17 ❙ Punto de quiebre

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Nada de lo que hago es suficientemente bueno


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-¿A qué huele Auruo? Yo creo que a miseria.

-Yo digo que a fracaso-dice Hange-san.

-Sigo aquí-avisa mi amigo frotando con más fuerza el suelo.

-¿Entonces?-le insisto a Mike.

-A enojo.

-No me imagino el motivo-comenta Hange-san.

-No, yo tampoco.

-No lo sé, tal vez tener que limpiar el establo a minutos de salir a una expedición-dice sarcástico.

-No, eso tampoco-dice Hange-san pensativa-, tal vez le molesta que sus intentos de conquista no den resultados.

-Pero ¿vienes a la milicia o a conseguir esposa?-me burlo.

-A las mujeres les gustan los reclutas, sino mira lo popular que son los capitanes.

-Pero tú no eres capitán, eres esclavo.

-Astrid, me estas desesperando.

Gracias a las insistencias del comandante por una nueva expedición, los meses que suponíamos que faltaban se redujeron a unas pocas semanas de preparación. Era la primera vez que participamos de una expedición así de larga, y claro que eso nos volvía a poner tan nerviosos como la primera vez que salimos.

Cuando el comandante dió la orden nos montamos en nuestros caballos y emprendimos camino hacia la muralla María, donde una vez más los habitantes del distrito nos verían partir mientras murmuraban a nuestras espaldas.

-Astrid, quiero que vayas al escuadrón de Erwin, solo por hoy-dice el comandante luego de pedirme que me acercara.

-P-pero, eso es en primera línea, comandante yo...

-¿Acaso no puedes? Erwin fue quien te sugirió, uno de sus soldados ha amanecido enfermo, ve de una vez Blouse, Jaeger o como diantres te llames, tenemos que aclarar eso de una vez-refunfuña.

Dirijo mi caballo hacia Erwin quien me señala donde ubicarme. Noto las miradas clavadas de varios soldados y civiles, seguramente pensarán que hago yo en medio de una tropa de elite, y aunque sé que Erwin lo está haciendo como parte de mi entrenamiento, ellos no, y si el cejotas me ha enseñado algo es que no debo dar explicaciones a personas ajenas de mi vida.

No estoy haciendo nada malo y eso es suficiente.

-Solo sigue mis indicaciones, si te veo en problemas te daré ayuda-aclara-, sé que con Hange nunca has estado en primera línea en una expedición así, por lo que tengo previstos los errores que puedas llegar a cometer producto de los nervios.

Black Tea │Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora