27 ❙ La mujer del capitán

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Haces que llueva, pero yo haré un diluvio


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-¿Es necesario?-insisto cuando Levi se quita la chaqueta.

-Ya que el cejotas te quiere enviar a liderar mocosos, debes dar el ejemplo y entrenar, ¿acaso...?

-¿Qué?

-Supongo que no quieres avergonzarte frente a todos quedando debajo de mí.

Cualquiera pensaría que Levi solo tenía dos formas de ser: sereno o intimidante.

Y no se equivocaban, pero sabes que esa persona tiene confianza en tí cuando te permite ver más que eso, Levi puede parecer o la clase de hombre que no capta indirectas o alguien demasiado popular entre mujeres, pero al final del día es un hombre con poca experiencia en el amor que solo lo está descubriendo porque confía en que soy a quien esperó toda su vida, sabe cuándo hacer un comentario que te endulza y empalaga, pero también sabe cuando usar la provocación para dejarte con ganas de más.

Y tengo la suerte de ser la única que conoce esto de él, lo que me hace desear nunca herirlo.

-Sí, claro-digo sarcástica aunque por dentro tiemblo-, me levantaría en un segundo.

-Dependiendo la situación, ¿no crees? Sí es por la noche...

-Estamos rodeados de personas, no insinues esas cosas, ¿no te da vergüenza?-digo sonrojada.

-Sí, ¿no me ves?

-Estás igual que siempre, ¿o es que vives avergonzado?

-Teniendo al cejotas y a la cuatro ojos al lado, ¿quién no?-y da el primer golpe.

Su puño roza mi mejilla pero logro hacerme a un lado y devolverle el golpe con una patada en su costado, intenta tomar mi pie como ha hecho cientos de veces, pero de los errores se aprende y antes de que lo capture, lo alejo y doy un puñetazo en su estómago.

Se aleja para recuperar el aire pero yo sigo en posición.

Veo a Mike y Erwin llegar con los reclutas, entre ellos está Eren, por fin ha podido reencontrarse con sus amigos. Sasha me mira con sus ojitos brillando y no puedo evitar pensar en que debo recuperar el tiempo con ella, ya ha dejado de ser una niña.

-No apartes tus ojos de mí.

Levi se lanza a darme una patada en las piernas que me desconcierta, momento que aprovecha para intentar llevarme al suelo, pero logro alejarme rodando por el suelo y me quitó la chaqueta de un tirón antes de tirar otro puñetazo a su rostro que le da más cerca del ojo de lo que esperaba.

-¡No lo dejes ciego!-grita Hange-san, la veo de reojo, se han parado a presenciar esto, que gracioso.

Intentó dar otro puñetazo acompañado de una patada pero Levi me toma del brazo dándome la vuelta y haciendo presión con él en mi espalda, me beneficio de que ha descuidado mis piernas y enrosco una en las suyas obligándolo a caer hacia un costado.

Black Tea │Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora