21 ❙ Parejita

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Una tormenta perfecta


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Año 845


-¡Tenemos un único objetivo!-grita el comandante-¡Debemos matarlo sin falta!

El trote de los caballos es lo único que resuena en mi cabeza mientras nos adentramos a ese bosque, el mismo que ha visto morir a tantos de los nuestros, pero también ha sido cómplice de nuestras pequeñas victorias.

-¡Objetivo ubicado! ¡400 metros de distancia!-grita Erwin, tras comprobar que el titán venía hacia nosotros nos dividimos usando una de las nuevas estrategias, pasamos a ser grupos de a cinco y el del comandante se encarga de hacer de señuelo. Yo estoy pisándole los talones a Hange-san.

-¡Pasen al equipo de maniobras!

Mientras subimos a los árboles oigo las maldiciones de Auruo, seguro se ha vuelto a chocar con una rama y se ha llevado a la boca las hojas, nada nuevo. Petra lo regaña en la rama frente a mí, pero no por mucho.

-¡Demostremos a este titán el poder de la humanidad!

Muchos se lanzan en contra del titán mientras los demás nos preparamos para dar asistencias en caso de ser necesario. Desde temprano en la mañana el cielo estaba despejado, pero ahora unas grandes nubes grises cubren la poca luz que se filtraba entre los árboles, y aunque no puedo verlo directamente, sé que Levi está tenso, los días de lluvia aquí afuera le recuerdan lo que perdió, y a mí me aterran sin saber bien el porqué.

-¡Capitana!

-Casi-ríe Hange-san luego de que Moblit la sostuviera para que no cayera, siempre tiende a inclinarse para ver a los titanes.

-Astrid, ve con Levi-me ordena Erwin acercándose a nosotras, con su mano me señala el punto verde que da vueltas mientras despeja el camino de titanes. Asiento y me lanzó con el equipo de maniobras rodeando el sector donde los demás se encargan del de 15 metros y los más pequeños que han llegado producto del escándalo.

En realidad, todos sabemos que Levi no necesita de la ayuda de nadie para encargarse de lo de siempre: despejar el camino mientras los demás avanzan, pero es un lindo detalle hacer presencia junto a él.

-¿Día complicado?-le pregunto cuando el área está liberada y podemos pararnos en una rama a calmarnos-Al menos me dejaste matar a uno.

-Ni que fuera una competencia, imbécil-dice negando con la cabeza-. Todo se ve mal, el clima, el ambiente, incluso las intenciones del viejo.

-No creo que sea peor que esa vez-digo recordando todo lo que provocó esa expedición en la que todos notamos los fallos para combatir titanes, y también la primera expedición en la que Erwin volvió con su escuadrón incompleto.

Black Tea │Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora