ꜱᴇɪꜱ

4K 411 59
                                    

—Ya puedes pasar.—Al escuchar eso mi corazón se aceleró involuntariamente.

Entré por la puerta y pude ver a todos los superiores de la legión que se encontraban sentados rodeando una larga mesa. Sus expresiones eran serias y concentradas.

—Toma asiento por favor.—Habló el comandante.

Yo caminé lentamente y me senté en la silla más cercana a Hange, que me observaba con una mirada de orgullo, yo dibujé una pequeña sonrisa en su dirección a modo de saludo.

Llevaba unas cuantas horas esperando, después de haber hecho lo que el comandante me ordenó.
Mi mentira fue a la perfección. Solo tuve que insultar a Levi un par de veces y Reiner parecía habérselo creído todo.

—Por ahora, hasta que podamos armar un plan mejorado, haremos como que no sabemos esta información. Continuaremos con las misiones para recuperar la muralla observando de cerca a los dos soldados en cuestión. Nos prepararemos para la batalla y mientras tanto, tú, Alma...—Yo aguanté la respiración.

—Te mantendrás lo más alejada posible de Reiner. Y si por alguna razón tienes que estar cerca de él, que no sea a solas. Cambiaremos tu habitación al lado de la del capitán Levi, y a partir de ahora, estarás en su escuadrón. Junto a Eren. En unos días saldremos a hacer una misión, solo será una prueba para Eren. Ese será el plan. Todos los mayores están informados de tu situación, te protegerán y ayudarán si es necesario. No te acerques a Reiner y no te separes de Levi, él te ofrecerá protección, cualquier paso en falso podría suponer tu pérdida.—Mi corazón se estremeció.

Demasiada información que asimilar en tan poco tiempo.

—De acuerdo comandante.—Dije con la cabeza firme.

—Puedes retirarte, has hecho un gran favor a la humanidad, será un placer trabajar junto a ti.—Finalizó de hablar Erwin, y no pude evitar dibujar una sonrisa en mi boca para después levantarme de la silla y salir del despacho con Levi a mis espaldas.

Nada más cruzar la puerta, él me adelantó y di por hecho que lo tenía que seguir. Estuvimos caminando durante varios minutos por el cuartel en un completo silencio, solo se escuchaba el ruido de mis botas golpear contra el suelo.

Llegamos a un pasillo lleno de puertas y el capitán se paró en frente de una de ellas.

—Esta será tu nueva habitación. La mía es la de la izquierda. En todo este pasillo está la élite.—Yo asentí con la cabeza y me acerqué hasta la puerta para quedar en frente de Levi.

Lo observé en silencio durante unos segundos. Seguía igual de apuesto que el día en el que lo conocí. Su pelo negro como el carbón revuelto, y esos ojos con su tan característica expresión.

—No abras la puerta a nadie hasta que no sepas quien es, ¿de acuerdo?—Ordenó.

—Me estáis asustando, ¿tan peligroso es?.—Pregunté, intentando esconder mis manos temblorosas detrás de mi espalda. Nuestras miradas se conectaron y por un momento, me hundí en sus ojos azules.

—No te asustes, mocosa. Te necesitamos con vida, toda prevención es poca.—Nuestros cuerpos se encontraban a un metro el uno del otro.

—Levi.

—Dime.

—¿Tomé la decisión correcta?—Pregunté, con lágrimas en las cuencas de mis ojos. Toda esta presión está pudiendo conmigo. ¿He hecho bien al contarlo? No quiero vivir como Rapunzel encerrada en una torre. Quiero estar con mis amigos, con Jean... Tengo la sensación de que a partir de ahora todo cambiará bruscamente.

—Dímelo tú.—Respondió.

—No lo sé, no quiero morir.

—Y no lo harás, Reiner no es tonto. No se expondría de esa manera.—Me explicó, un pequeño sentimiento de alivio invadió todo mi cuerpo. No se porqué pero que venga de él es un punto a favor.

—Tengo cosas que hacer, me voy.—Dijo, y se dio la vuelta sobre sí mismo para irse. Observé su ancha espalda alejarse por el pasillo.

—Espera.—Provoqué que dejara de caminar.

—Gracias por todo.—Dije y sin si quiera darse la vuelta, continuó caminando hasta desaparecer de mi vista.
Yo me giré sobre mi misma y abrí la puerta de mi nueva habitación.

Me había dicho que en este pasillo estaba todo el escuadrón de la élite, se veía más lujoso que los demás.
Al entrar, la habitación era más grande, pero no contaba con muchas cosas más que la anterior. Una cama, un escritorio y un espejo.

Al final de la habitación había una puerta que llevaba a un especie de terraza, desde allí se podía ver el resto del cuartel. La terraza estaba conectada con la habitación de la izquierda, que sería la de Levi.

El cielo estaba azul y los pájaros cantaban volando sobre él. Me había metido en un lío increíble, y todo por haber escuchado una conversación que no debía.
Si ese día solamente me hubiera quedado con los demás esto no hubiera pasado. Aunque tampoco hubiera estado en el escuadrón de Levi y no hubiera ayudado a la legión como lo he hecho.

Caminé por los pasillos vacíos del cuartel. Acabábamos de llegar del ataque de Trost y se habían llevado a Eren la legión de reconocimiento. Mikasa y Armin estaban estresados en el comedor, junto con Jean, Sasha y Connie. Yo estoy bastante cansada por todo el día así que he decidido irme ya a dormir, mañana será un mejor día.
Por lo menos hemos conseguido salvar Trost, y no creo que esa puerta sea abierta nunca más.

Unas voces captaron mi atención. Sino me equivoco las de Reiner y Berthorldt. Decidí acercarme a despedirme y dar las buenas noches pero unas palabras hicieron que me parara bruscamente.

—Todo por culpa de Eren.—Escuché quejarse a Reiner. Fruncí el ceño extrañada, ¿culpa de que?

—¿Ahora que vamos a hacer? No podemos terminar con esto si va a estar tapando las puertas que destruimos.—Añadió Belthorhd. Mi corazón se estremeció.

¿Como que destruir puertas?

—Además, Eren ha estado a punto de pillarme cuando he escapado.—Continuó hablando.
Sino recuerdo mal, Eren se había enfrentado al titán Colosal y por lo que nos contó, despareció repentinamente.

—Lo sé, tendremos que pensar otras técnicas. Tal vez utilizar mejor tu poder de colosal... o el mío.—Mi cuerpo se congeló por completo y mis ojos se abrieron como platos.

¿Ellos son los titanes que destruyen las murallas? Tienen que estar de broma.

—¿Que otras técnicas? Otras técnicas pondría en peligro que nos descubrieran. Con lo de Eren hasta podrían derrotarnos.—Tragué saliva intentando quitar el nudo que se había formado en mi garganta.

—No, destruiremos la muralla las veces que haga falta, nosotros somos tres y ellos solo tienen a Eren.—Me encontraba detrás de la puerta, totalmente paralizada. Mirando al hueco que me permitía verlos charlando dentro de la habitación.

Reiner giró su cabeza y nuestras miradas se conectaron. Mierda.

¿Tres? Es verdad. Reiner dijo que eran tres contra uno. Pero, solo son el colosal y el acorazado ¿no?¿O acaso hay una tercera persona que desconocemos?

No me acordaba para nada de esta parte de la conversación. Tengo que decírselo al capitán, tengo que advertirles que no nos enfrentamos solo a dos enemigos, nos enfrentamos a tres.

ᴀʟᴍᴀ. [Levi Ackerman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora