Capítulo 30

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-¿Cómo han estado? -Yo pregunto.

-Bien, Jhon y yo conseguimos unas becas en el norte del país, así que estamos de vacaciones por aquí para ver a mama. -Kylie explica.

No es por ser mala amiga, pero no puedo evitar no poner atención a Kylie y sentir la mirada de Jhon sobre mí, desde que llegaron, yo tampoco logro quitar la vista de él.

-Cuéntanos tú que tal ¿Qué se siente estar en Yale? -Mi mejor amiga habla. Le hago señas para que nos sentemos y los tres tomamos lugar en las bancas.

-Pues no es nada del otro mundo, la universidad es muy grande, las clases son muy... intensas y los profesores agradables. El equipo de voleibol es muy bueno, es competitivo y algunas de mis compañeras son agradables. -Yo rio.

-¿Cómo son las instalaciones del gimnasio? ¿Por qué entrenas en un gimnasio verdad? -Ella pregunta. Me pregunto si ella ya sabe sobre que Harry y yo rompimos.

-Sí, son inmensas, por lo mismo de que es una universidad y está en California. -Yo asiento. Es incomodo que el tema a tratar este centrado en mí y en cómo me va en la escuela, así que me decido a cambiarlo. -¿Sabes por qué estamos aquí? Sean y mi madre hablaron de algo, según ella era muy importante.

-Mi madre y el igual, no me quiso decir nada... -Ella frunce el ceño a su hermano y él se encoje de hombres.

Los tres volteamos hacia la cancha donde Sean estaba hace unos minutos, pero ahora, el ya no está ahí, si no que ya está empezando a caminar hacia nosotros. Yo me levanto de inmediato y me acerco a él dándole un fuerte abrazo.

-Meredith, querida. Kylie ¿Cómo están chicas? -Él nos regala una enorme sonrisa.

-Como hace cuatro años Sean, ¿Qué tal tú? Veo que esa barriga va en aumento. -Kylie se burla y Sean suelta una carcajada. Yo la golpeo con el codo y le ruedo los ojos mientras me rio.

-Por lo que veo nos has cambiado en nada. Te pintaste el pelo Kylie, ese rojo es muy intenso. -El niega con la cabeza y una sonrisa juguetona se muestra en sus labios.

-Meredith ¿Te has cortado el pelo? -Él se dirige a mí y yo asiento.

-Cambio de imagen. -Yo explico y el me guiña el ojo.

-Las dos se ven muy bien, pero bueno, pasando al tema de interés. Seguramente sus madres ya les habrán dicho que necesitaba hablar con ustedes cuanto antes. -Kylie y yo asentimos en respuesta mientras él se toma asiento en una butaca. Kylie le hace señas a Jhon para que se aleje, este le rueda los ojos y se mueve tres gradas arriba, dándonos privacidad.

-El tema que quería tratar con ustedes, es el siguiente: Nos llegaron varios e-mails con peticiones de jugadoras de diferentes equipos del país el mes pasado. Aun no les he contado, pero Marcus y yo buscamos la forma de hacer publicidad al Club. Algunos entrenadores y caza-talentos vinieron desde lejos a ver jugar a mis jugadoras y muchos se interesaron en algunas niñas, pero eso es muy aparte. Lo que yo quería decirle era que quería invitarlas a un partido de demostración de la antigua generación, ósea la suya. Yo sé que no tienen tiempo por la universidad y sus clases, pero esta es una buena oportunidad para aprovecharla, no la pueden dejar pasar.

-Pero... ¿Ese partido de demostración para qué es? -Yo pregunto.

-Es exactamente para lo mismo, pero como ustedes ya tienen la mayoría de edad, buscamos la forma de poder traer a personas... de diferentes países. -Él dice y el calor de mi rostro se drena. Miro a Kylie y su mandíbula esta literal en el piso. ¡Oh por dios!

-¿Estás hablando enserio? -Kylie medio grita, medio chilla. El asiente repentinas veces.

-No es nada seguro, pero estamos tratando de traer a entrenadores de Republica Dominicana, de Canadá, de Italia, de Rusia, de Argentina y de Reino Unido... No es seguro que vengan todos, pero a nosotros nos gustaría que ambas participaran.

Kylie y yo nos miramos sin saber que decir, ningún sonido sale de mi boca, sé que mi mandíbula esta por los suelos, al igual que la de mi mejor amiga.

Esta y sin exagerar, puede ser la oportunidad de nuestras vidas. Si uno de los "Coach" de algún país, nos llama, por fuerzas mayores, nos tendremos que ir a vivir a otro país. Kylie siempre ha querido esto, yo siempre he querido esto. Y ambas queremos esto.

-¿Qué dicen? -Mi entrenador nos mueve por los hombros, yo rápidamente reacciono y me abalanzo hacia él.

-Gracias, gracias Sean. -Yo murmuro y lo aprieto con fuerza.

Kylie y yo nos quedamos hablando un poco más de los detalles, el partido de demostración será la siguiente semana, así que tenemos que prepararnos físicamente para jugar bien. Volteo hacia las gradas de atrás en busca de Jhon, pero él no está.

-¿Listas? -Jhon pregunta mientras caminamos fuera del gimnasio hacia él.

-Sí, ¿A dónde rayos te fuiste? -Su hermana le pregunta molesta.

-Fui a la maquina dispensadora. -Él explica y se encoje de hombros.

-Oh bueno, vamos pues. -Ella le indica. -Meredith, nos vemos mañana, tengo que ir hacer unas compras con este hombre, para la cena. ¿Crees que nos podamos ver mañana para hablar con más calma? -Ella pide y me toma de la mano mientras me jala a un abrazo.

-Sería bueno, mañana te veo entonces. Que se diviertan ambos. -Yo les digo mientras abrazo a Jhon y el me da un beso rápido en la mejilla. Siento mis mejillas calentarse mientras ellos dos se alejan y se suben a un Honda que sospecho que es de Jhon.

Una vez que ellos se alejan yo saco mi celular y marco el número de mi madre para decirle que ya venga a recogerme.

Mama tarda aproximadamente entre quince a veinte minutos en llegar al gimnasio.

Ambas subimos al coche y le regaño por no haberme dicho antes que había pasado con Sean.

Eighteen H. SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora