ꜱᴇꜱᴇɴᴛᴀ ʏ ᴅᴏꜱ

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—¡Cuidado con los titanes que puedan ocultarse en las sombras. Vamos a desplegar la estrategia desde ya. Activar el equipo de maniobras tridimensionales!—Dio la orden el comandante.

Nos dedicamos miradas cómplices entre todos, y sin pensármelo ni un segundo más, me coloqué de pie encima del caballo para después activar el equipo de maniobras.

Ya echaba de menos esta sensación, la brisa chocando con mi cara y despeinando mi cabello, la libertad de estar como volando por el aire, pero tenía que centrarme, esto era importante.

Me agarré con el equipo a la gran muralla y comenzamos a subir todos juntos por ella.

Al llegar arriba, ya cada uno sabía lo que tenía que hacer.

El plan era el siguiente.

Taparíamos las dos entradas de Shiganshina, para luego eliminar a todos los titanes que estén dentro.

Probablemente en cuanto lo hiciéramos vinieran a por Eren, pero para eso estaremos todos con la capucha y en lo que tardan en encontrarlo ya habremos sellado las dos puertas.

No sabíamos con que nos íbamos a encontrar, y ahora corriendo encima de la muralla, he de decir que no veo ningún titán dentro de Shiganshina, y eso es tan rato.

Mikasa y Eren se adelantaron mientras los demás rodeábamos la muralla.

—Hay restos de una fogata, han estado aquí hace poco.—Me habló Armin mientras corríamos dirección a la puerta externa.

—Estarán escondidos, hay que estar atentos.—Dije.

No había nada sospechoso, y eso lo hacía muchísimo más raro todavía.

Llegamos al portón, y una rayo de luz que nos indicaba que Eren se estaba trasformando me hizo voltear la cabeza, seguido de una larga ráfaga de viento que despeinó todo mi cabello al igual que el de los demás.

Todos nos asomamos, había sellado la puerta con éxito.

Abajo, uno de los mayores lanzó una bengala verde, para indicar que todo salía como lo planeado.

Esto me huele tan mal.

—No bajéis la guardia. Si han recuperado las fuerzas pueden destrozar el muro tantas veces como lo sellemos. Hasta que no hayamos acabado con todos nuestro enemigos, incluidos Reiner y Bertholdt, la batalla para retomar el muro María no habrá terminado.—Ordenó el capitán, a nuestro lado.

Todos volvimos por donde habíamos venido.

Pude ver a los soldados en la lejanía como buscaban a Reiner y Bertholdt por los alrededores.

Era sospechoso, hemos sellado uno de los agujeros y nadie ha aparecido, y tampoco los han encontrado por ningún lado, por no decir que no había ni un titán en el pueblo.

Unos minutos después, una bengala roja apareció por el cielo. Todos nos quedamos anonadados.

¿Se cancelaba la misión?

—¿Que están haciendo?¿Se le habrá ocurrido algo a Armin?—Habló Eren, mientras nosotros mirábamos como los soldados revisaban por dentro de las murallas.

¿Estarían ahí?

—¡Aquí!¡Hay un espacio hueco!—Mi mirada se dirigió a un soldado que estaba al lado de la muralla, segundos después, Reiner apareció, haciendo que mi respiración se cortara, y atravesó al hombre con la espada dejándolo caer muralla abajo.

Tuve un deja vu, a mí me hizo exactamente lo mismo.

No tardé en reaccionar, corrí sin pensármelo dos veces y me lancé a salvar a aquel hombre, a mi me hubiera gustado que hicieran eso por mi, pero todo el mundo parecía en shock.

Salté de la muralla activando el equipo de maniobras, y al pasar por al lado de Reiner, pude ver al capitán justo a mi lado atravesándolo con su cuchilla la garganta.

Él siempre haciéndome honor al mote del hombre más fuerte de la humanidad.

Seguí mi camino, hasta conseguir agarrar al soldado un metro antes de llegar al suelo, por los pelos.

Le sujeté como pude y volví a subir con algo de dificultad.

Las murallas eran jodidamente altas y eso no me ayudaba.

Al llegar lo recosté en el suelo, toda su camisa estaba roja, sus labios entreabiertos murmurando cosas ilegibles y sus ojos entrecerrandose.

No sé si podría salvarle pero lo iba a intentar.

Me quité mi capa de encima, a la vez que un rayo aparecía justo en frente nuestra, Reiner no había muerto, es más, se estaba transformando.

Tiré con todas mis fuerzas para poder romper un trozo de tela, mis manos me sudaban, no podía hacerlo y me estaba poniendo absolutamente nerviosa.

—Mierda. ¿Eso es parte de su poder de titán? Solo un poco más y lo habría matado.—Escuché decir a Levi, hablando de Reiner.

¿No había podido matarle? Cuando yo les vi, su cuchilla estaba muy bien clavada en su cuello.

Intenté ignorarlos, este hombre se iba desangrar por mi culpa, pero mis manos temblaban y no conseguía romper la maldita capa.

Pero mi salvación, como siempre, me ayudó, acercándose para romper por mí un trozo de tela de aquella capa, como si estuviera rompiendo un trozo de papel, y dándomela con una mirada tranquilizadora.

Le di las gracias al capitán casi en un susurro.

Conseguí rodear el torso de aquel hombre con la tela, y ejercí presión sobre ella para
que la hemorragia cesara.

Unos cuantos soldados lo apartaron de todo, espero que sobreviva.

Me asomé para ver al titán de Reiner, el titán acorazado, tirado en el suelo de Shiganshina.

—Comprobad los alrededores, capturad a todo el que...—Comenzó a ordenar el comandante, sin embargo fue interrumpido por una cadena de rayos alrededor nuestra, todos nos quedamos paralizados.

De un momento a otro, toda una fila de titanes de todos los tamaños nos rodeaban en la lejanía, impidiéndonos escapar.

Y en el medio de ellos, un titán gigantesco y lleno de pelo que no había visto en mi vida, que no nos dejó ni reaccionar, cuando agarró una gigantesca piedra del suelo y la lanzó hacia nosotros.

Rápidamente Levi me escondió tras él, pero la roca no nos alcanzó.

—Ha fallado.—Habló un soldado.

—No, ha dado en el blanco. Acaba de bloquear el portón. Ahora los caballos ya no pueden pasar. Primero nos acorralan y nos dejan sin caballos, así nos cortan la vía de escape para poder aniquilarnos a todos.—Explicó el comandante, mis pelos se pusieron de punta.

—Esta es la batalla que hemos esperado tanto tiempo. ¡La humanidad o los titanes, ahora veremos cual de los dos bandos sobrevivirá y cual perecerá!

ᴀʟᴍᴀ. [Levi Ackerman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora