ᴀʟᴍᴀ. [Levi Ackerman]

ᴄᴜᴀʀᴇɴᴛᴀ ʏ ᴄɪɴᴄᴏ

—¡Kenny!—Después de gritar lo que parecía ser el nombre de aquel hombre, lanzó una de sus cuchillas hacia él con una escalofriante precisión.

Sin embargo, aquel hombre la esquivó con una de sus pistolas, y automáticamente, nos apuntó.

Mi cuerpo estaba congelado, mi cara seguía de susto y mis piernas temblando.

En mi cabeza, permanecía en bucle la discusión con Nifa, ese ha sido su último recuerdo, incluso pensé en pegarle una torta, nunca me lo hubiera perdonado.

Levi lanzó la capa de su espalda delante de nosotros antes de que el hombre disparara, ¿como podía ser tan listo en momentos tan complicados?

Ojalá saber actuar como él.

Su mano agarró la mía, y tiró tan fuerte de mi que casi caigo por el tejado para abajo.

Levi me dirigió hasta el borde de aquel edificio esquivando las balas que venían en nuestra dirección.

No sabía como ninguna nos había dado.

Antes de saltar, Levi se giró hacia mi para agarrar mi cintura con rapidez, como si yo fuera lo más valioso en ese momento y debiera mantenerlo a salvo.

Con el equipo de maniobras comenzamos a desplazarnos a lo largo de aquellas calles llenas de edificios, yo miré hacia atrás para ver como el supuesto Kenny nos perseguía.

Unos minutos después, en los que Levi no hacía más que cargarme en nuestra huida, páramos encima de otro tejado.

—Busca a los demás, que encuentren a Historia y a Eren, yo lo distraeré. Procura volver con vida.—Me ordenó, yo solamente lo observé con los labios entreabiertos.

La muerte de Nifa volvió a rondar mi cabeza.

—Nifa está muerta.—Susurré, una lágrima recorrió mi mejilla con lentitud mientras agachaba la cabeza.

—Alma...—Le interrumpí elevando la mirada.

—Su último minuto de vida ha sido discutiendo conmigo.—Mumuré.—Nadie se merece eso.—Otra lágrima recorrió mi mejilla.

El pelinegro colocó un mechón detrás de mi oreja con delicadeza para después acariciar mi mejilla.

—Eres demasiado buena para este mundo.—Dijo, para después desaparecer de un momento a otro por aquellas escurridizas calles.

Yo me desplomé en el suelo.

Si Nifa realmente estaba enamorada de Levi, ¿como se habrá sentido después de lo que le dijo? Ella debió vivir un mejor momento antes de morir, no es justo, no es justo.

Yo no estoy hecha para esto, no estoy hecha para ver a gente morir, este sudor de manos, estas ganas de vomitar, este sentimiento de culpabilidad.

Al escuchar el sonido de un equipo de maniobras alcé la cabeza.

—Te estaba buscando.—Me dijo una chica rubia, más mayor que yo, con el cabello atado en una cola baja y unos grandes ojos azules.

Ella llevaba las pistolas iguales que el hombre de antes, eso provocó que me levantara inmediatamente.

—He escuchado mucho de ti.—Continuó hablando, a la vez que se acercaba recargando ambas de sus pistolas.

—¿Q-quien eres?—Tartamudeé, con aún el mal sabor de boca de antes.

—No me conoces, pero yo a ti sí, tú eres el punto débil del capitán.—Soltó, mi mente analizó más de cincuenta veces la frase.