-¿Kylie? –Louis me pregunta.
-Si, era ella. –Le sonrió. –Me dijo que tengo que ir a registrarme a él ¿Earls Court? Es importante que vaya, cuanto antes mejor. –Le indico y el me mira con desesperación.
-¿Es enserio? –Hace una mueca. -¿No podemos parar a cenar algo?
Ahora que lo dice, cenar, me doy cuenta de que la luz en la ciudad va siendo más constante, debido a que se está haciendo de noche. Me fijo en el tablero del auto y si, efectivamente, son casi veinte minutos para que den las siete de la tarde.
-No lo creo Louis, no creo que me tarde mucho. –Le digo y el bufa.
-Eso espero, si no como a mis horas, ten por seguro que te las vas a tener que ver con Eleonor. –Amenaza y yo lo único que hago es reírme.
Niego con la cabeza, divertida. Pongo atención a la carretera, para así en un futuro, saber por dónde tengo que moverme.
-¿Estás seguro que sabes por donde es? –Le pregunto y el me rueda los ojos.
-Nop. –Se burla y cuando mira mi cara de preocupación, es como empieza a reír. –Querida, estas en el mismo coche que un inglés. ¿Eso que te dice?
Me quedo callada y miro como Louis va con el tráfico por toda la M4, durante lo que parecen aproximadamente diez largos minutos.
-Aún falta un poco más de camino ¿te molesta si escuchamos buena música? –El me pregunta, al mismo tiempo de que se levanta un poco y saca su IPhone de su bolsillo trasero y me lo pasa.
Busco en su música por canciones que posiblemente podamos cantar. Pico a Radioactive, de Imagine Dragons y la guitarra principal resuena por las bocinas de la camioneta.
-Muy buena elección. –Me alaba, antes de empezar a cantar. – I'm waking up to ash and dust, i wipe my brow and I sweat my rust, i'm breathing in the chemicals...
Me limito a sonreírle y a cantar mentalmente la canción.
Pasan un par de minutos más, para que lleguemos a Hogarth Roundabout, Louis toma la segunda salida hacia Great West y sigue derecho hasta dar vuelta, en lo que parece ser la salida hacia Hammersmith Bridge.
-Casi llegamos, estamos como a diez o quince minutos. –Me indica.
Y si, en quince minutos ya nos encontramos en la calle Lilie, a tan solo unos metros de el estadio.
Louis aparca en un lugar libre frente a las instalaciones y ambos bajamos hacia la entrada del recinto.
-Tiene entrada de cine. –Louis se burla y yo me rio.
-Así es. –Concuerdo y entramos.
-Y ahora que me acuerdo. –Se ríe ante sus palabras. –Aquí es donde organizan la entrega de los Brit Awards.
Entonces este no es un recinto cualquiera.
La entrada del gimnasio es luminosa y con poco personal a la vista. Ubico a una chica algo joven, sentada detrás de un largo escritorio de cedro viejo, que revisa, detrás de sus gafas, un par de documentos. Su flequillo cae por su frente hasta cubrir completamente sus pobladas cejas.
Miro a Louis y el me mira devuelta, como si ambos pensáramos igual. Él y yo nos acercamos lentamente a lo que parece la recepción.
-Hola. –Dice Louis.
Ella levanta un dedo para indicarnos que esperemos. Las cejas de Louis se disparan hacia el cielo, sorprendido de su hostilidad. Unos segundos más y ella asiente y por fin nos mira a ambos.
-¿En qué puedo ayudarles? –Pregunta cortésmente, pero cuando mueve su visión de mí hacia Louis, empieza a ahogarse estúpidamente y mueve con rapidez su mano hacia la taza que tiene al lado y bebe torpemente.
-Bueno, pues venimos a registrar a esta señorita. –Louis explica.
-Lo que pasa es que recibí una carta de aquí, bueno, más bien era como un citatorio, que decía que tenía que estar aquí a inicios de mes, pero me vengo a registrar antes para que no todo sea de último momento. –Me encojo de hombros indiferente.
-Me parece que tengo una leve idea de quién eres. –La chica me señala con un dedo y entrecierra los ojos, para analizarme.
-¿Ah sí? –Frunzo el ceño, confundida.
-Sí, hablamos aproximadamente hace un mes. Me llamo Lilie. –Extiende su mano hacia mí y yo el tomo. –Estabas desorientada por tu registro ¿recuerdas?
Claro que me acuerdo.
Le dirijo una mirada dura a Louis y el levanta las manos en modo de rendición,
-Te hice un favor, mínimo deberías tener la decencia de agradecerme. –El articula y yo le niego con la cabeza, sin decirle absolutamente nada.
-Sí, me acuerdo. Siento tanto haberte gritado. –Agacho la mirada con vergüenza.
-¡Oh! No te preocupes querida, estoy acostumbrada a este tipo de cosas. –Sonríe.
-¿Le gritaste? –Louis interrumpe.
-Fue tu culpa. –Le digo a Louis. -¿A qué te refieres con que estas acostumbrada a ello? –Me dirijo a Lilie.
-Oh, ya sabes, papás molestos por que corren a sus hijas. No todas dan el ancho para estar en el equipo. –Explica con nostalgia impregnada en el rostro.
Y es ahí cuando mis nervios regularmente seguidos, aparecen.
-Pero no lo tomes a mal, como anteriormente te dije, existe un pequeño porcentaje de chicas que llegan a ser aceptadas Meredith. –Ella de pronto me llama. –Tú fuiste una de esas pocas. –Me sonríe con suficiencia.
Lilie mueve su mano a la gaveta del escritorio, y saca un folder color vainilla, que en la parte superior tiene impresa con letras negras grandes ,Team Files. Trago duro y me doy media vuelta, mientras que Lilie empieza con el papeleo.
Me alejo un poco de ahí miro por las puertas de entrada, a la gente pasar. Desde ahora este va a ser mi nuevo hogar.
ESTÁS LEYENDO
Eighteen H. S
FanfictionContinuacion de "Fourteen" Cada cabeza es un mundo... Y todo mi mundo se me viene abajo cuando decido quererme un poco y ponerme a mi en primer lugar, y a él... hasta el final. Este es nuestro propio infierno hecho a la medida.