Le hago un bigote a Océano

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POV Percy

A falta de días para llegar hasta Hestia, como si los entrenamientos no fuesen lo suficientemente cansados, algunos no pudimos descansar bien anoche, donde me incluyo.

Calipso vino a mi habitación, despertándome de una forma tan poco cuidadosa que estuve al borde del infarto, pero la sensación de nervios que sentí cuando solo pronunció el nombre de Annabeth, fue peor que cualquier susto. Pensé que se había largado, nada más salir de mi camarote comprobé de forma rápida que estaban todos los botes y para mi fortuna fue así. Tenía un miedo constante a que se fuese, tanto que en todo el camino detrás de Calipso me había imaginado las situaciones más raras, entre ellas que si no se había ido en bote ni en un viaje sombra con Nico, había huido nadando; he llegado al punto de hasta creerme eso si me lo dicen.

Incluso el irse nadando fue más creíble para mí que verla llorando frente a la que fue la cama de Miranda, con Katie Gardnier detrás sobando su espalda en un inútil intento por calmarla.

-Creemos que tuvo una pesadilla - susurró Calipso para no despertar al resto. - Comenzó a llamar a la puerta con rapidez y entró corriendo buscando a Miranda, hasta que... bueno.

-Gracias - susurré mirando directamente a Katie.

-Nunca se me dio bien guardar rencor, menos cuando alguien sufre así - me sonrió con lástima de vuelta mientras seguía tratando de calmar a Annabeth.

No había reparado en él, pero tenía a mi lado apoyado en la pared a un silencioso Travis Stoll, que observaba la escena de brazos cruzados y con el pelo revuelto. No  hacía ningún movimiento, ni me devolvía la mirada al sentir que le observaba, atención estaba fija en Annabeth y Katie.

-¿De verdad crees que está planeando matar a otro? - pregunté directamente en referencia a la última reunión que habíamos tenido.

-Parece que tengo solo un guión del que no puedo salirme: el chico que hace bromas. - habló sin responderme, - pero también tengo derecho a estar enfadado.

-Eso no te da derecho a tratarla como lo hiciste.

-También fui así de duro con Di Angelo y no veo que me lo eches aún en cara, ni Will lo hizo porque sabe que tengo razón - apartó su mirada de Annabeth sin apenas mover la cabeza para centrarla en mi. - Me pregunto, si no fuese Annabeth ¿también pensarían en perdonar? ¿Por qué por el simple hecho de que sea ella tengo que tener tacto?

Probablemente no esperaba una respuesta de mí, se acercó a Katie susurrándole algo al oído antes de dejar un beso rápido en su mejilla, no volviendo a mirar a Annabeth en el proceso, como si no existiese.

-Cuando eres gracioso es difícil saber si están contigo porque te quieren o solo para reírse - frenó a mi lado antes de salir. - Solo me he sentido amado dos veces en la vida y fueron Connor y Miranda, se convirtieron en mi familia y los perdí a ambos.

-Todos aquí te queremos, somos una familia.

-Aunque no lo creas, intento preservarla - respondió y me sujetó el brazo antes de que fuese hacia Annabeth. - No voy a perder a Katie también, no puedo obligarla a no acercarse a Annabeth, pero vigilaré cada paso que dé.

-Entiendo que tú tampoco puedas perdonarla, pero no la trates como un peligro o el enemigo - insistí señalándola con la cabeza. - Te guste o no, Annabeth ha vuelto, no la marioneta de Némesis.

-Lo creeré cuando deje de visitar a Ethan Nakamura en las celdas.

Eso era lo último que me faltaba en problemas, dejó dos golpes rápidos y leves en mi espalda en apoyo antes de irse. Travis no mentía, en esto nunca lo hacía pero había provocado que hasta yo comenzase a tener curiosidad del por qué de sus visitas y de si debería preocuparme.

Lost at sea: CollapseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora