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-¡Ah estoy tan emocionada! ¡Quiero que los veas ya!-divagaba Hange mientras cabalgamos lentamente entre la personas hacia la puerta.
-¿Crees que veremos uno de 15 metros?-pregunte mientras peinaba mi cabello en una coleta.
-¿Qué fetiche tienes con esos?-intervino Petra que iba delante de mí, ella bajo la supervisión del capitán Levi, y aunque al principio se vivía quejando de todo lo relacionado a él y sus infernales entrenamientos, ahora lo adoraba y respetaba.
Cosas de chicas que ni siendo chica entiendo, supongo.
-Oh, Astrid, creo que alguien te llama-señalo Hange hacia la multitud.
Negué con la cabeza, segura.
-Mi familia vive en un bosque, Hange-san, es imposible que...Mierda.
Mi vista chocó con la de Carla Jaeger. No iba a negar lo obvio, Carla era una mujer muy hermosa y amable, por lo que no comprendía cómo termino con alguien como Grisha, la magia de las apariencias, o tal vez Grisha solo era así conmigo, quien sabe. Solo había visto a Carla un par de veces cuando era niña, antes de vivir con los Blouse. Me caía muy bien, o eso era hasta que me dijeron de la llegada del bastardo que ahora sostiene en brazos.
-Ve, aún falta para salir-insistió Hange, la obedecí porque no creí que fuera buen momento para explicarle mi historia familiar, más aún cuando todos creían que era una chica Blouse de los bosques de la Muralla Rose, y no la hija del famoso doctor Jaeger de la Muralla María que había sido reubicada por su padre para no estorbar en su nueva familia.
Dirigí mi caballo hacia Carla, logrando colocarme a un lado del capitán Levi, que como todos los días desde que lo conocí tenía la perfecta expresión representante a "me importa todo una mierda".
-¿Qué haces aquí?-dije más dura de lo que deseaba sonar, note que los ojos de Carla se achicaron un poco, dolida por ese trato, pero tampoco yo iba a correr a abrazarla.
-Sé que no quieres saber nada de tu padre, pero aun así yo le hablo todo el tiempo a Eren sobre ti y...
-¿Saldrás de las murallas?-dijo el bastardo mirando con atención mi capa verde con las alas de la libertad detrás.
-Sí.
-Astrid, cuando regreses ven a vernos ¿sí? Sé que tienes problemas con Grisha y no quiero intervenir en ellos, pero no quiero que no estés en la vida de Eren, por favor.
-Escoria, vuelve a tu escuadrón.
¿Cómo que el capitán Levi no es la persona más linda de esta mugrosa humanidad?
