ꜱᴇꜱᴇɴᴛᴀ ʏ ᴄᴜᴀᴛʀᴏ

1.3K 157 19
                                    

Escuché los gritos de mis compañeros unas casas más adelante que yo.

Apoyé mi cabeza sobre el suelo y miré al cielo intentando calmar todos los dolores de mi cuerpo.

Segundos después pude ver a Levi llegando apresurado hasta mí con el equipo de maniobras y agacharse hasta estar a mi altura.

—¿Estás bien? Dime que estás bien, amor.—Preguntó angustiado, mientras colocaba su mano en mis mejillas analizando cada rasgo de mi cara.

—Sí, sí, tranquilo.—Murmuré dolorida.

En cuanto lo escuchó, pasó uno de sus brazos por mi espalda para ayudar a enderezarme.

—Hay que salir de aquí, nos están bombardeando con piedras.—Yo asentí, aún bastante aturdida por el golpe.

Su brazo rodeó mi cintura para elevarme del suelo como si fuera una muñeca, y me apoyé en él hasta que recuperé el equilibrio.

—¡Ataque de artillería frontal, todos a cubierto!—Se escuchó gritar al comandante desde la muralla.

¿Otra vez?

En un abrir y cerrar de ojos me encontraba rodeada por los brazos de Levi, que protegían mi cabeza cuando otra oleada de piedras se estrellaron con las casas de nuestro alrededor.

Yo apreté los ojos con miedo, esperando que ninguna más nos diera.

En cuanto pararon, Levi y yo nos separamos para mirarnos fijamente a los ojos.

—Vayámonos de aquí.—Dijo, depositando un húmedo beso en mi frente, que hizo que todos los pelos de mi cuerpo se erizaran, para después agarrarme de la mano y correr dirección a la muralla.

—Los titanes nos lanzan rocas. Coged todos los caballos y retiraos hacia el muro. Deprisa, desplazaos hasta un punto muerto.—Les avisó el capitán a todos los nuevos reclutas que permanecían quietos sin entender que pasaba.

Ambos nos acercamos al comandante, el cual bajó de la muralla para hablar con todos nosotros.

—¿Cual es la situación?—Le preguntó el pelinegro.

Todos permanecíamos pegados a los muros, mientras más lejos más casas tiene que derrumbar hasta llegar a nosotros, aunque no creo que tarde mucho en conseguirlo.

—Pésima.—Por un momento temblé, pero Levi apretó mi mano con seguridad.

—Ha destrozado todas las casas que teníamos frente a nosotros. Si sigue bombardeándonos así, no quedará ni una sola en pie y no podremos seguir ocultándonos.—Habló Erwin.

Me giré para mirar las caras horrorizadas de todos los novatos.

—¿No podemos pasar al otro lado del muro?—Preguntó.

—No, el titán colosal se nos acerca desde allí, y está haciéndolo arder todo a su paso. Además aunque los soldados usaran el muro para resguardarse de las rocas habría que abandonar a los caballos. Si nos retiramos ahora, será imposible vencerlos.—Cerré los ojos desesperada, no veía solución a esta catástrofe.

—¿Que hay de Hange y los demás?¿Eren está bien?

—No lo sé, pero la mayoría se han visto envueltos en la explosión, hemos sufrido incontables bajas. Seguro que el titán bestia ha estado controlando a los de menor tamaño para que se reunieran todos aquí y ha aprovechado que los escuadrones de Klaus, Marlene y Dirk iban a por ellos para acribillarlos a todos con las rocas.
En otras palabras, los únicos supervivientes en la parte interior del muro sois vosotros, los nuevos reclutas, el capitán Levi, Alma y yo mismo.—No puede ser.

ᴀʟᴍᴀ. [Levi Ackerman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora