POV Percy
La voz de Piper sonaba como si fuese eco, o como si me hablase bajo el agua y solo escuchase algo parecido a una ballena; se como sea no podía entenderla, no por ella, sino por mí.
Dos días habían pasado, en los que me dedicaba a esquivar a Annabeth en todo momento, aunque tampoco es que ella hiciese esfuerzos por hablarme, iba tan a su bola como lo hace Clarisse. El beso se repetía en mi mente una y otra vez, cuando la veía desde lejos, cuando alguien pronunciaba su nombre o simplemente cuando yo pensaba en ella; algo que ahora para mi desgracia, era habitual.
Estaba trastocado, volví a sentir ese anhelo que me consumía los meses después de su abandono y no había nada que me aterrase más. Solía sentirme perdido y ni siquiera había sido consciente de ello, pero ahora que me besó, parece que todo lo que me rodea es un oasis y el desierto es el espejismo.
-¿Entonces lo hago? - preguntó Piper.
Ni siquiera sabía de qué hablaba pero ni tenía cabeza para sentirme un mal amigo. Miré a su izquierda en busca de ayuda, esperando que Reyna la hubiese estado escuchando. Mi otra mejor amiga bebía con tranquilidad de una taza, como si el cotorreo de Piper solo fuese un murmullo pero confiaba en que la hubiese estado escuchando. Eso sí, no iba a contestarla, al menos hasta que no se dirigiese expresamente a ella, Reyna solo prefería mantenerse al margen totalmente metida en su mundo.
Tenía la mirada expectante de Piper encima mía, esperando una respuesta que al menos de mi parte jamás llegaría, no le había hecho caso desde que se sentaron, si se hubiesen levantado ni las habría visto. Lo único que escuchaba ahora eran los sorbos de Reyna de fondo y el toque repetitivo en la mesa de los dedos de Piper con impaciencia.
-Annabeth me besó.
Café, eso es lo que estaba tomando Reyna. Me quedó claro por si tenía alguna duda cuando lo escupió en toda mi cara, afortunadamente no quemaba, mi rostro se lo agradecía. Piper por el contrario no hablaba, estaba muda como nunca y con los ojos totalmente abiertos, algo insólito en ella siendo por la mañana
-¿A dónde vas? - pregunté viendo cómo se levantaba Piper de la mesa con rapidez.
-¡Me quedaba un día en la apuesta! ¡He ganado! - gritó saliendo del comedor.
-Si querías mantenerlo en secreto, ya es tarde - murmuró Reyna limpiándose la boca. Ahora recuperaba los modales luego de escupirme el café.
-¿Qué es lo que puedo hacer? Estoy confuso, con todo.
-Tenéis Piper y tú una mala manía de contarme vuestros problemas amorosos - respondió con una mueca - Yo de esto no sé.
-Sales con Thalia.
-En gran parte funcionamos gracias a ella - me quedaba claro, la ojiazul nos había sorprendido a todos en su rápida lección de cómo llevar una relación - Mira, no sé absolutamente nada, pero si no puedes parar de pensar en ello y no con evidente asco es que Annabeth sigue sin serte indiferente.
-Nunca me lo fue, pero ya no estoy enamorado de ella.
-Si, eso decía yo y mírame - dijo con sorna - Tu sabrás lo que haces, yo no afirmo ni desmiento nada pero... solo trata de ser sincero contigo mismo. Supongo que sentir no es tan malo, da igual que la otra persona esté mal de la cabeza.
-No creo que ahora sea comparable el estado mental de las dos. Annabeth literalmente está irreconocible, no es ella.
-Para "no ser ella" te estás tomando muchas molestias en pensar un simple beso - comentó suspicaz - Por cierto, mañana me traes el café que me debes.
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Lost at sea: Collapse
Fanfiction3º Libro de Lost at sea ¿Deseando saber cómo acaba esta trilogía? Yo que tu, lo leería. 28-06-2021 2º #Rotos 🏅