ᴀʟᴍᴀ. [Levi Ackerman]

ꜱᴇꜱᴇɴᴛᴀ ʏ ᴛʀᴇꜱ

—Erwin, el acorazado va a subir.—Levi fue el primero que habló tras ese denso silencio que se había formado en el que todos nos quedamos anonadados mirando la fila de titanes que nos acorralaban en la lejanía.

Erwin se quedó en silencio por unos segundos.

—Atención. Ignorad todos al titán acorazado. Que nadie se acerque a él.—Ordenó.

Mis manos estaban temblando, toda esa seguridad que tenía se estaba desmoronando en mi cara al ver lo que nos esperaba.

—Ese titán de cuatro patas es inteligente. Tiene consciencia propia. Y no me extrañaría que hubiera más como él.—Continuó hablando, yo me fijé en el titán del que hablaba.

Este llevaba un cargamento en la espalda, ¿que habría ahí dentro?

Nuevamente el titán bestia se movió, golpeando el suelo con su puño haciendo que los titanes más pequeños que le rodeaban, empezaran a correr hacia nuestra dirección, o más bien dirección a los caballos.

—Se mueven. Se acerca un grupo de titanes de clase dos y tres metros.—Habló Hange.

Un nudo se formó en mi garganta, y recé porque Erwin tuviera un plan.

—Comandante, el acorazado se acerca aún más y seguimos sin saber dónde está Bertholdt.—Añadió Armin, me estaba empezando a poner nerviosa de verdad, si no ordenaba nada nos matarían a todos.

—¿Que?¿Por fin estás listo para hablar? Si lo sé aprovecho para desayunar.—Habló Levi con ese típico tono sarcástico.

—¡Escuadrones de Dirk y de Marlene reuníos con el de Klaus en el portón interior y proteged a los caballos. Escuadrón de Levi con el escuadrón de Hange acabad con el acorazado, todos preparados para utilizar las lanzas trueno en caso de recibir la orden de vuestro líder de escuadrón!—Ordenó, alto y claro.

—Nuestro objetivo está por encima de todo. Ha llegado el momento, la supervivencia de la raza humana depende de esta batalla. Una vez más, por la humanidad, ¡ofreced vuestros corazones!—La adrenalina recorrió todas mis venas al escuchar eso, ganaremos la batalla, estoy segura.

Todos los soldados comenzaron a saltar de las murallas entre gritos motivados, yo procedí a hacer lo mismo.

—Esperad. Armin, Alma y Levi.—Me giré para ver porque nos llamaba el comandante.

—He mencionado a vuestro escuadrón pero vosotros os quedáis aquí, Levi y Alma.—¿Que?¿Porqué?

—¿Quieres que protejamos a los caballos y no a Eren?—Le preguntó el pelinegro, extrañado.

—Eso es. También necesito que encuentres su punto débil para acabar con él. Eres el único que puede conseguir algo con el titán bestia.—Esta vez habló con Levi, yo me regí a acatar órdenes y cambié de dirección hacia el otro lado de la muralla.

—Lo he entendido. Le arrancaré la cabeza para compensar lo de no haber logrado matar al crío del acorazado antes.—Habló decidido Levi.

Ya me imaginaba como se estaba culpando por no haber podido matarle.

Ambos bajamos en silencio por la muralla, mientras localizaba los titanes acercándose a los novatos que rodeaban a los caballos.

—Acabad con los más pequeños antes de que el titán bestia entre en acción. No toleraré pérdidas, ni una sola víctima.—Ordenó cuando llegamos a los edificios, donde nuestros caminos se separaron.

Localicé a mi primera víctima, después de tantas cosas que hemos vivido, ahora matar un titán me parece el menor problema de todos.