¿Puedo quedarme aquí? ¿Puedo pasar el resto de mis días aquí?
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Nunca en todos mis años de vida hubiera creído que una casa en la que habitará Levi Ackerman, resultaría ser tan ruidosa, pero así era y estaba casi segura que resultábamos ser aquellos vecinos molestos que nunca están en silencio.
10% por las constantes visitas.
5% por el niño de ocho años que resultó ser un parlanchín.
85% por las quejas del antes honrado capitán Ackerman tanto por las visitas como por el niño parlanchín.
-Lo prefería cuando lloraba y no dejaba dormir-murmura Levi preparándose un té.
-Te aseguro que no, no entiendo que te molesta esta vez-suspiro.
-No entiendo porque pasar ese día en el centro de la ciudad con toda esa gente, ya tuve suficiente con mi cumpleaños-niega.
Su fiesta de cumpleaños se había resumido en una merienda con nuestros amigos de siempre donde hasta el que odiaba el té, lo tuvo que tomar.
No entiendo como no lo valora.
- ¿Nunca admitirás que son momentos agradables en familia y con amigos no?
Las veces que discutimos por estas cosas son innumerables, y aun así, nunca llegamos a un acuerdo.
A diferencia de Levi, e incluso de mi misma, Eren Ackerman es un niño extremadamente sociable que disfruta de estar rodeado de personas y pasar su cumpleaños siendo consentido totalmente, cosa que por supuesto no encaja con Levi en absoluto.
No hay mayor perdición para Levi que tener un hijo de personalidad similar a Sasha, Hange e incluso mi propio hermano menor, combinados y potenciados a mas no poder.
-Es año nuevo Levi, entiendo que en Paradise no era una fiesta muy especial considerando que teníamos otros problemas, incluso dudo que lo hayamos festejado alguna vez en la milicia, pero esto ya no es el Paradise de hace años, ya no somos parte de la Legión y para nuestro hijo esto es la normalidad, esto es lo que lo hace feliz. No te estamos pidiendo un milagro, solo será un momento.
-Astrid-deja su taza fuertemente sobre la mesa-, dije que no iremos.
Ah vaya.
-Tu no irás, Levi, pero Eren quiere ir y no veo porque no, no caerá una bomba y nos encontraremos con todos allí. Piénsalo.
-Quien sabe-grita cuando dejo la habitación.
Hace años que Paradise no se encuentra en guerra con nadie, pero quien lo convence de lo contrario cuando ha vivido en alerta toda su vida.
Entro la habitación de Eren, mira por la ventana como si fuera de lo más interesante, pero sé que lo es, Eren solo siente curiosidad por el mundo entero, más de lo que yo lo he sentido, y sé que más tarde que temprano, Eren conocerá el mundo entero.
