No nos sirve planear las cosas con antelación

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POV Percy

Todo había cambiado, recordaba exactamente las reacciones al conseguir el primer y segundo talismán, estallando en vítores y animándonos porque solo quedaba uno. Ahora es todo lo contrario, subimos cabizbajos al barco y con un escueto <<bien hecho>> al conseguir la papaya. Tampoco esperaba mucho, yo no estaba como para felicitaciones masivas, lo único que había hecho nada más llegar al barco como todos era dormir y escuchar a Travis quejarse por no haber podido traerse su tortuga.

Ya no era solo que el Stoll no había conseguido una pezuña del minotauro como le prometió Clarisse - estábamos tan deseosos de salir que ni la morena lo recordaba -, a eso le añadíamos que en cuanto volvimos a cruzar las puertas del País de los Sueños, esas viscosas como la gelatina, la tortuga con cabeza de tenedor que tenía Travis en sus brazos desapareció nada más alcanzar el otro lado.

Ciertamente tenía su lógica, al fin y al cabo era un sueño de alguna persona y tenía que permanecer allí, pero creo que algunos, como Travis, se habían encariñado tanto con el extraño animal que no habían pensado con cabeza lo de llevarla al barco. Además ¿qué comería? No tiene boca. No habría durado mucho, nosotros no somos unos genios para descubrir cómo se alimenta. Habría muerto en apenas dos días, si es que un sueño puede morir.

Lo único bueno que había sacado es que ya no me aterraba el Inframundo. El agua negra del Estigio se deslizaba por el cascarón del barco, avanzábamos lento mientras escuchaba los gritos de auxilio y algunas otras almas aparecían por la orilla, llorando y perdidas por la eternidad. Nada me daba miedo ahora, luego de haber experimentado el dominio de Fobos y Deimos, escuchar el sufrimiento o los llantos de otra persona que no fuese yo era un alivio. Ni el más feo de los monstruos iba a asustarme, tampoco la sensación de estar apunto de morir. Nada tendría tanto efecto en mí.

-¿Qué te pasa? - se acercó Clarisse a mí con la lanza sobre sis hombros, nunca paraba de entrenar - Es más curiosidad que preocupación - especificó.

-Nos vamos sin Annabeth o vamos a buscarla - murmuré apartando la mirada de ella - ¿Tú qué harías?

-No te lo voy a decir - soltó y la miré con ironía ante su ayuda - Solo quieres mi opinión para convencerte de que lo haces pensando en nosotros. Eres el capitán, ya es hora de que hagas como Thalia y tomes una decisión sin consultarnos.

-No le veo el problema a escuchar las opiniones de los demás.

-Nadie se va a pronunciar esta vez, por vergüenza o miedo, pero te aseguro que no hay una decisión común - me desveló a medias. - Esto es cosa de Grace y tú, vosotros elegís.

-No sabemos cómo está, quizás está bien y deberíamos ir a buscarla al palacio de Hades.

-O está mal y habremos perdido dos días para nada - respondió con gracia.

No pensaba ayudarme más, lo tuve claro cuando a pesar de quedarme esperando a ver si soltaba un poco de información sobre lo que haría ella, no continuó hablando. Podría quejarme mucho sobre Clarisse, pero la forma fría en la que pensaba las cosas es la que más me beneficiaría ahora, cosa que a mí se me sigue resistiendo para saber actuar.

-No he podido evitar oíros porque estaba escuchando - puso Silena sus brazos sobre nuestros hombros con una sonrisa divertida.

-¿Tú escuchando conversaciones ajenas? Vaya novedad - ironizó Clarisse apartando el brazo de su mejor amiga de sus hombros.

-Sí, como sea. Yo iría a por Annabeth y si sigue mal de la cabeza, es tu momento Percy, la besas y adiós al problema - completó.

Yo seguramente estaba sonrojándome poco a poco con su comentario, mientras Clarisse la miraba como si fuese un cíclope con malformaciones.

Lost at sea: CollapseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora