Una maestra de la actuación a grandes niveles

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POV Percy

Continuaba en silencio sin moverse, mirando hacia la puerta cerrada con llave aunque en verdad parecía totalmente metida en sus pensamientos. Yo sin embargo lo único que hacía era tirar de las cuerdas que me tenían atado a mi silla y mirarla por si ya se había soltado, pero no, seguía quieta como si estar amarrada igual que yo no le supusiese ningún problema.

-¿No piensas decir nada? - pregunté impaciente al no ver una reacción de ella. En otra época ya habría sacado algún cuchillo de no se dónde y cortado las cuerdas, ahora pasaba olímpicamente de todo.

-Que esto pasa por seguir tu plan ¿quieres que diga algo más? - preguntó apartando la vista de la puerta, centrándola en mí.

-Vale esto ha sido mi culpa, lo admiro ¿Contenta?

Ni asintió, ni sonrió complaciente, nada. Solo volvió su vista a la puerta totalmente en silencio de nuevo. Creo que prefería escuchar sus quejas como cuando nos llevaron en el bote, que aparte de tratar de dejar sin cabeza a patadas a los guardias, no desaprovechó ni un minuto del paseo en repetirme una y otra vez <<te lo dije>>. Lo prefería mil veces a su silencio.

No tardaron en amarrarnos, sobretodo a Annabeth que necesitaron cinco para conseguir sujetarla bien. Yo en cambio no puse mucha resistencia, no serviría de nada y no quería que ninguno de los dos nos llevásemos un golpe de más por desobedecer. También es cierto de que tenía la esperanza de que fuesen tan estúpidos como Octavian y el nudo en la silla estuviese mal hecho, pero parece que no fue así y mis opciones de escapar nada más nos dejaron solos, se reducían a cero.

-Dame un momento y lo soluciono. Estoy pensando - traté de hablar creyendo que el motivo de no hablarme es que estaría más furiosa de lo normal conmigo.

-Tranquilo, sé cuán difícil es hacer algo por primera vez - respondió ladeando la cabeza en mi dirección con una sonrisa falsa.

-En vez de echarme la culpa de nuevo podrías pensar algo. Así no avanzamos.

-Ya lo he hecho - respondió serena - No te lo diré, porque harás lo contrario y sinceramente, no pienso morir por tu culpa. No te lo tomes como algo personal, o si, me da igual.

No llevaba armas encima, nos habían requisado los dos cuchillos que traía además de la lanza de Clarisse. Dioses esperaba que nos matasen, no me imaginaba la carnicería que haría Clarisse conmigo al enterarse de que he perdido su lanza. No quiero volver, prefiero quedarme en esta silla sentado para siempre, todo menos sufrir su cólera por quitarle su arma a la que seguro quería más que a Chris Rodriguez.

Volvía a ignorarme pero para mi era imposible que ella pasase desapercibida. Tenia menos golpes que yo, a la vista solo uno en el brazo junto a un pequeño corte, exceptuando el que el imbécil de Ethan Nakamura le dio en las costillas; en cuanto tuviese la oportunidad, se lo devolvería. Es un cobarde, solo se atrevió a golpearla cuando estaba sujeta e indefensa -y con la nariz de Octavian en su boca- pero se ganó mi odio inmediatamente, mucho más que antes. Tenía los restos de sangre del cónsul en su barbilla y nariz, le daba un aspecto terrorífico, imponente; a nadie le gustaría acercarse a ella sabiendo cómo le partió el tabique nasal de un mordisco.

-No sé cómo piensas tú, pero mirándome no vas a conseguir nada - habló sin devolverme la vista.

-Eh... uh, lo siento - me disculpé fijando la vista en el suelo.

Ojalá hubiese tenido el rostro manchado igual de sangre, todo sea para controlar el dolor de mejillas y el calor que sentía en ellas al verme pillado. Necesitaría un buen rato para que se me pasase la vergüenza, solo podía mirarla de reojo comprobando que seguía impasible como si no me hubiese pillado mirándola. No podía culparme, Annabeth siempre me resultó interesante, de esas personas que podrías observar horas y no cansarte jamás. Y ahora más que nunca, está llena de misterios para mí.

Lost at sea: CollapseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora