mi nube, llamada, Harry Styles. Yo jamás, jamás haría algo como por lo que acabo de pasar.

La sangre me hierve. Maldita sea Jhon Sanders.

No lo vi venir, para ser sincera. Yo estaba tan creída de que Jhon realmente estaba enamorado de mí... De que si me quería.

Pero... ¿Yo lo quería a el? Esa es la pregunta del millón.

Claro de que lo quería. Jhon, muy independientemente de que era, era mi novio; lo quería. Yo adoraba la persona que se había convertido al pasar los años, me atormentaba el hecho de que Jhon fuera cambiando y dejándome a mí, de lado. Él siempre era mi pilar del cual sostenerme. El era el quien me escuchaba por las noches cuando tenía cierta duda sobre cómo actuar conforme a mi vida personal.

Era una de las personas de las que menos me lo esperaba, traiciono mi confianza...

Nunca antes me habían hecho pasar por este tipo de dramas, me siento desilusionada, utilizada y débil.

Normalmente no juzgo, pero... ¡Demonios!

Se me había totalmente, pasado por alto el hecho de que este suceso, también involucraba a Harry. ¡Por dios, Taylor Swift le había puesto el cuerno a Harry Styles!

Muevo la cabeza de lado a lado, negando a mí misma. Es mucho para asimilar, maldita sea.

Mientras bajo los escalones, nuevamente hacia el primer piso, mi cabeza es un total revoltijo de pensamientos.

Me dolió, y me dolió mucho.

Harry

Todos hablan, todos ríen, todos conviven. Y lo único que hago yo, es ver en dirección hacia el pasillo, ya se ha tardado demasiado.

Después de desayunar nos hemos movido al dormitorio de los chicos. Liam y Louis han decidido ir por algunas cervezas, ellos están muy contentos de que Kylie y Meredith hayan venido y estemos todos juntos, como acostumbramos a estarlo. Así que piensan que la mejor forma de celebrar dicho acontecimiento, es embriagarnos.

La simple idea de mí, intoxicado con alcohol, me aterra. Así que me niego ante los demás y brindo con un vaso lleno de jugo de naranja.

Desde la última vez que Meredith me dejo', no he vuelto a tocar pizca de ese tipo de sustancias. Me he retirado de la bebida definitivamente.

Por otro lado Meredith, el amor de mi vida. Se ha demorado bastante en ir a "hablar" con Jhon, espero que este dándole una buena patada por el culo, básicamente me refiero a mandarlo a volar. Porque...yo la quiero para mí, y para nadie más.

Sonrío con satisfacción para mí mismo.

Mia.

Fui más allá de la sinceridad, cuando decidí totalmente abrirme sentimentalmente ante ella, ayer por la madrugada. Cada palabra la decía en serio, sé que le tomaría tiempo asimilar las cosas, pensar si realmente quiere un futuro a mi lado. Sé que fue un poco precipitado pedirle matrimonio, pero es que en verdad, no deseo otra cosa más que eso. Atarla eternamente a mí, hasta que la muerte nos separe. La quiero y sé que ella me quiere a mí. Tal vez no de la misma manera, pero lo hace, y eso me basta.

Si es necesario tener que volverla a enamorar, lo haría, sin problemas. Salir otra vez en una primera cita... Llevarla a pasear en el coche. Tomarla de la mano. Besarla otra vez, después de todo este tiempo de privatización de su toque. Repetiría cada cosa que hemos pasado juntos, para demostrarle que quiero algo serio, y bien; con ella. Porque la quiero.