ᴄɪɴᴄᴜᴇɴᴛᴀ ʏ ꜱᴇɪꜱ

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Rápidamente me levanté de la mesa, no sin antes dedicarle una mirada asesina a Marlo, para ir detrás de Levi.

Sin embargo una mano en mi muñeca me lo impidió.

Me giré a ver quien era.

—¿Estás bien?—Me preguntó Hange, bajando el tono de voz, me miraba preocupada, probablemente por la escenita que acabábamos de montar.

—Sí, no te preocupes.—Respondí.

—¿Me acompañas a la enfermería a por unas cosas?—Yo entreabrí los labios, quería hablar con Levi, pero tampoco le iba decir que no a Hange, ya iré más tarde a hablar con él.

Yo asentí con la cabeza y ambas salimos del comedor, con las miradas de todos sobre nosotras.

—Por la mañana pasé por tu habitación.—Empezó a decir, me imaginé al momento por donde iba esta conversación.

—No estabas.—Terminó, y me miró de reojo.

—Ya.—Dije.

—No hace falta que me lo cuentes si no quieres.—Murmuró, con una pequeña sonrisa en los labios.

—No necesitas nada de la enfermería, ¿verdad? Solo me estás llevado para preguntarme esto.—Comenté, parándome en seco y cruzando los brazos sobre mi pecho, ella agachó la cabeza.

Suspiré profundamente.

—Estaba con Levi.—Dije, y ella alzó la mirada con un brillo en los ojos que jamás había visto.

—¿Dormiste con él?—Yo asentí y ella soltó un pequeño grito de emoción, no pude evitar reírme.

—Y no sólo dormir.—Murmuré, haciendo que ella se llevara las manos a la boca sorprendida.

—Ósea que, ¿estáis juntos?—Continuó preguntando.

—No lo sé, la verdad es que ahora mismo no sé nada. Todo esto está pudiendo conmigo.—Bufé frustrada, sin saber que hacer ni que decir.

—Ven aquí.—Dijo, y se acercó para abrazarme entre sus brazos. Yo hundí mi cara en su cuello y cerré los ojos respirando hondo.

—En el mundo en el que vivimos es mejor que no te guardes las cosas, porque tal vez después será demasiado tarde para decirlo.—Habló al separarme, mirándome a los ojos de manera triste.

—Entonces voy a hablar con él, esta mañana me fui sin si quiera despedirme.—Murmuré, nada orgullosa de lo que había hecho.

—Bueno, seguro que lo entenderá, él tampoco es que sea un experto en el amor.—Yo me reí al escucharla, tenía razón, él se había equivocado muchas veces, tenía derecho a equivocarme yo una vez

—Cuánto te quiero, Hange.—Dije, volviendo a abalanzarme sobre ella para abrazarla.

—Venga, tira. No quiero que te guardes nada, dile todo lo que sientas, Alma.—Yo asentí con la cabeza y le dediqué una de mis mejores sonrisas.

Me di la vuelta y me puse en camino a la habitación del capitán.

Pensé y pensé todas las cosas que quería aclarar, pero no hacía más que hacerme un lío yo sola.

Al llegar a su puerta, golpeé los nudillos contra esta, pero nadie contestó.

—¿Levi?—Hablé desde fuera, y al ver que la puerta estaba un poco abierta, empujé de ella.

Estaba vacía, miré a la cama haciendo que cientos de escenas se metieran en mi cabeza de un momento a otro.

Tragué saliva y me adentré en la habitación.

ᴀʟᴍᴀ. [Levi Ackerman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora