No me quedan ni sillas en el camarote

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POV Percy

Némesis.

Su nombre se repetía una y otra vez en mi cabeza. Observaba el camarote destrozado, la furia de Thalia y mía combinadas habían acabado casi con cada mueble; las paredes de madera no habrían durado de no ser porque nos sujetaron contra el suelo con una de las llaves más dolorosas de mi vida por parte de Jason y Reyna. Aún quedaban restos de sangre en el suelo de nuestros nudillos, pero lo que no olvidaba era la cara de Thalia junto a la mía contra el suelo bañada en lágrimas y reflejando el mismo dolor que nos carcomía al saber la verdad. Nada podría hundirnos más, habíamos tocado fondo al igual que Annabeth hace meses.

A pesar de que Zöe no lloraba como Rachel, sabíamos que no traían buenas noticias, sobretodo por la rapidez con la que entraron en el camarote sin tocar la puerta; cosa que irónicamente molestó a Thalia que les dijo que la puerta estaba para algo. Parecía que se le habían olvidado sus orígenes.

-Vale, suéltenlo - aceptó Thalia cuando Rachel dejó varios libros sobre la mesa en un estruendo mientras se secaba la lágrimas.

-Mientras estabais con Ate revisé las coordenadas - comenzó Zöe tragando con fuerza - Son las mismas, es decir, aquí tenía marcado Chase la ubicación de Lamia.

-¿Por eso dijiste que no avanzásemos aún? - pregunté y asintió avergonzada - ¿Está ahí? ¿Tenemos que volver? - hice una mueca, no me apetecía volver a encontrarme con Ate.

-No Percy, no es aquí - negó Zöe y no sabía si alegrarme - Annabeth... no creo que tuviese mal por error las coordenadas, seguramente sabía que la vigilábamos o algo. Habrá sacado del mapa la ubicación de Ate, pero la de Lamia la tiene que tener ella.

-O sea que nos ha tomado el pelo - resumió Thalia sentándose de forma recta en la silla - Perfecto, de nuevo no tenemos una puta mierda. Siempre va un puto paso por delante.

-Ya pensaremos algo - traté de calmar aunque de nuevo me sentía perdido y sin saber qué hacer - No tienes que llorar por eso Rach, ni sentiros mal Zöe. Vosotras no sabíais lo que hacía Annabeth pero si nos quedamos con lo positivo, conseguimos información de Lamia.

Aunque mi tono era amable y animado, estaba ya replanteándome tragarme mi propia espada. Un problema tras otro y lo peor, me temía que ahora tendríamos que volver a visitar a Ate a ver si la diosa del caos y al fatalidad nos hace el favor de darnos las coordenadas de Lamia. El día que conozca a alguien con tanta mala suerte como nosotros le veneraré y sentiré tanta compasión que lloraría a su pies.

-No... no es por eso - le falló la voz a Rachel - Sabes que estos meses he estado leyendo mucho, buscaba información - temblaba al hablar y asentí recordándolo, últimamente hasta para comer tenía la cabeza sumergida en libros dándose un aire a Annabeth.

-Si ya me dices que has encontrado ahí escrito que Océano es invencible, alégrate mujer. Nos ahorras tiempo y así nos vamos todos de vacaciones antes del fin del mundo - se encogió de hombros Thalia como si el condenar al mundo no fuese nada. Aunque tenía que reconocer que la palabra vacaciones sonaba realmente tentadora.

-No. Sé lo que le pasó a Annabeth y a Nico - soltó y la daga que Thalia tenía en las manos cayó al suelo en un agudo golpe mientras a mí se me cortaba la respiración.

-Rach ¿estás segura? - pregunté tragando con fuerza y varias lágrimas comenzaron a resbalar de sus ojos alertándome más - ¿El qué?

-Nico siempre lleva manga larga, pero en un entrenamiento Clarisse cortó de más su camiseta y me fijé. Tenía... un símbolo, una balanza con algo atravesado, no pude verlo bien al principio. -  Ni siquiera hice memoria, yo jamás me hubiese fijado en alguna marca o zona específica del brazo - Sabéis que pinto y dibujo, pues me interesó su significado, quería saber mas. Para mí fue solo un tatuaje hasta que hoy por la mañana lo leí.

Lost at sea: CollapseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora