ɴᴏᴠᴇɴᴛᴀ

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—¡Alma!¡Alma!—Unos gritos resonaron en mi cabeza, una y otra vez, seguidos de un zarandeo que hacía que todo diera vueltas a mi alrededor.

—¡Alma!—Volví a la realidad, el momento vino de golpe y casi desperté de un susto.

Mis ojos abiertos, la boca me sabía a sangre y agua, aún la lluvia empapaba mi ropa, sentía algunas extremidades dormidas y dolores tan agudos que se hacían insoportables.

Pero todo cesó por un corto segundo al ver a Hange, mis pulmones tomaron aire muy profundamente, ella estaba arrodillada en frente mía, sus ojos no reflejaban más que pena, dolor, con las cejas hundidas y labios apretados.

En ese momento fue cuando volteé mi cabeza a mi lado, y entendí la expresión de Hange al instante.

Por mucho que recé porque todo fuera una pesadilla, no lo era, aún estaba en ese césped, con Levi ensangrentado a mi lado.

Un dolor más grande que todos los físicos inundó mi pecho, uno inhumano, prefería partirme veinte veces más el brazo que lo que estaba sintiendo en ese mismo instante al ver al hombre que amaba en el suelo.

—¿Es Levi?—Con el corazón en el puño miré hacia Floch cuando habló, que nos analizaba desde arriba, con una escopeta apoyada en su hombro.

—No sé qué pasó, pero tuvimos suerte, nuestra mayor amenaza está cubierta de sangre.—Mis labios se entreabrieron al escucharles decir eso, y la cara de Hange palideció.

Igualmente lo ignoré y me volteé de nuevo hacia Levi, lo único que me importaba era saber si estaba vivo, tenía que estarlo.

Se me hizo todo un mundo aguantar todos mis sentimientos en mi pecho, estiré mi mano hacia él, mi mano temblando por lo que se podía encontrar, con la mayor desgracia de mi vida, pero Hange se adelantó y le tomó el pulso apartando mi mano.

—Le dispararé en la cabeza.—Me giré bruscamente hacia un compañero de Floch.

—Está muerto.—¿Qué?

Está muerto.


Eso es lo que acaba de decir.


Alma, está muerto.



Todo, absolutamente todo en mi cabeza se derrumbó.

Mi corazón se rompió, estoy segura de que lo escucharon en todo el continente, o mejor dicho todo el mundo.

Sentí que dejé de respirar, que mi corazón dejó de latir, que todo yo se paralizó, me sentí vacía, sentí un agujero negro en mi estómago.

No sabéis la de cosas que sentí en tan solo un segundo, tardaría horas y horas en explicarlo.

—Una lanza relámpago impactó muy cerca, aparte de lo que vemos, murió al instante, por las heridas internas.—Continuó hablando Hange.

Sí, eso fue lo que pasó, una lanza relámpago explotó a nuestro lado, yo conseguí estar más lejos gracias a que él me empujó del carro, pero Levi, Levi estaba justo al lado, y ahora está muerto.

Ten el valor, ten el valor de mirarle.

—No...—Solté en un hilo de voz.

—Lo siento, Alma.—Miré a Hange a los ojos mientras me hablaba, completamente seria.

—No...—Lágrimas recorrieron mi mejilla, una tras otra, sin cesar.

Y en cuánto le miré, en cuanto me encontré con su rostro de nuevo, quise volver al pasado, quise volver hacia atrás en el tiempo y morir en el instante en el que caí de aquella muralla, quise nunca haber vivido nada, porque no iba a ser capaz de aguantar este dolor.

ᴀʟᴍᴀ. [Levi Ackerman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora