ᴀʟᴍᴀ. [Levi Ackerman]

ꜱᴇᴛᴇɴᴛᴀ ʏ ɴᴜᴇᴠᴇ

En unos minutos llegué a mi habitación.

Sentía que no podía respirar, y había aguantado las lágrimas en las cuencas de mis ojos durante todo el camino.

Me dirigí al baño para intentar lavarme la cara con agua, para intentar despejarme, pero mis manos aún seguían temblando.

Las lágrimas salieron descontroladas, y por un momento sentí que me ahogaría entre ellas.

Me apoyé sobre él lavabo y miré al espejo frente a mí.

En mi reflejo solo pude ver alguien que no era yo, alguien a quien habían convertido en un monstruo, que había apuñalado a su propio amigo, que había dicho y hecho cosas horribles.

Sasha murió pensando que era un monstruo.

¿Ahora de qué me vale darme cuenta?¿ahora de qué me vale olvidarlo todo? Jamás me perdonaré lo que he hecho.

Ya nunca volveré a ser la misma.

Me veo en el espejo y me aborrezco, yo no soy esa persona.

A esa persona la hicieron daño, la destruyeron poco a poco, con torturas y manipulación.

¿De qué me vale ahora aceptar que sigo amando a Levi?

De nada.

Agaché la cabeza, entre sollozos ruidosos mezclados con jadeos, pues sentía que el oxígeno no estaba entrando por mis pulmones, me quedaba sin aire.

Miré por última vez mi reflejo, y en un arrebato de agresividad lo golpeé con todas mi fuerzas, como si me fuera la vida en ello, como si romper aquel espejo fuera a solucionar algo.

Solo conseguí dos o tres grietas en este, y una gran mancha de sangre sobre ellas.

Un gemido de dolor se escapó entre mis labios.

Escuece.

La sangre comenzó a recorrer mi mano cayendo en gotas por mis dedos hasta el suelo.

—Señorita Alma.—Me sobresalté dándome la vuelta hacia la puerta del baño.

La mujer que me había ayudado a prepararme esta mañana estaba allí parada, con una cara de susto como si acabaran de asesinar a alguien delante de sus ojos, los cuales estaban abiertos de par en par.

—¡Vete!—Grité como pude, comenzando a ver borroso por las lágrimas en mis ojos.

—¡Fuera de aquí!—Las mismas imágenes se repetían una y otra vez en mi cabeza, desde los primeros momentos en el cuerpo de exploración, cada segundo y beso con Levi, hasta aquel día en la misión, los cuatro años encerrados en Marley, la muerte de Sasha, la cara de horror de Jean, la mano del capitán sobre la cintura de aquella mujer... una y otra vez.

No me dejaban pensar con claridad, estaba en un bucle, encerrada, del cual no sé si iba a conseguir salir.

La mujer salió de ahí apresurada, como si me tuviera miedo, probablemente me lo tenga.

Sollocé más alto, volví a voltearme apoyando la mano ensangrentada en el lavabo.

Con la otra intenté alcanzar las cuerdas de mi corsé, pues sino estaba segura que moriría por falta de aire en mi pecho, el cual subía y bajaba, una y otra vez, como si estuviera haciendo un increíble esfuerzo.

Entre que mis manos temblaban, la herida en una de ellas, mi vista estaba borrosa, mis piernas aturdidas, mi respiración desequilibrada, solo conseguí palpar por encima la parte trasera del corsé.

Me giré al escuchar algo a mis espaldas.

Como me imaginaba, aquella mujer había llamado corriendo al capitán, quien entró por la puerta del baño en mi dirección.