La comida es el idioma universal para hacer caso

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POV Percy

El silencio se sentía tan extraño que me incomodaba, mucho. Creo que jamás habíamos convocado una reunión y todos estaban callados, eso solo pudo provocarlo Annabeth cuando fue la última en llegar. Cualquier murmullo se evaporó como si esto fuese alguna quema de sudario, nadie resollaba.

-Desembarcamos nada más acabar, así que espero que no me hagáis perder más tiempo - anunció sentándose a mi lado - ¿Quién quiere venir de paseo? - dijo con hastío, dejando en claro que no le hacía ni maldita gracia salir del barco.

No lograba entenderla. Nos habíamos vuelto a besar, dos veces más tras el rápido asesinato de Drew Tanaka y cuando sentía que tenía enfrente a la Annabeth de antes, adoptaba su postura fría y distante actuando como si no hubiese pasado nada. Me había estado rompiendo la cabeza, muchísimo para tratar de entender cada una de sus acciones, pero nunca lograba seguirle el paso. Tampoco es que me jurase amor eterno, solo me besaba y luego... nada. Esa es ahora nuestro día a día y lo odiaba tanto como anhelaba.

Había tratado de pararme a mi mismo ¿cuatro? ¿Cinco veces? Todas sin éxito, porque nada más sentía su cercanía, abandonaba todo raciocinio y volvía a caer. Annabeth es como un mar embravecido, cuanto más trates de resistirte, nadando con todas tus fuerzas; antes te ahogas, el miedo pesa. En cambio si solo te dejabas llevar y permites que la corriente te arrastre, esperas llegar a un buen puerto pronto. Ansiaba la paz que ahora no veía en medio de su tormenta.

-Tenemos de tiempo hasta que salga el sol - habló Reyna dando una mirada rápida a la ventana - Es la información que le dio Tanaka a Percy.

-Tenemos, nosotros. No tú - especifiqué viendo su ceño fruncido - No vas a ir, al menos hasta que Will confirme que ya puedes usar toda tu fuerza con el brazo.

-Ja, te vuelves a quedar en tierra preciosa - se burló Thalia ante su cara fastidiada. Agradecía que Reyna no se atrevió a replicarme aunque no dudaba que internamente estaba deseando cortarme el cuello.

-Y tú tienes más vendas que ropa. También te quedas - cortó Annabeth la burla de su hermana y Reyna aprovechó para darle una mirada burlona a Thalia.

-Puedo ahorcar a Fortuna con las vendas - dijo Thalia cogiendo un trozo de una y tirando tratando de demostrar su punto - ¿No? Puta mierda - masculló ante la negativa de Annabeth y mía.

-La parejita se queda sin diversión - se burló Zöe junto a Grover que trataba de taparse la boca para no reír.

-Tranquila agricultora, nos lo pasaremos muy bien sin vosotros - respondió Thalia con una sonrisa pícara que no traía nada bueno. Solo esperaba que el Argo II estuviese entero a nuestra vuelta.

-Si, adelantando las tareas de hoy y teniendo listo el barco a su vuelta - especificó Reyna fastidiando los planes de Thalia.

-De verdad doña perfecta, eres el alma de la fiesta.

-Necesitamos a los más rápidos, según Tanaka hay que perseguirla. Así que habrá que correr tras ella - murmuró Annabeth y ya vi algunas expresiones de cansancio y pereza.

-Error. Es imposible atrapar a la diosa Fortuna persiguiéndola desde atrás - comentó Reyna para la desgracia de Annabeth al fastidiarle sus planes.

-¿Me puedes decir cómo piensas atraparla entonces? No pasa dos veces por el mismo sitio - murmuró Ananbeth reclinándose en la silla y fijando su vista en Reyna. Me sentía tan tenso como si estuviesen peleando a puño limpio.

-Hay que verla venir, si uno quiere seguirla desde atrás, no podrá alcanzarla nunca, corre más rápido que nadie - especifico Reyna sosteniéndole la mirada a Annabeth, igual de fría que la suya - Además hay que estar alerta, si pasa por tu lado y perdiste el momento, tus posibilidades se reducen a un uno por ciento de volverla a ver.

Lost at sea: CollapseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora