Will se convierte en decorador profesional

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POV Percy

Miraba a Will golpear con su dedo índice una y otra vez contra la barbilla con actitud pensativa, con Piper a su lado con el ceño fruncido simulando que pensaba como él, aunque mi mejor amiga solo estaba aquí por estar. No me quejo, tenía la misma participación en esto que yo: nula.

-No, no me gusta - negó de nuevo Will y Leo soltó un resoplido cansado - Muévelo al otro lado, no le da la luz.

-Una cosa es hacerte los muebles a cambio de días libres. Otra muy distinta es aguantar a este que se cree diseñador - espetó Leo ya cansado - Un cambio más y te quemo el pelo, solecito.

-En este momento Will sintió verdadero terror - me susurró Piper - Más a la derecha Leo - indicó con una mueca burlona.

-¿Por qué a la derecha? - pregunté.

-No lo sé, solo quiero fastidiarle - respondió con malicia viendo a Leo mover mi nueva estantería hacia donde dijo Piper.

-No, más pegada a esa pared - me uní señalándola y vi cómo a Leo le empezaba a salir humo de las manos - Me vas a quemar los muebles. ¿Puedes cambiarlos de color?

-¡Ya está bien! Prefiero fregar la cubierta ¡fijaos lo que os digo! - dijo soltando la pequeña estantería para las armas.

Comenzó a arrastrarla de nuevo sin escuchar las indicaciones que le dábamos. No sé de qué se quejaba, le había puesto unas pequeñas ruedas de metal que había fabricado alegando que así cuando volvamos a tener un ataque de ira Thalia y yo, le avisásemos y se llevaba rodando los muebles hasta que se nos pasase. Admitía que es un buen truco, excepto que cuando la soltaba rodaba sola debido al movimiento del barco, así que me veía escribiendo en mi mesa y viendo la estantería danzar a su bola por mi camarote. Si me lo montaba bien, podría usarla para entrenar.

-No pensarás dejarla ahí ¿verdad? - preguntó Will al ver a Leo ponerla enfrente de la mesa en mitad del camarote, casi tapando la puerta. - Eso es una horterada.

-Haberos decidido antes, ahora la rodáis vosotros si os da la gana - espetó cruzándose de brazos manteniendo su mirada fija en nosotros.

Entramos en una guerra de miradas, nosotros tres contra Leo. No fue difícil hasta que la estantería comenzó a moverse poco a poco, desplazándose cada vez más lejos de Leo a medida que el barco rompía las olas con rapidez. Leo miró de reojo la estantería, tratando de alcanzarla disimuladamente con su pie como si no nos hubiésemos dado cuenta de que se movía a sus anchas.

-Creo que ella misma quiere elegir su posición - se burló Piper.

-La idea de las ruedas ha sido genial Leo, de verdad - dije viendo cómo se chocaba contra la pared con la parte de atrás hacia nosotros.

-Fabricaré un tope - suspiró resignado - Pero no me daré prisa, ahora te aguantas. Si lo piensas es como un perro, puedes ponerle nombre.

-Ven Nico, ven - canturreó Will chocando sus palmas contra sus muslos mirando la estantería como si fuese un perro - Dame el cajoncito, venga.

-Cada vez entiendo más a Clarisse cuando dice que vamos a morir todos - murmuró Piper.

Sé que lo hacía para molestar a Leo, pero tampoco me importaba tener una estantería que rodase. Lo único que debía asegurarme es que las puertas y cajones donde tenía las armas y algunas vendas no se abriese para formar un estropicio que luego tendría que recoger yo; por lo demás, podía pasearse por mi camarote que a mí no me molestaba en absoluto. Sería mi nueva compañera, ya me hacía falta la compañía.

Faltaban pocas horas para llegar a la ubicación de Annabeth, lo que tenía a todos nerviosos y con la incertidumbre de si iban a atacarnos o no. Yo desde anoche no había podido pegar ojo, toda esta larga semana había repetido en mi cabeza los múltiples escenarios que supondrían nuestro encuentro y en una gran mayoría acababa conmigo muerto. El resto, toda mi tripulación en un bote mientras nos dejaba varados en el agua con las coordenadas en un papel y sin barco.

Lost at sea: CollapseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora