ᴀʟᴍᴀ. [Levi Ackerman]

ɴᴜᴇᴠᴇ

—Voy a matar a ese titán.—Rechisté, en un completo ataque de ira. Sentí mis venas hincharse y mi sangre que pasaba por ellas hervir.

Activé mi equipo de maniobras para buscar a esa desgraciada pasando por al lado de Levi. Pero él me agarró por la cintura impidiéndome el paso.

Un escalofrío me recorrió de pies a cabeza, sintiendo su grande brazo rodear mi pequeña cintura.
Me paré en seco y giré mi cara, encontrándome con la suya a unos centímetros. Mi corazón se aceleró inmediatamente sin saber porqué.

El sentimiento de seguridad que sentí hace un momento, se desvaneció por completo, me sentí pequeña y vulnerable al lado de su cuerpo.
Agaché la mirada hasta sus labios que se entreabrieron para decirme algo, realmente me quedé hipnotizada con ellos. Eran carnosos y estaban teñidos de un color rojizo suave.

—Tranquilízate...—Hizo una breve pausa.

—Saldremos de esta.—Habló, con un tono de voz bajo y lento. Volví a alzar la mirada hasta sus ojos, que me miraban con esa expresión tan característica en ellos.

Yo entreabrí los labios para contestar pero me quedé congelada con la calidez de sus palabras y aún su mano apoyada en mi cuerpo.

Después de unos segundos me soltó. Yo tragué saliva y sin decir ni una sola palabra, volví a activar el equipo de maniobras para subir a lo alto de los árboles, ignorando este momento.

No era muy difícil seguir su rastro.

Tras unos minutos desplazándonos por el bosque nos encontramos con Mikasa, la cual estaba persiguiendo al titán con los puños bien apretados, parecía enfadada, realmente me daba miedo a preguntarla.

—¡Mikasa!¿Donde está Eren?—Grité para que me escuchara, ella volteó su cabeza hacia mí. Llegué a la peor de las conclusiones en cuanto nuestros ojos conectaron.

—Se lo ha comido.—¿Que?.—Pero sigue vivo.—Sus últimas palabras me tranquilizaron.

—La he visto meterlo cuidadosamente en su boca.—Continuó hablando Mikasa.

—Mantened la distancia. Puede que note el cansancio, no se mueve especialmente rápido.—Habló Levi, que se encontraba al lado nuestra, aún persiguiendo al titán hembra que corría delante de nosotros.

—Si vosotros hubieseis conseguido proteger bien a Eren, nada de esto habría pasado.—Escuché decir a Mikasa, y las imágenes de mi escuadrón luchando contra el titán volvieron a aparecer en mi cabeza.

—Tú no sabes nada, he presenciado como todo mi escuadrón moría luchando por protegerlo, así que no vuelvas a decir eso.—Rechisté, con los labios bien apretados. Mikasa me miró, pero no vi ni un ápice de empatía en ellos. Parece que solo le importa Eren.

—Claro...ya me acuerdo de ti, eres la amiga Eren—Habló el capitán a Mikasa, colocándose en frente de nosotras.

—Concentrémonos en un objetivo. En primer lugar, renunciad a matar al titán hembra. Mientras pueda endurecer la piel no podremos matarla. Confiad en mi juicio.—Mikasa y yo apretamos los puños, ambas queríamos matarla, pero el capitán tiene razón, nuestras cuchillas no son capaces de atravesar su piel.

—Nosotros la inmovilizaremos, Mikasa, tú atrae su atención.—Esa fue su última orden, antes de darse la vuelta y adelantarnos a las dos. Mikasa hizo los mismo, colocándose delante del titán hembra para distraerla.

Rápidamente me desplacé hasta el lado de Levi. Ambos nos miramos hasta que él hizo un movimiento con la cabeza, dándome la salida.

Lo primero a donde me dirigí fue sus piernas, la adrenalina rápidamente me recorrió el cuerpo y clavé mis hojas en su piel. Subí nuevamente por la parte de atrás. Levi ya había conseguido quitarle la vista, era tan rápido que en lo que yo la inmovilicé  un pie, él ya había hecho el resto.