¿Puedo pedirle una vida diferente a una estrella fugaz?
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Los soldados vienen a nosotros desde todas direcciones, lanzo flechas a quienes veo acercarse a Reiner y Annie, Lilith ha desaparecido de mi vista luego de que la flecha de Sasha casi le diera.
-¡Es el titán hembra!
-¡Cuidado con el acorazado!
-¡No importa, sigan adelante!-grita Lilith.
Recorro la ciudad intentando encontrarla, oigo su voz, pero no logro enfocarla, no está lejos pero son tantas las personas que están aquí con su mismo uniforme, que es imposible diferenciarla.
Veo a un soldado dirigirse a la nuca de Annie, elevo mi arco y disparo con rapidez al mismo tiempo que Sasha, dos flechas se clavan en el torso del soldado y este cae al suelo de inmediato.
-¡Cambio de planes!-dice Mikasa colocándose en el techo frente a Annie y junto a nosotras-¡Nos iremos en barco y prepararemos el bote flotante en el continente! ¡Protejan mientras abordan!
Veo a los Azumabito salir del sótano y nos movemos a un techo más cercano para poder tener mejor visión de los soldados que se acercan. Hange pasa por detrás de mí y derriba a los que están en el techo de junto.
-¡Reiner!-grita Magath, Reiner extiende su brazo protegiendo a los Azumabito de los disparos, Sasha apunta a un soldado que intenta llegar a la nuca de Reiner, ¿acaso no sabe que eso no funcionará?
Annie se lanza para cubrirlos, pero con las lanzas relámpagos atacan su brazo, el cual explota.
Quiero ayudarla...
Quiero moverme...
Pero estoy tan cansada.
Veo a Reiner colocarse frente a Annie, y también veo las lanzas relámpago dirigirse a ellos.
Una vez más, Astrid.
Le dejo mi arco a Sasha y me lanzo de techo hacia los que dispararon las lanzas.
¿En qué momento empezamos a matarnos entre nosotros?
La sangre de esos soldados está salpicada en mis cuchillas.
Me siento de lo peor, como siempre, y creo que ese sentimiento nunca te abandona.
Me cago en todo.
-¡Esa es Astrid Jaeger!
-¡Disparen!¡Piensan escapar en barco para matar a Eren! ¡Destruyan el barco!
Vuelvo hacia atrás y siento a Lilith seguirme.
Maldita perra.
Doy la vuelta hasta colocarme en un techo alejado, ella se detiene frente a mí.
-Si hubiera sabido que llegaríamos a esto, ese día te hubiera matado-admito.
