Eighteen H. S

Capítulo 33

-Has estado muy tranquila toda la noche. -Kylie señala cuando se sienta a mi lado en la mesita. Su aliento desprende un poco de aroma a licor.

-Ya estoy cansada, eso es todo. -Yo me encojo de hombros.

-Te has vuelto muy aburrida. -Ella se burla y yo le ruedo los ojos.

-Y tú te has vuelto muy loca. -Yo me rio y ella me sigue.

-Jhon me comentó que fue a tu casa la semana pasada, se siente muy mal por hacerte enojar de esa forma. -Kylie se disculpa por su hermano.

Frunzo mis labios y miro a mis manos en mi regazo. No me gustó nada como Jhon y yo nos gritamos esa noche, sé que estuve mal en decirle que me alejé de Harry para después llegar aquí, verlo y empezar una pelea.

-Yo también me siento mal por pelear con el ¿le puedes decir de mi parte que necesitamos hablar cuanto antes? -Yo le pregunto aun con la mirada lejos. Ella asiente y se levanta de su lugar para dirigirse con las demás chicas.

Decido irme a casa casi a media noche, no necesito desvelarme para mañana empezar a sentirme mal y seguramente no poder jugar bien. Mañana se decide que es lo que va a pasar con mi vida, si logro que algún entrenador se fije en mí...

Esto es de locos.

Al día siguiente, mi alarma suena despertándome a las nueve de la mañana. Miro el techo y espero unos minutos mientras que mi visión se aclara. Después de un largo rato, me levanto y tomo una ducha antes de bajar a desayunar.

Mientras que bajo las escaleras, me seco el pelo con mi toalla. La gran toalla verde cae al piso una vez que miro el gran jarrón de rosas rojas en la mesa del centro de la sala.

-Lindas ¿no? -Mi mama me regala una sonrisa. Yo asiento frenéticamente. -Son para ti...

-Mama, no tenías que...

-No son de mi parte Meredith, llegaron en el correo. -Mama se encoje de hombros. Toco la suavidad de sus pétalos rojos y me agacho a oler.

¿Quién se tomaría el tiempo para comprar un gigantesco ramo de rosas, para mí? No tengo alguna idea sólida, de quien pudo haber sido la atenta persona de haberme mandado por correo las flores. Jhon pasa por mi mente, pero la descarto rápidamente ya que él nunca tendría el detalle de darme algo así.

-Yo creo que pudo haber sido algún admirador deseándote suerte. -Mama me saca de mis pensamientos. Sacudo la cabeza de lado a lado, negándolo por completo.

-A lo mejor fue alguna amiga, mama. -Yo asiento tratando de convencerme a mí misma.

Miro a mi mama y noto un atisbo de diversión en su mirada. No es normal que mama sea tan juguetona, normalmente lo hace cuando papa está alrededor, pero ahora el no está aquí, es raro.

-Como quieras Meredith, pero yo no creo que sea una amiga si el ramo viene con esta postal. -Ella extiende la mano hacia mí y me enseña una postal con letra manuscrita en ella. La tomo con manos temblorosas, solo ahí me golpea con fuerza la realidad, solo conozco a una persona que escriba manuscritamente. Y ese es Harry.

Tomo el pedazo de papel y la observo con detenimiento en busca de algún dato que venga de él, pero me congelo cuando veo la firma de Derek, mi novio de la primaria. Ay no, no ahora, no él. Una parte de mi esta aliviada de no haber recibido

-¿Quién ese tal Derek? -Mama pregunta y se mueve a la cocina, camino detrás de ella y busco la forma de explicarle que es mi "novio" de la primaria. En realidad, fue mi primer novio.

-Fue un amigo muy cercano de la primaria, mama. -Yo le explico.

Mi madre para en seco y me voltea a ver con una ceja arqueada. Ella no me cree en lo absoluto.

-No era tu "amiguito" de la primaria Meredith, recuerdo que hablabas mucho de el a la hora de la comida. Él era tu novio. -Ella se burla y yo me sonrojo ante sus palabras.

-Bueno si, pero, no tiene importancia ahora mama.

-¿Cómo que no tiene importancia?- Ella chilla y reanuda su caminata a la cocina.

-Sí, solo me mando unas flores y me deseo suerte para el día de hoy...

Un momento, ¿Cómo diablos se enteró que hoy es el partido de demostración?

-Aparte de ti, mama ¿Quién más sabe sobre el partido? -Yo pregunto.

-Oh, no lo sé cariño. Esta mañana salió en el periódico un artículo donde Sean hablaba sobre el partido, así que... Yo creo que toda la ciudad sabe acerca de eso.

Oh...

Harry's Pov

-¿Enserio estas bien? -Louis sube y baja la mano por mi espalda baja. Yo asiento muy levemente con la cabeza y miro hacia otro lado.

-Me preocupas amigo, has estado muy -¿Enserio estas bien? -Louis sube y baja la mano por mi espalda baja. Yo asiento muy levemente con la cabeza y miro hacia otro lado, como si no me importara en lo absoluto sus palabras.

-Me preocupas amigo, has estado muy raro últimamente. -Trata de buscarme la cara y ruedo los ojos de forma que él no pueda ver. -No es bueno lo que estas haciendo con tu vida Har...

-¡Te dije que estoy bien! -Yo grito y me levanto apretando con mis dos dedos el puente de mi nariz, haciéndole saber que me está desquiciando.

-Solo quiero ayudarte... No tienes por qué ponerte así. -Su ceño se frunce y un poco de enojo se muestra en su mirada.

-No necesito ninguna ayuda, Louis. -Yo espeto con voz desdeñosa. La esperanza que mi amigo tenía en el rostro, no hace más de cinco minutos, se esfuma y su cara cae, como si lo hubieran golpeado.

Sé que está mal tratar de esta forma a uno de mis mejores amigos. Sé que está mal desquitarme con mis amigos, pero no encuentro otra mejor forma de desahogarme de todo el peso que traigo encima.

Hace más de un mes que no logro concentrarme en nada, no me salen las cosas, me irrito con facilidad y he empezado con un nuevo hábito. No estoy orgulloso de ese nuevo hobbie, pero me ayuda a adormecerme y a salir un rato de todos mis pensamientos que me consumen cada vez más. He recurrido al mejor amigo del hombre... El alcohol.