Aprendo que no debería intentar hacer mis sueños realidad

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POV Percy

Todo estaba bloqueado en mi cabeza, no podía concentrarme en nada. No tenía miedo de la horca, a pesar de ya no confiar en Annabeth, confiaba en su cerebro -si es que eso tiene sentido- así que estaba seguro de que no correrían riesgo alguno.

-Podemos esconderlos en mi tienda, nadie sabe quién es realmente el dueño - propuso Calipso con una sonrisa de suficiencia. Al contrario de Leo, ella había querido mantener el anonimato, como mucho atendía a los clientes pero no expresaba casi gritando como su novio que todo eso era hecho con su esfuerzo y dedicación - Si les escondemos aquí, ten por seguro que vendrán antes de que pensemos un plan de huida - dijo con una mueca mirando alrededor de la herrería de Leo.

-Esto no se podía mantener en el anonimato preciosura, la gente sabe dónde está la calidad ¡quieren verme a mi! - se señaló Leo.

-Ignorando que les diésemos tiempo aquí, no va a ser para siempre, tenemos que huir. Y lo siento pero no tenemos barco - murmuró Frank con las manos en la cara apretándose el rostro con nervios - Me permitieron hablar con Annabeth esta mañana, piensan robar un barco, pero me temo que Octavian ya habrá movilizado varias tropas por allí por si acaso.

-Sobretodo teniendo en cuenta que hay mucha más vigilancia por la revuelta que formaron - murmuró Jason entrecerrando los ojos hacia Reyna.

-Si tenías una idea mejor, haberlo dicho. Ahora no vale de nada, si hablas que sea para aportar algo - espetó Reyna a mi lado sin inmutarse.

A pesar de Jason haberla ayudado al igual que yo, mi amigo enloqueció cuando vio tanto descontrol, la gente gritando, movilizada y declarando su odio a Octavian sin acatar ninguna norma, incluida las de los centuriones. La situación del reino ahora sería bien resumida como caos.

El cónsul se había salido momentáneamente con la suya. La "atracción turística" de la horca de las dos piratas más buscadas había sido suficiente para que el pueblo diese una tregua en lo que durase el acto manteniendo la calma hacia el. Ya luego exigirían que él fuese juzgado de igual modo, pero al igual que hicimos nosotros en el juicio, tiempo es tiempo.

-Técnicamente... si tenemos un medio de huida - habló Leo con una sonrisa torcida y pícara - Digamos que no solo trabajaba aquí. Déjenme un minuto para mostrarles mi esplendor.

Me fiaba de mi amigo, pero cuando tiene esa mirada de locura nada bueno podía esperarme. La última vez que tenía una sonrisa igual fue la fiesta que organizó al cumplir un año aquí, los pretores y centuriones tuvimos que comparecer ante Octavian y pedir disculpas por el descontrol causado. Eso sí, Leo si sabe armar una fiesta, no iba a quitarle todos los méritos al chico.

-¿Tu sabes qué trama? - le preguntó Hazel a Calipso mientras veía a Leo agacharse entre varios cajones astillados, abriéndolos y cerrando buscando algo.

-Si, le seguí un día pensando que me engañaba. Iba a matarlo - respondió encogiéndose de hombros y vio la mirada ofendida de Piper - Si tu novio sale cada día de su trabajo y se pasa toda la tarde fuera ¿qué pensarías? - espetó.

-¡Pues es Leo! Me esperaría que estuviese criando un dragón él solo antes que eso - se cruzó de brazos mi mejor amiga - Pero vale, puedo entenderte, aún no lo conoces tanto como nosotros.

No podía culparla, Leo es el típico chico que aparenta algo que no es con todas esas capas de autoestima y chulería que le caracteriza. Calipso se había ganado el cielo pudiendo tener ahora el título de su novia, pero tenía que aprender poco a poco que Leo era más que halagarse a sí mismo como "sexy". Es un chico totalmente fiel en cualquier ámbito así que debía estar tranquila por eso.

Lost at sea: CollapseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora