ᴄᴜᴀʀᴇɴᴛᴀ ʏ ᴄᴜᴀᴛʀᴏ

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Suspiré profundamente.

—¿Como va?—Preguntó el capitán a Nifa, mientras yo permanecía apoyada sobre la chimenea de aquel tejado.

—La calle está llena de gente, pero nada más.—Contestó ella, automáticamente reviré los ojos.

Por alguna razón de la vida que no llegaba a comprender, me había tocado estar con Nifa vigilando a Eren e Historia durante la misión.

Armin y Jean se están haciendo pasar por ellos.

—Casi han llegado a la residencia del comandante Pixis.—Continuó hablando, con esa vocecita que ponía de buena incluso cuando decía cosas malas.

—¿Qué tal el plan del cambiazo?—Le preguntó, mientras Levi seguía observando la calle desde aquel tejado, con las cejas hundidas y una concentración escalofriante.

Yo solamente les ignoré y continué mirando al frente.

—Un éxito.—Respondió, seco.

—Pues no se le nota mucho en la cara.—Esta conversación estaba empezando a irritarme, pero no podía hacer otra cosa más que escucharles.

—No, aquí pasa algo raro.—Soltó el pelinegro, haciendo que un escalofrío me recorriera de pies a cabeza.

Le miré de reojo.

—¿Tú crees? Tú tienes muy buena intuición.—Habló la chica, apoyando una mano sobre su brazo.

Lo observé con una mueca de asco en la cara.

No hay duda ninguna, Nifa está enamorada de Levi, por eso quiso molestarnos el otro día, por eso me dijo todas esas cosas malas, quería alejarme de él.

Me levanté de golpe y comencé a alejarme por el tejado.

—Alma, ¿a donde vas?—Habló ella, maldecí todo por un momento.

—Vigilaré la otra calle, con dos personas aquí basta.—Sonreí de la manera más falsa que pude.

—Deberías preguntárselo al capitán, no puedes hacer lo que te da la gana, Alma.—Rechistó, yo fruncí los labios, aguantándome las ganas de estampar mi mano contra su cara, esta mujer solo quiere molestarme o que pasa.

—El capitán parece muy ocupado.—Solté.

—Pues lo estará para ti, porque hace un minuto estaba hablando conmigo.—Sentí la sangre hervir en mis venas, lo más gracioso de toda esta conversación era que Levi estaba delante de nosotras, pero estaba demasiado concentrado en sus pensamientos como para hacernos caso.

—¿Pretendes algo diciéndome eso, Nifa?—Pregunté retóricamente, alzando ambas de mis cejas.

—¿Que voy a pretender?—Sonrió.

—Tú sabrás.—Sonreí. Ambas nos caíamos tan increíblemente mal.

—¿No te habrás puesto celosa porque él está hablando conmigo y contigo no, verdad?—La ironía en sus palabras era tan obvia, al igual que esa intención de hacer daño, yo fruncí el ceño, sin saber que decir.

Levi se volteó hacia nosotras, y miró a Nifa.

—No la vuelvas a hablar así.—Dijo, provocando una espectacular cara en Nifa, entre enfado y tristeza.

Yo sentí mis mejillas arder, incluso tuve ganas de sonreír, pero no lo hice por respeto.

Pasaron unos minutos de silencio.

—Capitán, el carro va a empezar a avanzar en breve.—Dije, señalando hacia él.

—Nifa,—La llamó, ella salió de su colapso mental después de lo que le había dicho.—¿Conoces a Kenny el destripador?

—¿El asesino en serie de la capital? Dicen que le rebanó el cuello a más de cien agentes de la policía militar, pero eso fue hace muchos años, no es más que una leyenda urbana.—Habló ella, yo solamente me muté a escuchar, ya que no entendía nada de lo que estaban hablando.

—Pues en realidad existe y todo eso es verdad. Estuve viviendo una temporada con él de pequeño.—Mi corazón se congeló, ¿estuvo viviendo con un asesino en serie?

—¿A que viene eso ahora? No es el mejor momento para bromas.—Dijo ella, nerviosa.

¿Bromas? No parecía una broma.

En momentos como este me doy cuenta de que no sé nada sobre Levi, pero absolutamente nada.

El silencio volvió a inundar el lugar, ambos permanecían acuclillados en el suelo mientras yo estaba completamente de pie.

Levi parecía estar demasiado concentrado como para preguntarle sobre lo que acababa de decir, estoy segura de que está tramando algo.

Él se volteó rápido, y sus ojos se abrieron de susto al mirar detrás de mi.

—¡Alma!—Gritó, automáticamente me tapé la cabeza del susto y escuché un disparó a mis espaldas, por un momento pensé que ese disparo iba hacia mi.

Pero no tarde mucho en mirar hacia Nifa, y ver una bala atravesando su frente.

Un grito salió desde el fondo de mi garganta y sentí todo mi cuerpo temblar.

Me quedé congelada, tenia miedo pero no podía hacer otra cosa que mirar como el cuerpo de Nifa caía sobre el tejado.

Pero Levi no tardó ni un segundo en agarrarme de la cintura y esconderse detrás de aquella chimenea en la que había estado sentada hace unos minutos.

Una vez allí pude mirarlo a los ojos, y vi una expresión en ellos que jamas había visto.

Miedo.

Él tenía miedo.

Una lágrima recorrió mi mejilla al pensar en Nifa, no merecía ese final por muy mal que me cayera.

Ojalá hubiera podido salvarla.

—¿Que hay Levi?—Se escuchó detrás nuestra, una voz masculina y ronca, proveniente de una persona mayor.

—¿Has crecido desde la última vez?—Continuó preguntando el misterioso hombre, al que tanto temía Levi.

Su ceño se frunció y su expresión cambió completamente a una de enfado.

Su mano apretó mi brazo con fuerza, creo que inconscientemente, y de un momento a otro, aquel hombre apareció en el aire justo en frente de nosotros, con dos pistolas en la mano y una sonrisa arrogante en los labios.

—Anda, si sigues igual que entonces.—Se rió, y sin pensárselo dos veces Levi desenfundó sus espadas al grito de:

—¡Kenny!

ᴀʟᴍᴀ. [Levi Ackerman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora