Mierda, es el.

128 8 5
                                    

Ayer por la noche, Liam, Louis, Zayn y Jhon salieron al casino que estaba junto al hotel. Kylie y yo no podíamos darnos ese lujo de salir hasta tarde, así que nos limitamos a ver la televisión y a leer. Solo al día siguiente, que bajamos al comedor del hotel, a desayunar, nos dimos cuenta, físicamente, de cuan tarde habían regresado.

Louis salió corriendo al baño, seguido de Zayn, y dudo que haya sido para retocar su peinado. Liam tenia, para mi gusto, ojeras demasiado visibles, Jhon cayó dormido sobre mi hombro mientras ordenaba lo que iba a desayudar, así que tuve que ordenar por el.

Para cuando Louis regreso del baño, se le veía mucho mejor, pero no podía evitar el darme cuenta de que estaba más inquieto de lo normal.

**

-No entiendo ni una mierda de lo que están diciendo. –Kylie me susurra y yo me rio.

-Nadie lo hace. –Me encojo de hombros.

Hace un par de minutos, una chica de Turquía vino "Amablemente" no puedo describir bien lo que realmente dijo, porque no entiendo el turco, a saludar a Destiny. Destiny me dijo que su madre era mitad turca, es por eso que domina bien el idioma.

Kylie se pone los audífonos y se tira atrás en su silla, mientras ve el partido de la selección menor, contra Australia.

Busco a los chicos con la mirada, y los encuentro entre las filas de en medio, y como si no fuera la rutina... Tanto niños, como chicas se acercan a ellos en busca de una foto.

-Tu mama fue con anterioridad parte del equipo, mi madre jugo con ella. Dice que era muy buena. –Destiny me dice.

-Sí... Ya me lo habían dicho, pero no he tenido el momento para hablar con ella. –Me encojo de hombros.

-Pues deberías. –Ella me dice.

Ruedo los ojos por lo mandona que suena a veces. Paso mi mano por mi cabello y peino hasta lograr una pequeña coleta que rebeldemente se empieza a deshacer poco a poco.

-Es hora. –Des anuncia, se levanta de su lugar y cuelga su mochila a sus hombros. Todas la seguimos como manada.

Ella nos abre paso entre todas las personas que hay, una que otra niña se levanta de su asiento para pedirnos una foto, lo cual encuentro ridículo, pero después me pongo a pensar, si yo fuera ella, yo haría exactamente lo mismo.

Conecto los audífonos a mi celular y escojo una canción al azar, para después guardarlo en mi bolsillo y dejarme ir con la música, mientras hacemos nuestro recorrido hacia los vestidores.

Kylie camina a un lado mío, y tengo que bajarle el volumen a Kanye West para poder escucharla. Ella empieza a reclamar por qué tantas personas, y yo me limito a decirle que nos van a pagar por jugar, y solo así se queda callada. La miro de reojo y me rio internamente.

Miro hacia atrás, por encima de mi hombro y por encima de las demás chicas del equipo, en busca de Jhon, por que el con anterioridad me dijo que vendría a desearme suerte, y justo, cuando estoy a punto de perderme en el pasillo de los vestidores, totalmente convencida de que Jhon se quedó con los chicos... Lo veo.

De verdad lo veo, no a Jhon, si no al hombre que me dejo emocional y físicamente destrozada.

Harry.

Me quedo congelada en mi lugar. Pequeños empujones en mi espalda me hacen avanzar un par de pasos más, por las chicas que van detrás mío y que esperan a que avance, pero no puedo. No quiero.

No puedo procesar nada a mí alrededor, no me dejo escuchar, creer o pensar sobre eso, ahora que técnicamente lo tengo cerca mío.

El realmente está ahí, realmente ahí. Una persona de carne y hueso, no un fantasma.

Eighteen H. SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora