07 ❙ Proteger

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¿Cuántas historias tengo qué contar?


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Lo primero que pienso cuando despierto esta mañana es en el dolor de cuello y espalda que tengo por haber dormido en la silla frente al escritorio del capitán.

Espero no haber babeado sus papeles o me matará.

Por la ventana apenas se filtran algunos rayos de sol gracias a que en la noche cerramos las cortinas. El clima es todo lo contrario a la noche anterior y eso me anima, odio dormir con lluvia de fondo y si esta vez casi no me enteré fue porque estaba acompañada por el capitán, pero ni modo que le diga "capitán pase la noche conmigo porque me dan miedo los truenos".

Ah, ya veo la patada que recibiría.

Miro al capitán, al igual que yo hace unos minutos está durmiendo en una posición poco práctica. Algunos mechones de pelo le caen sobre los ojos, mientras que sus brazos tapan casi todo su rostro, aun así ¿cómo es posible que incluso durmiendo de esa manera me parezca atractivo? Estoy segura que si él me hubiera visto minutos antes durmiendo habría pensado que era un titán.

Entonces lo pienso, no sé nada sobre el capitán, ¿tendrá novia? ¿Una prometida o una esposa esperando por él, o aquí mismo? ¿Cómo acabó aquí y consiguió tal reputación tan pronto?

Lo observo hacer una mueca y por reflejo hundo mi cabeza en mis brazos, no podría con la vergüenza si me descubre analizándolo.

Aunque no veo nada percibo que se está moviendo delante mío.

-Tsk, mocosa insolente-murmura.

Es lindo ver lo que piensa de mí incluso cuando estoy "durmiendo".

-¡Enano!

La puerta se abre de un solo golpe asustándome como a un gato, pongo una mano sobre mi agitado corazón mientras el capitán suelta un pequeño suspiro que de lejos nadie notaría, no puedo evitar sonreír levemente, se asustó.

-Maldita cuatro ojos ¿qué mierda crees que haces entrando así?

-Oh-parece decepcionada-, creí que estarían haciendo algo indebido y los encontraría en una situación algo interesante.

Me sonrojo violentamente.

-¡H-Hange-san!-la regaño.

-¿Con esta idiota? No la tocaría ni con un palo-gruñe estirándose en su silla.

Oh bueno, gracias capitán.

-Me iré a desayunar-digo incómoda, el capitán no decía nada y Hange parecía sorprendida por sus palabras así que aprovecho el momento y me voy corriendo.

Black Tea │Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora