¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-¿Que Gabi y Falco huyeron?-cuestiono.
-S-Sí, comandante.
-No puedo culparlos, son niños entrenados, no se culpen-suspiro-, ¿el soldado está bien?
-Solo recibió golpes en la cabeza, se recuperará-asegura.
-Bien, rastreen la zona, no creo que puedan estar muy lejos, tarde o temprano alguien los encontrará, no serán capaces de pasar desapercibidos-digo pensando en Gabi.
-¿Saldrá comandante?
-Iré a recorrer un poco-confirmo-, quiero ir a ver a mi familia y verificar que estén bien.
-Entendido, seguiremos la búsqueda.
Al mismo tiempo en el que me marcho en mi caballo, los demás también lo hacen.
La prisión en la que estaban Gabi y Falco no está muy lejos de la casa de los Blouse, y es por eso que necesito confirmar que no se han pasado por allí. Aunque son niños, son guerreros también, y en un segundo pueden causarnos miles de problemas, necesito encontrarlos antes de que eso suceda.
Mis padres me habían enviado una carta apenas se enteraron de mi regreso, querían verme después de tanto tiempo, y honestamente estuve esquivando su invitación, porque aunque Sasha está viva, el solo pensar que ahora podría estar viendo su tumba me mata por dentro, y no me siento tranquila visitando nuestro hogar sabiendo que pude haber fallado a quienes me recibieron y contuvieron durante años.
No estaba lista para enfrentarlos y por lo mismo, solo pasaría a verlos y no a quedarme un tiempo. Era lo mejor para todos.
Desde lejos veo a algunos de los chicos que han acogido correr por el campo, se ven tan felices. Me traen recuerdos de cuando así era mi vida junto a Sasha, con pocas preocupaciones y sin conocer lo que era la oscuridad. No lo teníamos todo, pero por un momento éramos las reinas del mundo y eso era suficiente.
Aún recuerdo cuando les di la noticia de que sería comandante y como se emocionaron por ello.
Me sentía culpable de como les estaba devolviendo todo su amor, pero no sabía cómo arreglar las cosas en este momento.
Dejo mi caballo amarrado a una cerca y me acerco a la puerta, siento mi cuerpo pesado y parece un camino eterno. Suspiro antes de abrir la puerta.
-¿As?
Papá me mira como si fuera la primera vez, y lo entiendo, pasé dos años fuera de aquí, nunca les dije el porque me iba o les explique algo por mi cuenta, fue Sasha quien tuvo que calmarlos e intentar cubrir mi partida.
-Astrid-repite en un suspiro antes de abrazarme con fuerza, se aferra a mí, como si temiera a que en este mismo momento fuera a desaparecer, y duele, duele como la mierda todo esto, solo quiero terminar con todo.
