ᴅᴏᴄᴇ

3K 344 52
                                    

Un rayo de luz provocó que toda la piel de mi cuerpo se erizara.

Nos encontrábamos en el distrito de Stohess, dentro de la muralla Sina. El rayo de luz de hace un momento nos informaba de que uno de los dos se había convertido en titán, y a juzgar por los gritos, ha sido Annie.

La misión era capturar a Annie, pero ahora que se ha convertido en titán, debemos contenerla.

Localicé a Armin y a Jean a lo lejos de la calle, desplazándose como pájaros con el equipo, y detrás suyo corría desesperadamente el titán hembra.

Volteé mi cabeza hacia Hange, he de decir que su cara ahora mismo me da miedo. Parecía un niño pequeño con sus juguetes.

—Ahora.—Grité cuando pasó delante nuestra. Y Hange dio la orden para que todos lanzaran la armería en contra de ella, como ya habíamos hecho anteriormente en el bosque, pero con una diferencia, aquí no iba a poder llamar a los titanes para que se la coman.

Nada más pasó, por nuestro lado, nuestro escondite quedó descubierto y conseguimos atrapar a Annie. Después de unos segundos, desde los tejados de los edificios del frente lanzaron una red de pinchos sobre ella dejándola en el suelo completamente inmovilizada.

Hange se bajó para acercarse al titán.

—¿Y Eren?—Pregunté a Jean nada más se posicionó en mi lado.

—Está atrapado bajo unos escombros. Parece que el inútil no piensa transformarse.—Habló, y yo maldecí todo por un momento.

—¿Está herido?—Volví a preguntar. Nuestros ojos se conectaron.

—Sí.—La preocupación creció dentro de mí y me levanté para ver si conseguía verlo a lo lejos, pero era imposible.

—¿Y lo habéis dejado ahí, solo?

—Él es un titán, y nosotros humanos, corremos más peligro que él.—Dijo, serio, tenía razón. Tragué duro y volví a mirar a Hange justo al lado de la cabeza de titán.

—Por lo menos ya la tenemos.—Nada más decir eso, ambos nos giramos para el inesperado movimiento de Annie, terminando con toda la armería y consiguiendo zafarse.

—Mierda.—Estoy segura de que lo dijimos a la vez.

El titán hembra comenzó a correr dirección las murallas. ¿A donde se supone que va?

—¡No puede escapar!—Ordenó Hange y todos procedimos a saltar cuando una nueva interrupción aparece, otro rayo de luz a nuestras espaldas.
Eren.

Nos quedamos varios minutos, observando desde lejos la lucha entre ambos titanes, destruyendo gran cantidad de edificios, terminando con la vida de muchos, ¿esto realmente está justificado?
Cada vez que lo hacían mi corazón se encogía.

Cuando me intentaba acercar a ayudar, Hange me agarraba del brazo como una madre sobreprotectora.

Annie intentó escapar subiendo por la muralla, cuando parecía que Eren había sido derrotado, pero de un momento a otro se levantó, abalanzándose sobre ella.

Todo esto me hizo acordarme de una persona, el capitán.

Él lo solucionaría todo más rápido.

Pero está herido por lo de la anterior misión.

Solo se veía sangre y golpes, de unos y de otros.
En la cara, arrancando brazos, piernas volando. Una locura. Pero todo sea por asegurar que Eren se quede con la legión de reconocimiento.

Al fin, Eren acabó encima de Annie, derrotándola. El titán hembra tenía la cara desformada de los golpes que había recibido.

—La va a matar.—Escuché en un grito a mi lado. Eren había perdido el control, y yo no podía permitir eso. Antes de que alguien me interrumpiera, salté del tejado activando el equipo de maniobras y empuñando las dos espadas.

—¡Eren!¡Para!—Grité con todas mis fuerzas pero al ver que no me hacía caso, recurrí a mi plan B.

Me acerqué a él desplazándome entre los edificios y cuando estaba lo suficientemente cerca, clavé mis hojas en su cuello, con cuidado de no dañarle a él.

Cuando pretendía darme la vuelta sobre mi misma para terminar, la cara de Mikasa muy furiosa apareció repentinamente. Me agarró de ambos brazos y me bajó al suelo de una manera agresiva, yo solo la observé confundida. Mi espalda se golpeó con una pared al llegar al suelo a la vez que Mikasa había empuñado su espada contra mi, dejándola a ras de mi cuello.

Su ceño estaba fruncido y sus labios apretados.

No entendía nada, ¿que había hecho mal?

—No le vuelvas a hacer daño.—Dijo. En cuanto me enteré de lo que estaba ocurriendo, que Mikasa estaba así porque intenté parar Eren, mi ceño se frunció por completo y en un acto furioso, separé a Mikasa con un empujón.

—¿Que coño dices? Se iba a comer a nuestra única ventaja.—Rechisté, mientras sentía como la sangre de mi venas comenzaba a hervir.

Mikasa bajó su espada.

—Iba a parar.—Añadió.

—No. No lo iba a hacer.—Estaba enfadada, mucho, acaban de amenazarme literalmente.

Mikasa se dio la vuelta con indiferencia y comenzó a caminar en dirección contraria.

¿Y se va? Viene, me amenaza con cortarme el cuello por tocar a su amado y se va. ¿Quien se cree que es?

—No eres la única que se preocupa por Eren.—Hablé, firme y claro, provocando que se detuviera.

—Pero, ¿sabes cual es la diferencia entre tú y nosotros?—Continué hablando, mientras me acercaba a ella para que después de unos segundos se girara hacia mi.

—Que nosotros velamos por el bien de todos.—Dije acercándome a su cara peligrosamente hasta quedar a centímetros a la vez que apretaba mis puños con fuerza.

—Y tú.—La señalé con el dedo anular despectivamente.—Solo por el de Eren.—Terminé, encarándola por completo.
La tensión se sentía en el aire, y su mayor altura no me ayudaba con hacerla cara.

Me miraba con desprecio. Antes de que todo se pusiera peor, alguien colocó su mano en mi hombro, haciéndome retroceder en mis pasos y separándome de Mikasa.

—Tranquila, fiera.—Escuché decir a Levi. Lo dijo de manera caliente, y eso no pasó por alto en mi, pero no consiguió sacarme de mi furia.

Alcé mi cabeza para mirarle. Estaba serio, como siempre, mirándome. Nuestros ojos se hundieron los unos en los otros, no se porque pero tuve la sensación de que me contaron muchísimas cosas aunque su boca no se haya abierto.

Los gritos de Eren nos llamaron la atención, con aún su mano sobre mi hombro nos giramos.

—¿Se están fusionando?—Escuché, algo raro estaba pasando, pero la luz no me dejaba ver bien.

El capitán se separó de mi y acudió al rescate, con movimientos ágiles y veloces consiguió sacar a Eren de aquel titán.

Sin duda era el soldado más fuerte de la humanidad, solo con ver como se mueve, se podía descubrir.

Me acerqué a pasos lentos a la escena, colocándome al lado de Jean.

¿Porque Annie estaba metida en una especie de bola de cristal?

ᴀʟᴍᴀ. [Levi Ackerman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora