Heathrow

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Como si fuera un deja vu... Bajo las escaleras eléctricas del aeropuerto como hace unos meses, hacia la sala de embalaje, para recoger mi maleta y dirigirme a la salida de este.

Una vez que tengo mis maletas en mano, empiezo a caminar hacia la salida, y mientras lo hago, empiezo a buscar a Louis, que seguramente ya ha de estar por aquí.

-¡Meredith Fallas! –Una voz chillona técnicamente masculina, grita detrás de mí.

Giro sobre mis pies y a unos cuantos metros de mí, se encuentra Louis, con una gran sonrisa pintada en el rostro.

-¿Señor Tomlinson? ¿Es usted? –Me burlo mientras él se acerca hasta envolver sus brazos a mí alrededor y levantarme del piso. Louis se ríe por lo bajo y me abraza fuertemente contra sí mismo.

-Dios mío. –Exclama. –Tanto tiempo sin verte y cada vez creces más. –Señala mientras me pone nuevamente en el piso.

-¿Crecer yo? Pensé que lo había dejado de hacer hace unos cuantos años. –Me rio.

-Aun eres joven para seguir con tu programa de crecimiento. –Explica. -¿Qué diablos hiciste con tu cabello? –Se ríe y mueve su mano a mi cabeza para despeinar un poco los mechones, que ahora son un poco más largos de lo que eran cuando me lo corte.

-¿No te gusta? –Hago una mueca.

-Nunca dije eso. –Articula. –Solo te hice una pregunta, en realidad... Me gusta, te ves bien. –Halaga.

-Gracias. –Siento el calor en mis mejillas.

-Como sea. He conducido alrededor de tres horas y media. –Me explica mientras toma las azas de mis maletas. – Y tú has tenido un maldito largo vuelo de aproximadamente casi doce horas. ¿No tienes hambre? –Se ríe mientras ambos nos dirigimos a la salida de las inmensas instalaciones del Heathrow Airport.

-Ahora que lo dices... La idea suena bastante tentadora. –Asiento.

Mientras venia en el avión, me temía que pasara lo mismo que había pasado con Harry hace unos meses, lo de las fans locas afuera del aeropuerto, pero ahora, como no es temporada vacacional, hay muchas menos personas de lo normal.

Louis me indica que suba a su camioneta y que me ponga cómoda, mientras él se toma un momento para tomarse algunas fotos con las fans que están afuera de las instalaciones.

Ahora que me pongo a pensar mejor las cosas, yo estuve en su lugar. No exactamente de esa manera, pero yo quise mucho a esta banda cuando fui adolescente, eso no quiere decir que los he dejado de querer de la misma forma, los quiero como si fueran mi propia familia, lo cual me aterra.

No logro ver correctamente a las fans que se acercan nerviosamente con Louis, debido a que estoy del lado de la calle, donde los automóviles y taxis bajan y suben a personas, pero si logro ver a las muchas niñas que lloran descontroladamente por los nervios.

Suspiro profundamente antes de tomar mi mochila y sacar mi IPhone negro, el que me regalo Harry de cumpleaños y que aún sigo teniendo; y marco el número de Kylie. Papa no tuvo la decencia de decirme que diablos hablo con ella.

Atienden el teléfono hasta el segundo intento.

-Perdón Grace, estaba discutiendo con Jhon. –Mi amiga se disculpa. -¿Cómo estás?

-Hola Kylie, algo cansada, pero eso no importa ¿tu como estas? –Pregunto.

-¿Yo? Estoy bien, Londres es una grande ciudad.

¿Qué?

-Haber, un momento ¿Ya estás en Londres? –Como si fuera posible, me muevo en mi asiento para ver las personas que cruzan el pasillo de llegada, como si fuera a ver a Kylie. -¿Esta Jhon contigo? –Jadeo y ella ríe.

-Sí, ambos llegamos ayer. Tu papa hablo conmigo, pensé que ya lo sabias. –Explica.

-No, él no me dijo absolutamente. –Me encojo de hombros.

Escucho la puerta de la cajuela abrirse, lo que me indica que Louis está subiendo mis maletas a la camioneta. Un portazo más me hace ver que él ya está sentado en el asiento del conductor, lo miro y el me regala una mirada llena de curiosidad, levanto un dedo pidiéndole que espere un momento. Louis asiente y prende el motor de su Range para empezar a avanzar sobre la carretera.

-Eso es raro, me dijo que iba a hablar contigo para que ambas nos pusiéramos de acuerdo con eso de los horarios y ese tipo de cosas. Por cierto ¿dónde estás?

-Estoy saliendo del aeropuerto. –Explico.

No tengo la menor idea de si estaría bien decirle a Kylie que Louis ha pasado por mí, así que rezo a todas las figuras religiosas que no pregunte absolutamente nada.

-Diablos, sí que eres rápida ¿quieres que Jhon y yo vayamos a buscarte? –Cierro los ojos con fuerza.

Para cuando los abro, veo que Louis maniobra con el automóvil en el tráfico que hay para salir de la calle del aeropuerto, lo miro a los ojos y él me sonríe.

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Eighteen H. SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora